Fela Kuti (foto: Rico D'Rozaro).

Cuando todas las instituciones y culturas extranjeras desaparezcan de los países africanos, el genio africano podrá por fin nacer y la personalidad africana encontrará su florecimiento (Kwame Nkrumah). Unas palabras del que fuera primer presidente de la Ghana independiente que Fela hizo suyas incorporándolas en su discurso, porque, sin duda alguna, la obra y vida de Fela son indisociables del transcurrir sociopolítico, cultural y musical de Nigeria.

Cuando Fela Kuti desencarnó el 2 de agosto de 1997, Olosegun Obasanjo arrancaba campaña a las elecciones presidenciales de Nigeria que acabaría ganando dos años más tarde. Presidente tras un golpe de estado en 1976, fue el responsable del asalto, la quema y destrucción de Kalakuta Republic en 1977 y de la muerte de Mrs. Funmilayo Anikulapo-Kuti, madre de Fela, un año más tarde.

En 2015, Muhammadu Buhari, que, igual que el anterior, obtenía la presidencia por segunda vez, primero por un golpe de estado y luego en las urnas, ordenó la detención de Fela que lo condenó a 5 años de prisión en 1984. Además, había fundado un cuerpo policial represor implacable y corrupto conocido como SARS (Special Anti-Robbery Squad) en 1992, contra el que, desde 2017, se ha movilizado el pueblo nigeriano bajo el hashtag #ENDSARS. Unas movilizaciones alumbradas por una banda sonora capitaneada por Fela Kuti, acompañado de nuevas generaciones de artistas como Ras Kimono, Majek Fashek, Eedris Abdulkareem, Falz, o Burna Boy. Fela continúa siendo un estandarte de la lucha social en Nigeria.

Los Kuti: una saga musical (y literaria)

El abuelo paterno, J.J. Ransome-Kuti, promotor de la iglesia cristiana yoruba, fue músico y compositor de himnos religiosos, y pionero en grabar discos con canciones sagradas en la segunda década del siglo XX. Su hijo, Israel Olodotun Ransome-Kuti, padre de Fela, -pastor, educador, activista y músico que compuso el himno de Abeokuta (Nigeria), su pueblo natal-, le enseñó a tocar el piano. Tras acabar la escuela secundaria, Fela se instalaba en Londres a finales de los años 50 para estudiar música en la Trinity College of Music. Allí aprendió a soplar la trompeta, su objetivo primordial, tomando ejemplo de los músicos que admiraba: E.T. Mensah, Bobby Benson y Victor Olaiya, el triunvirato del highlife. Y también se formó en música clásica europea. Pero en la calle y clubs londinenses practicaba jazz. Al volver a Nigeria con el título bajo el brazo, combinaba el jazz y el highlife -la banda sonora de la independencia de Ghana- al frente de su banda Koola Lobitos y con Tony Allen en las baquetas, generando un nuevo sonido con aroma rhythm & blues. Poco después, influido por el impacto del soul en los años 60, mutaba en afrobeat, un género que cobraría su máxima expresión en la siguiente década, los 70, y seguiría desarrollando hasta su muerte con sus diferentes bandas: Nigeria 70, Afrika 70 y Egypt 80.

Su primogénito, Femi Kuti, inauguraba la cuarta generación musical de los Kuti en Afrika 70 y luego con su propio proyecto The Positive Force en 1986 acompañado de sus dos hermanas, Yeni y Sola, en los coros y en el baile; al tiempo, la sobrina de Fela, Frances Kuboye, hija de su hermana mayor Dolu Ransome-Kuti, pateaba como cantante de jazz los clubs lagosianos. La quinta generación la representa Seun Kuti, iniciado en The Shrine, el club de Fela, junto a su banda Egypt 80, hasta que emprende vuelo por su cuenta tras la muerte de su padre y previo paso por el Liverpool Institute of Performing Arts de Paul McCartney. Y, por último, y hasta el momento, la sexta generación la protagoniza Made Kuti, hijo de Femi, introducido en la música por su padre desde que gateaba, arrancó carrera en solitario el año pasado tras pasar por la Trinity College of Music como su abuelo. Todos ellos multiinstrumentistas y compositores han recogido el testigo del afrobeat que Fela hizo brillar como nadie.

