Son los corridos emo: baladas contemporáneas con el espíritu iconoclasta de los sad boys de la Generación Z. Letras que hablan de corazones rotos y amores imposibles al son de la guitarra acústica o el requinto, ritmos pegadizos y cortados que se ajustan a esa forma tan particular de cantar de esta nueva generación de músicos que escuchan tanto a Juan Gabriel como a Lil Peep. Canciones profundas que llegan a un público masivo y conectan con esa necesidad tan 2021 de desnudar las propias vulnerabilidades.
En esta escena de chicos tristes asfixiados por la ansiedad y atiborrados de Lexatin ya despuntan nombres como Eslabón Armado y Junior H. Los del Limit casi acaban de llegar al juego pero ya están entre los favoritos para llevarse el premio gordo. El proyecto se fundó hace unos meses, en plena pandemia, por un dúo del estado fronterizo de Texas liderado por Rubén Leyva. Su habilidad para convertir canciones como ‘Amor fugaz’ en himnos de una juventud herida les despega del resto.
José Fajardo.
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