Martirio: Premio Nacional de Músicas Actuales

Redacción Gladys Palmera. Madrid, 28 de noviembre de 2016

Puede que Martirio esté haciendo más por la hispanidad (musical) que muchas instituciones de nombres rimbombantes. Aquí prepara minuciosamente Cantes rodados, el programa quincenal que se escucha a través de gladyspalmera.com.

Diego A. Manrique, El País, 22 de enero de 2016


El equipo al completo de Radio Gladys Palmera, con Alejandra Fierro Eleta a la cabeza, quiere dar la enhorabuena a nuestra compañera, flamante nuevo Premio Nacional de Músicas Actuales. Aprovechamos además para agradecer públicamente la oportunidad que nos otorgó al depositar su confianza en este medio. Sabemos, por que así nos lo ha confesado en repetidas ocasiones, que hacer radio era un sueño por cumplir para ella y que lo ha logrado con un espacio radiofónico que ya con el título, Cantes Rodados, resulta toda una declaración de intenciones.

Martirio es una de las grandes divas de la música española con 30 años de carrera artística a sus espaldas. Su nombre, ligado a esa imagen moderna y renovadora de peineta y gafas de sol, es sinónimo de autenticidad y verdad, la misma que transmite su voz, llena de sabiduría. Empezó cantando con Jarcha y con Veneno, acompañada de Kiko, el primero en ver a Martirio en Maribel. A mitad de los 80, le sorprendió el éxito con sus coplas guasonas y desde entonces su trayectoria ha sido “un no parar”. Puente entre culturas, como buena onubense, ha insuflado espíritu a todos esos cantes de ida y vuelta que tan bien conoce. Lo que más nos apasiona de ella es la capacidad de imantar en sus proyectos a lo mejorcito de cada casa, llámese Chano Domínguez, Lila Downs, Mayte Martín, Compay Segundo, Marta Valdés, Kiko Veneno, Javier Ruibal o su hijo, Raúl Rodríguez, portentoso guitarrista.

Martirio y Radio Gladys Palmera: una historia cocinada a fuego lento


Martirio ha sido una de las referencias musicales que más han sonado en Radio Gladys Palmera desde las primeras emisiones allá por 1999, de hecho su canción Las Palmeras es casi un himno en esta emisora. Nuestra directora y fundadora, Alejandra Fierro Eleta, la admiraba profundamente por el coraje y la vanguardia con los que renovó la copla hasta convertirla en un género postmoderno y “un poquito punki”. Pero no solo se queda ahí la cosa: Martirio ha catalizado su sabiduría frente al cancionero latinoamericano hasta acercarlo a la sensibilidad española por medio del flamenco como eje principal de innovación: “es que el tango entra perfectamente en el compás de las soleás por bulerías”-, la hemos oído decir en más de una ocasión.

En el año 2000 pasó por los estudios de radio para participar como protagonista de un especial de Sabrosura, el programa que conducía por entonces la propia Alejandra Fierro. Para el recuerdo quedó esta fotografía y las ganas latentes de contar con la dama de las gafas oscuras como locutora de un programa en la emisora. El sueño se cumplió el 8 de marzo de 2014, día de la mujer trabajadora, para más datos.

En enero de 2014, cuando comenzamos a cocinar “a fuego lento” los primeros programas de Cantes Rodados, descubrimos a Maribel. Sabemos que esas cosas que suceden por detrás nunca se deben contar pero la experiencia resultó tan estimulante que ha llegado el momento de abrir la puerta de la trastienda: grabar con Maribel se convierte casi en un ritual por la importancia que le da a pequeños detalles y lo ceremonioso de las formas. Y es que a la postre, Martirio ha conseguido aquello que tanto admiraba de Chavela Vargas o de su paisano Paco Toronjo: que esa experiencia transforme al oyente, “que se le ponga cara de estar en terapia.


Martirio tiene la capacidad de mejorar todo lo que toca, no es que sea bruja es que se lo curra a fondo como su programa de radio Cantes Rodados que para que rueden, hay que limarles las aristas.

José Manuel Gómez “Gufi”, El Mundo, 29 de enero de 2016

Lo que se percibe desde la primera escucha de Cantes Rodados es el respeto y la admiración que Martirio profesa por todos y cada uno de los artistas que suenan en su espacio. Tiene palabras de aliento para los más jóvenes, a los que les pide que no se queden encerrados en el miedo y la tradición; pone corazón y cabeza en contar los logros y la importancia de todos ellos sin temor a las etiquetas; llama a las cosas por su nombre con todo el rigor de lo que viene aprendido y “machacadito de casa” sin renunciar jamás a la guasa.

Este espacio pone de manifiesto el extenso conocimiento de la artista en toda clase de músicas, sin importar los apellidos ni el pasaporte. Además, sorprende el magisterio con el que prepara cada programa y el instinto radiofónico que posee. Por estas ondas ha habido espacio para el tango, el bolero, el son, la morna, el flamenco, el fado, la zarzuela, el soul, el country, pero también han pasado las malas de la copla, los rockeros sevillanos, la música gallega, italiana, la rumba catalana, la diáspora africana y hasta la saga Pata Negra. El público ha hecho el resto, ya que las escuchas acreditan la necesidad de un programa así, donde la música y arte se ponen al servicio de los sentimientos y el conocimiento o en palabras propias porque “la cultura es pan para el alma”.