No podemos olvidar a Wole Soyinka, primo hermano de Fela, y primer escritor africano en obtener el Nobel de Literatura en 1986. Un linaje de artistas nigerianos de peso.

Negritud y Panafricanismo

El viaje de Fela a Estados Unidos en plena guerra de Biafra (1967-1970) supuso el eslabón que necesitaba para dar forma a su engranaje musical, cultural y sociopolítico. Encontrar a Sandra Izsadore, explorar la retórica de los Black Panthers, leer a Malcolm X, e introducirse en las sonoridades del modern jazz y del funk construyeron el andamiaje que lo llevaría a dar forma a un afrobeat con discurso político, de consciencia y orgullo negro, anticolonialista y panafricanista cien por cien. Pero no podemos ignorar su genética. Su bisabuelo paterno y su padre fueron férreos activistas anticoloniales, y su madre, Mrs. Funmilayo Ransome-Kuti, omnipresente en su vida, era una panafricanista convencida, amiga de Kwame Nkrumah, activista por los derechos de las mujeres con capacidad para movilizar a más de 50.000 mujeres. Fue una de las primeras feministas nigerianas. Sin su lucha el voto de las mujeres no se habría podido conseguir en 1959.

Cuando Fela regresó a Nigeria en los primeros meses de 1970, el país estaba intentando olvidar los estragos y horrores de la guerra y caminaba hacia el boom del petróleo. Una época de bonanza económica y corrupción endiablada que evidenciaba las debilidades y los problemas endémicos. Caldo de cultivo para las composiciones de Fela, con Lagos como telón de fondo, los desfavorecidos como aliados de unas canciones que los retrataban, compuestas por un artista que vivía entre ellos y sufría, como ellos, los cortes de luz, las deficiencias infraestructurales, el vandalismo, y la violencia policial y militar. Fela denunciaba injusticias y a los culpables con nombres y apellidos, mientras su afrobeat se hacía más robusto, más irreverente, más extenso en duración y se propagaba internacionalmente. 

Bajo las premisas de libertad sexual, fumar libremente marihuana y tratar abiertamente temas tabúes, dio forma a una contracultura africana hasta entonces inexistente. En este proceso creó su propio territorio, Kalakuta Republic, una zona libre de las reglas que los sucesivos gobiernos militares imponían a fuerza de golpes de estado. Cambió su nombre de esclavo “Ransome” por “Anikulapo”, ejemplo que siguió su madre. Abrió The Shrine, un club como punto de encuentro de la disidencia africana y afroamericana. Fundó el periódico Yap News para contar lo que no se contaba y desenmascarar a los gobernantes y autoridades religiosas; un sello discográfico, Kalakuta Records, para sortear la censura y el boicot de las discográficas que prohibían la edición de sus canciones (EMI, Decca). Creó el partido político M.O.P. (Movement of the People) para presentarse a las elecciones, intento por dos veces fallido… Todo ello, plataformas para divulgar un mensaje de orgullo africano, para alentar a vivir como africanos y consumir productos africanos, para desprenderse del legado colonial y para luchar contra las injerencias de multinacionales, potencias internacionales y religiones extranjeras que sometían (y someten) al continente y alimentan la corrupción y la expoliación de sus recursos naturales.

Acoso, cárcel y torturas para el Black President

En 1974, la casa de Fela fue asaltada por la policía en busca de marihuana. Fela es encarcelado. En la prisión, sus compañeros de celda empezaron a llamarlo “Black President” y la celda donde lo recluyen era conocida como Kalakuta. Al salir en libertad compuso Alagbon Close, denunciando el régimen carcelario nigeriano y nombró su casa como Kalakuta Republic, territorio libre y autónomo. A los pocos días, otra redada lo llevaba de nuevo a prisión a la espera que defecara la marihuana que había ingerido ante la mirada atónita de los policías que lo detuvieron. Esta experiencia la registró en Expesive Shit. Y por tercera vez en el mismo año, Kalakuta vuelve a ser brutalizada y Fela detenido y torturado. Kalakuta Show reflejó este vandalismo. Para entonces Fela era un héroe y una figura molesta para las autoridades. Gowon, militar al frente del gobierno nigeriano, se sentía inquieto y amenazado.

