La navidad en carátulas
Sacamos las carátulas navideñas de la colección para contarte todo sobre ellas. Christmas en Cover Art,
¿Porqué la música del Caribe le da tanta importancia a la navidad? La navidad es una fiesta de fin de año que tiene una enorme repercusión social y musical en América Latina, pero siempre derivada de la tradición ritual católica. En Colombia, por ejemplo, son muy importantes las novenas y en Puerto Rico los aguinaldos. Borinquen es por ello uno de los que más la festejan porque buena parte de su historia musical está basada en las fiestas de navidad. La salsa, por su parte, al ser género que reúne ritmos varios, incluye esa tradición en su lenguaje, y sus artistas supieron expresar todo ese sentimiento en dos discos que siguen siendo legendarios.
En tal sentido, una casa discográfica como Fania Records apostó desde 1971 por hacer un álbum navideño cada año. La razón fue el increíble éxito en ventas que tuvo el disco Asalto Navideño, de Willie Colón ese año. Así que al año siguiente, 1972, se hizo Brindis de Navidad, de Santos Colón, aunque este no tuvo trullas y parrandas, sino boleros y temas románticos, buscando un público distinto. En los siguientes años, o mejor en las siguientes navidades, Fania sacaría al mercado álbumes alusivos a diciembre de Cheo Feliciano, Ismael Rivera, Impacto Crea, Héctor Lavoe & Daniel Santos y algunos más.
Esta es una selección de carátulas alusivas a la navidad, pero que hemos clasificado según el tema específico al que hace alusión.
ILUSTRACIONES Y FOTOS
Desde que estalló el boom del cha cha chá muchas casas discográficas apostaron por las ilustraciones de corte infantil, divertidas, familiares y muy coloridas. Y esto llegó a los tres tamaños de vinilo tan populares entre los años 50 y 60: 7, 10 y 12 pulgadas. Por eso tuvieron a su servicio a grandes ilustradores infantiles como por ejemplo Oikod Ralev o Charles Vella. La intención era crear ambientes simpáticos y que despertasen empatía con el comprador del vinilo y su familia. Pero al igual que los ilustradores de carteles de la edad de oro del cine mexicano, muchos de estos ilustradores de carátulas eran trabajadores al servicio de las imprentas. Por ello en las firmas no solía aparecer el autor, sino la empresa para la que trabajaba. De todas formas, hay nombres famosos en su tiempo, como Bérgamo, Bort y Sandoval, quienes vieron sus dibujos reflejados en discos de 10 pulgadas de los sellos Roulette y Tico Records. Otra de las fórmulas navidad tanto en la mente de los diseñadores como en la idea repentina del montajista en el fotolito, fue combinar ilustración y fotografía, igual que en muchas postales navideñas de comienzos de siglo XX.
PESEBRES, ARBOLES, REGALOS Y FOTOS DE FAMILIA
Infaltables los pesebres (o belenes) en una navidad. Las familias con niños suelen dedicarse en cuerpo y alma a la decoración de un pesebre por lo general en una esquina de la sala (o cuarto de estar). La mayoría de pesebres en carátulas latinas son de figuras pequeñas, artesanías propias de la época, salvo una puesta en escena del nacimiento de Jesús, que fue la fotografía de la carátula de Felices Pascuas, de Ricardo Ray y Bobby Cruz (Vaya, 1972). Esta muestra a Richie Ray como San José y Miki Vimari como la Virgen María. Detrás los reyes magos (dos de ellos, los hermanos trompetistas Rodríguez), y tres pastores (entre ellos, Bobby Cruz). El diseño fue de Izzy Sanabria, quien encargó la foto a Maurice Seymour, que a su vez utilizó el vestuario de uno de los típicos pesebres al natural de los centros comerciales y escaparates de almacén. Pero hay un detalle importante: Maurice Seymour no era una persona natural, era el nombre de un famosísimo estudio de fotografía creado en los años 20 por los fotógrafos de estrellas de Hollywood Maurice y Seymour Zeldman. Su sede, eso si, estaba en Nueva York, y no en San Juan. ¡Ah!, y la foto fue usada como postal navideña para amigos y conocidos por parte de Vaya con dedicatoria de los artistas.
Lo mismo de los pesebres podríamos aplicar a los árboles de navidad, por lo general pinos o abetos, antes naturales, hoy artificiales, y que responden también a una tradición religiosa. Dicen los historiadores que esta simbología moderna tiene su origen en el “árbol del paraíso” de las obras de teatro medievales que representaban la historia de Adán y Eva el 24 de diciembre y que con el paso del tiempo, se colocaron réplicas en los hogares. Al pie de cada árbol se colocan los regalos y las carátulas, o bien hacen referencia al árbol, o bien a los regalos, o bien a ambos objetos. El otro tipo de imagen que encontramos fueron las fotos de familia de los artistas, casi que tarjetas postales que se siguen enviando a los amigos.
