Come on, vogue, let your body move to the music…
Vogue, la nueva temporada de Don't Kill My Vibes
En 1990 en el club nocturno de Manhattan, Sound Factory Madonna vio un baile que la cautivó y hechizó; y aunque ya había oído hablar de él, en ese momento en que lo vio por primera vez, quiso más. Le pidió a José Gutiérrez, un bailarín dominicano integrante de la Casa Xtravaganza, que le enseñara esos pasos, y después fue contratado para montar la coreografía de su próximo videoclip. Ese año, Vogue se convirtió en número uno en las listas de 30 países y lanzó el voguing hacia el reconocimiento internacional.
Sin embargo, muchos podrían pensar que Vogue, viene de ese arrollante éxito de Madonna, pero no es así. Muchos sabrán de lo que hablo gracias al documental de Jennie Livinsgston, Paris Is Buring, de 1990, donde se muestra su edad de oro y el apogeo de esta cultura. Otros, por el reality de televisión RuPaul’s Drag Race, y algunos como yo, gracias a Pose.
Como buena friki de todo lo que hace Ryan Murphy, caí en las garras de su serie más transgresora. Os pongo en situación: la década de los años 80 en el corazón de Harlem, cuando la comunidad Queer estaba en construcción y búsqueda del respeto y la integración en la sociedad. De hecho, la serie trata de la violenta discriminación sufrida por cualquiera que se alejará un poco de los cánones de la heterosexualidad. Nos muestra la cruda realidad, aunque no todo iban a ser dramones. También nos enseña su manera de vivir, como nacieron las famosas casas, nos enseña su pequeño refugio, donde soñar, ser libres, y demostrar todas sus cualidades.
¡Bienvenidos a los ballrooms y el voguing en su estado más puro!
Volviendo al tema, el Voguing nace en Nueva York en los años 60, derivado de la discriminación racial, sexual, y de estatus. Es un baile influenciado por jeroglíficos egipcios y complicados movimientos de gimnasia, inspirado por las poses de las modelos que aparecían en la revista Vogue. También se convirtió en la vía de escape de todas estas personas discriminadas, donde podían contar sus historias, tener una familia y, lo más importante, responder de alguna manera a la crisis del sida. Vogue también es la representación de lo satírico y cómico, una batalla donde había que hacer sombra a tu oponente, mediante la mejor pose congelada de un peinado de moda o unos brochazos de maquillaje a lo Lauren Bacall.
Esta temporada viajaremos por los ballrooms, historias de grandes personajes mayormente desconocidos que dieron un pasito más, por las casas más épicas, por las casas que se mantienen en pie en la actualidad. Contaremos con auténticos bailarines que nos hablarán un poco más de este apasionante movimiento, porque Vogue, se ha convertido en algo atemporal, desde los barrios de Harlem al estrellato. Viajaremos por las categorías desde Realeza a Town & Country, y todo acompañado de la mejor música electrónica, deep house, afro house, chill, y sus variantes.
Andy Grey cambia su formula BDSM+EDM por el glamour de un desfile, la purpurina, y los zapatos de tacón, o plataforma. Y nos trae su nueva temporada, inspirada en el Voguing, los ballrooms, las casas, la cultura vogue en diferentes países, y todo esto sazonado al punto con los beats electrónicos más exclusivos.
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