Tres años más tarde, a principios de 1977, tras la negativa de Fela a participar en el Festac y organizar un mini-Festac en el Africa Shrine, donde acudieron prácticamente todos los artistas internacionales invitados oficialmente, y editar el disco Zombie -un ataque directo a los militares que actúan como tales-, un millar de soldados sitiaban Kalakuta Republic, golpearon a hombres, violaron a mujeres, lanzaron a la madre de 78 años desde un segundo piso, le prendieron fuego a la casa y la redujeron a cenizas. El juicio celebrado al año siguiente absolvía a todos los militares implicados. Fela, arruinado, se exiliaba en Ghana y poco después se casaba con 27 mujeres, coristas y bailarinas de su banda a las que llamó “Queen”.

El brutal ataque quedó reflejado en Sorrow Tears and Blood, Unknown Soldier y, unos meses más tarde, tras la muerte de su madre a consecuencia de las heridas sufridas, Coffin for Head of State, señalando a Obasanjo como responsable de todo lo sucedido. En ella recrea un ataúd simbólico que Fela y su séquito depositaron delante de la vivienda del presidente el día anterior a que dejara su cargo. Obasanjo era un intocable al que Fela llamaba públicamente ‘ladrón internacional’ como reflejó en I.T.T. (International Thief Thief), y añadió a Abiola, presidente de Decca en la época, por negarse a pagarle los royalties pendientes y a editar los discos firmados por contrato. Fela no dudó en okupar las oficinas de la compañía con parte de su séquito hasta resolver el conflicto. Fela se convirtió en el Enemigo Público Número Uno para las autoridades, mientras clamaba que “La música es el arma del futuro”.

En 1981, la nueva Kalakuta Republic sufría otra incursión y una nueva detención de Fela. Una época con las torturas más crueles de todas las sufridas hasta el momento. Su hijo Femi lo encontró encadenado de pies y manos y ensangrentado en mitad de la calle. El abogado de Fela llegó a afirmar que no existían delitos en el código penal nigeriano que no hubiesen sido atribuidos a Fela. Fue arrestado y torturado por todo lo imaginable en más de doscientas ocasiones.

La pérdida de su madre, los castigos sufridos y los brutales ataques a su casa y a su entorno, empujaron a Fela a sumergirse en una etapa espiritual, oscura y confusa, que atrajo a impostores y gentes sin escrúpulos que lo adulaban y mal aconsejaban. Su música se hizo más musculosa, más extensa y su lengua más afilada. Authority Stealing, comparando a los ladrones callejeros con los de cuello blanco y bolígrafo en la mano, o You Give Me Shit, I Give You Shit, señalando de nuevo a Abiola, son dos buenos ejemplos. Su anterior banda, Afrika 70, pasó a llamarse Egypt 80.

Con Buhari en el poder, en septiembre de 1984, Fela es arrestado en el aeropuerto cuando se dirigía de gira a Estados Unidos y fue condenado a cinco años de prisión, de los que cumplió 18 meses en diferentes cárceles del país. Durante su confinamiento nacieron varias campañas internacionales de apoyo promovidas por Amnistía Internacional y organizaciones pro-derechos humanos, y desde el mundo musical, Free Fela, en Estados Unidos, de la mano de David Byrne, Michael Rose (Black Uhuru) o Stevie Wonder, y la Caravana Jerichó liderada por el congoleño Ray Lema desde Francia. Al tiempo se editaba la original y un remix de Army Arrangement, realizada por Bill Laswell, en la que se denunciaba los arreglos entre el gobierno nigeriano y las compañías petroleras para llenar sus propias sacas en detrimento del país, ante un pueblo sin coraje para movilizarse. Los discos fueron secuestrados de las tiendas, pero mantuvo a Fela en primera línea. Mientras tanto, Fela componía Beasts of No Nation, denunciando la constante violación de los derechos humanos por los militares nigerianos, a cuyo frente estaba Babangida, el terror del apartheid sudafricano de Botha y la “complicidad” occidental de Ronald Reagan y Margaret Thatcher.

