Las sumas flamencas

Madrid recobra la actividad de festivales y clubes a la espera de que los tablaos vuelvan a su ser.

Por José Manuel Gómez Gufi

noviembre 10, 2021

Sara Calero (foto: Pablo Lorente).

A un anciano le pegué
por que me faltó en la calle,
al año cuando me enteré
que ese hombre era mi padre,
ducas de sangre lloré.
(Cante por Bulerías, de Camarón, incluido en Pasando el Puente).

No conozco otra letra que cuente tantas cosas, y tan dramáticas, como esa que canta Camarón al amparo de la guitarra de Tomatito.

Madrid ha celebrado la Suma Flamenca en el que hemos visto guitarra, cante y baile de altura. Comenzó Serranito, que está haciendo la gira de su despedida, y fue emocionante ver lo exigente de su concierto como si del resultado dependiera su futuro. Han pasado Gerardo Núñez y Niño Josele. En el acompañamiento al cante y baile destaca, de nuevo, Diego del Morao y El Perla que hizo doblete con Pansequito y Aurora Vargas. Por el lado del jazz la alternativa la ofrecieron dos tríos el de Antonio Lizana y el de Caminero que ha hecho un disco dedicado a los guitarristas flamencos que es toda una novedad conceptual.

Descubrimos a Israel Fernández pianista en un concierto dedicado a la opera flamenca, mejor dicho al flamenco escénico. Diego del Morao e Israel Fernández son portentos en capacidades y estudios, y aunque Israel cante a la manera de los años 30 no puede evitar redondear los cantes desde el aquí y el ahora. Lo de la guitarra de Diego es otro lío, por mucho que se empeñe en tocar como los antiguos le sale tocar como los ángeles y eso no tiene remedio (afortunadamente).

DANZAD, DANZAD, BENDITOS

Si hay una certeza en el flamenco actual es que el liderazgo lo tiene la danza en todas sus expresiones. Sara Calero presentó la propuesta escénica más ambiciosa (y terrorífica) con el estreno de La Finitud. Con el liderazgo estético también se suma el musical. Vimos “la edad de oro” de Israel Galván con el cante de David Lagos que arrancó oles de admiración al sector “hipermoderno”. Farruquito hizo lo que se espera, taconeos hasta el infinito y, también, una extraordinaria muestra de talento asociado al compás. María Moreno venía con los Giraldillos 2018 (revelación) y 2020 (momentazo) de la bienal de Sevilla y demostró arte, descaro y demasiadas pantallas que subían y bajaban por delante y por detrás de su baile. Pie de Hierro, el espectáculo de Manuel Liñan, proyecta un duelo del bailaor con lo que representa el cantaor David Carpio. Impecable puesta en escena que pasa del heavy al “bondage”. Joaquín Grilo consiguió trascender a todos los demás con Alma, un montaje tan gratificante para el recién llegado como para el aficionado de toda la vida. Estimulante..

TOLEDO, ENTRE DOS AGUAS

En la casa de Paco de Lucía en Toledo se presentó la asociación Entre Dos Aguas que aspira a dinamizar las actividades flamencas en la ciudad. Allí escuchamos las guitarras de Jerónimo Maya y Rycardo Moreno en el mismo entorno en el que Paco de Lucía grabó Cositas Buenas, en el horizonte existe el deseo de organizar un gran festival flamenco que inunde las calles de compás como el Flamenco on Fire de Pamplona y la necesidad de un pacto de silencio con los campanarios de la ciudad que, de momento, no van a compás.

16 DE NOVIEMBRE DÍA DEL FLAMENCO

La SGAE celebra Latido Flamenco con actos en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Valencia, Santiago de Compostela y Sevilla. Debates, exposiciones y reflexiones variadas una vez al año.

ESTRELLA MORENTE EN TORRELODONES

Juan Verdú puso en marcha la Suma Flamenca y ahora dirige el Festival de Torrelodones que se celebra del 18 al 20 de noviembre con la proyección del documental Senderos del Alma, el espectáculo. La Tarara Si (con los Losada y el baile de Mónica Fernández), el taller flamenco infantil Pulpitarrita dirigido por Silvia Marín y el concierto de Estrella Morente.

SOBRE LA PLAYLIST ADJUNTA

Me preguntan por qué mezclo flamenco con jazz, con rock, con salsa, con rap o con trap. A veces creo que mi misión consiste en mirar lo que hay al otro lado de la frontera del flamenco. En otras ocasiones creo que hay que mirar el flamenco desde fuera…desde una taberna lejana, ahí en la galaxia.

José Manuel Gómez Gufi - En el nombre del padre

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Los cinco versos que canta Camarón cuentan varias vidas.

Horace Silver compuso Song For My Father, dedicado a su padre nacido en Cabo Verde para luego convertirse en un clásico del jazz. Traemos la versión de Bobby Valentin realizada durante el periodo del boogaloo, el ambiente previo a la irrupción de la salsa.

Al fin hemos visto en Madrid La Edad de Oro, la obra que Israel Galván montó en 2005 junto al cante de Fernando Terremoto y la guitarra de Alfredo Lagos. Escuchamos el disco póstumo que grabó el hijo de Terremoto de Jerez, padre de María Terremoto.

Tego Calderón habla de la pérdida de su padre en aquel disco El Subestimado/The Underdog, imprescindible para los que aún hacen chistes sobre el reggaetón y para los amantes de la música latina (por la parte urbana y por la parte sublime).

En la música negra de Estados Unidos el gospel es la madre de todas las músicas y -probablemente- el blues es el padre que se va de casa. No sé lo que es el jazz, sé que lo envuelve casi todo en el siglo XX y que participa de las nuevas corrientes en nuestro siglo. Escuchamos a Cannonball Adderley tocando un blues sucio y a los Temptations contando aquello que “Papá era un tarambana”. Volvemos a nuestro ser con Entre Dos Aguas, del nuevo disco de Tino Di Geraldo y estrenamos el nuevo disco de Kiki Morente.

Los productores de los discos son como los padres o como los reyes magos. A veces son duros y exigentes, a ratos te traen regalos, a veces están ausentes. En el último Flamenco on Fire de Pamplona cuatro productores hablaron de sus experiencias: José Manuel Gamboa, Javier Limón, Josemi Carmona y Fernando Vacas. Los cuatro muy diferentes. Llegamos a la conclusión que ahora no merece la pena producir un disco que casi nadie va a comprar o que las gentes van a escuchar malamente, por el que no te van a pagar casi nada y que te puede quitar pedazos importantes de tu vida.

Cerramos la sesión reivindicando la obra de Javier Limón que acogió en la casa de su madre en Madrid a Jerry González durante los primeros meses de su estancia en España a principios de siglo XXI. Jerry dinamizó el panorama musical madrileño de tal manera que Javier Limón acabó grabando a una generación irrepetible de artistas flamencos (o de las fronteras) que han contribuido decisivamente al fascinante panorama actual. Como cantó Rubén Blades: “Si del cielo te caen limones, aprende a hacer limonada”.