PAPÁ NOEL
Hay un personaje infaltable en la navidad y es Papá Noel o Santa Claus, representado en cientos de películas y con un larguísimo imaginario detrás, que va desde las cartas pidiendo regalos enviadas a Laponia, en el norte de Finlandia, hasta su ejército de trabajo con elfos y renos a su servicio. Papá Noel es también conocido como Santa Claus y está inspirado en San Nicolás de Bari, un obispo turco del siglo IV. De acuerdo con Miguel el Archimandrita, San Nicolás se hizo famoso por su generosidad y por los regalos que daba, muchos de los cuales solía dejar en los portales de las casas durante la noche. El dibujante alemán Thomas Nast le daría en el siglo XIX la figura que hoy conocemos con su aspecto bonachón y barba blanca. Y a comienzos de siglo XX, tras la Gran Depresión, el ilustrador estadounidense Haddon Sundblom le daría el traje rojo con gorro por encargo de la empresa Coca Cola. Desde entonces es un disfraz muy común y de allí que tantas carátulas muestren a un músico o un hombre anónimo con el traje de Papá Noel o sencillamente con el gorro.
FIESTA Y BAILE
Navidad es tiempo de festividad. En Colombia, por ejemplo, han sido famosas las novenas bailables. La tradición comienza con el rezo, cada noche, de un capítulo de la novena de aguinaldos que va del 16 al 24 de diciembre, justamente la época de aguinaldos. Una serie de oraciones alusivas al nacimiento de Jesús, reflexiones y alabanzas acompañadas con cánticos navideños. Y luego, como asisten varias personas, se continúa con tertulia que deriva en baile. La razón es que no sólo se celebra en el hogar o en la iglesia, sino en las empresas, en los centros comerciales y en los parques de los barrios. Ciudades como Pasto o Cali organizan eventos mediante colectas para contratar músicos y bailar. Y a todo esto se suman los aperitivos tradicionales como galletas, buñuelos, natilla o champús… además del licor. Los clubes sociales y las discotecas no celebran tanto la navidad, pero si la fiesta de fin de año y el cambio de año viejo a año nuevo con un gran baile.
AGUINALDOS Y TRULLAS
En las fiestas de navidad en Puerto Rico se da el aguinaldo, un villancico navideño cantado en ritmo de seis. Así se reúnen varios músicos de diferentes conjuntos jíbaros para formar una parranda y entonar la serenata típica. Esos cantos, a su vez, hacen uso de temas populares y cotidianos, lo cual es común a toda la cuenca del Caribe y por eso en Colombia, Venezuela y República Dominicana también las celebraciones son intensas y con rituales y músicas diferentes.
Al llegar la Parranda a la casa de la persona a quien se ofrece la promesa, el organizador o líder del grupo señala el inicio de los cantos de aguinaldo y la Parranda entona un cántico de saludo, que por la manera como se afronta la percusión puede denominarse Cadena, Caballo o simplemente Aguinaldo. Luego, el grupo interpreta un cántico de ocasión a modo de serenata, tras lo cual la Parranda es invitada a entrar y se les ofrece una comida. Antes de marcharse tocan un cántico de despedida.
El cántico de saludo pueda hacer uso de temas populares de otros géneros como Navidad que vuelve, tradición del año, unos van alegres y otros van llorando. El cántico de ocasión se refiere, por lo general, a la fiesta y la comida que está a punto de iniciarse como “Ese pobre lechón que murió de repente con un tajo en la frente y otro en el corazón, lo metieron al horno, lo sacaron caliente, le metieron el diente, le metieron el diente a ese pobre lechón”. El cántico de despedida, por su parte, puede mostrar los deseos de volver en otro día de navidad: “Que no, que no, que no me da la gana, que no me voy de aquí hasta por la mañana”.
El origen del aguinaldo como costumbre se remonta a la misa católica de aguinaldo como acto de dar y recibir. En este ritual una persona pagaba una promesa y debía, en la ceremonia, hacerle llegar un presente a la misma. En el aguinaldo puertorriqueño se reunen varios músicos de diferentes Conjuntos Jíbaros para conformar un grupo llamado Parranda, que el aguinaldo jíbaro se denomina Trulla y en el aguinaldo Urbano se llama Asalto. Algunas veces se suma a éstos un acordeón.
Durante los años 50 Cuba produjo excelentes grabaciones de música navideña, sobre de todo de guaracha gracias a la Sonora Matancera. En Puerto Rico, entretanto, todos los trovadores hicieron grabaciones de seis y aguinaldos jíbaros: Chuito, la Calandria, Ramito y el Conjunto Típico Ladí. Más tarde también lo hicieron Daniel Santos, Davilita y Cortijo y su Combo. Y más tarde aún, en pleno furor de las discográficas tropicales, El Gran Combo. Y cuando la salsa entró en escena en Nueva York, Alegre, Tico y luego Fania Records institucionalizaron las grabaciones de salsa navideña de sus artistas.
Destacamos aquí el caso de Navidad Criolla, de la Sonora Ponceña, en 1971. Su diseño fue de Izzy Sanabria y mostraba en una foto campestre a los integrantes de la Ponceña asando un lechón, parte de la tradición navideña de la isla. El disco se reeditó con otra carátula en 1978. En la nueva hubo una ilustración de Ron Levine con un guerrero a caballo en una playa. Todo muy al estilo de la Ponceña de aquellos años.
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