Tras su liberación, Fela se embarcaba en diferentes giras internacionales que recorrieron Estados Unidos y Europa, incluso pasó por Barcelona en 1986. Pero los años 90 no son una década de mucha fertilidad. Sin embargo, hay dos temas a reseñar, Underground System, un tributo a Thomas Sankara, amigo y presidente de Burkina Faso, asesinado unos años antes, y Pansa Pansa, una virulenta llamada al panafricanismo. Y compuso la que quizás fue su última canción, Condon Scallywag and Scatter, un alegato contra el preservativo que no llegó a grabar.

En la primavera de 1997, mientras ofrecía una rueda de prensa, fue esposado ante las cámaras de televisión acusado de consumo de ‘Nigerian Natural Grass’, término con el que Fela denominaba la marihuana, e incitación a los jóvenes a fumarla. Una vez liberado se dirigió al Afrika Shrine para rendir tributo a los ancestros, y aunque los soldados apostados en la entrada le impedían el acceso, desobedeció la orden y entró ofreciendo quizás su último concierto. Entretanto se preparaba una nueva orden de arresto por desacato, Fela era ingresado en una clínica privada de Lagos dado el empeoramiento de su estado de salud. El 2 de agosto de 1997, una complicación derivada del sida se lo llevó.

Al funeral acudieron más de un millón de personas de diferentes procedencias y pelajes, incluso la CIA. Al hermano pequeño de Fela, Beko Anikulapo-Kuti, encarcelado por traición durante el gobierno de Abacha, uno de los gobernantes militares más crueles, le impidieron salir de prisión para asistir a su funeral. Los restos de Fela, con un porro de marihuana entre sus dedos, reposan en la última Kalakuta Republic, desde 2012, convertida en un museo que celebra su legado y su activismo.

25 años sin Fela y las Felabration

Aunque este año se cumplen 25 años sin Fela, desde 1998, a iniciativa de sus hijos Yeni y Femi Kuti, se vienen celebrando las Felabration, una fiesta que conmemora internacionalmente su aniversario (15/10/1938). Su legado, su música, su mensaje y su africanismo han impactado por todo el planeta. El afrobeat ha contagiado a músicos y formaciones que lo reivindican desde Israel a Uruguay, pasando por Austria, Polonia, Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Chile, Argentina, Canadá, Suecia o España, por mencionar sólo algunos países. Fela, a pesar de sus claroscuros, sus contradicciones y su arrogancia, sigue vivo. Es un icono musical, un revolucionario, un visionario, un héroe africano, es el Black President para millones de personas.

For Ever Lives Fela!!!

Un recorrido musical que traza la trayectoria de Fela Kuti desde Koola Lobitos, formación nacida en Londres y desarrollada en Lagos con su especial highlife-jazz y rhythm&blues, al nacimiento de un incipiente afrobeat en Estados Unidos y su posterior transformación en ese género musculoso e irreverente inmerso en la cultura africana.

Playlist

1. Fela Ransome-Kuti & Koola Lobitos - It’s Highlife Time
00:00:10
2. Fela Ransome-Kuti & Nigeria 70 - Ako
00:05:23
3. Fela Ransome-Kuti & Afrika 70 - Alu Jon Jonki Jon
00:08:11
4. Fela Ransome-Kuti & Afrika 70 - Everything Scatter
00:20:46
5. Fela Annikulapo-Kuti & Afrika 70 - Kalakuta Show
00:31:14
6. Fela Anikulapo-Kuti & Egypt 80 - Army Arrangement (Original)
00:45:41
7. Fela Anikulapo-Kuti & Egypt 80 - Pansa Pansa
00:58:58

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