Sumas y multiplicaciones flamencas
Madrid es el lema que conduce este año la Suma Flamenca y hay un montón de artistas por descubrir.
Llega la Suma Flamenca a Madrid y después llegará el festival flamenco de club del Café Berlín, incluso el BIME de Bilbao incluye una mesa dedicada al flamenco. Parece que recobramos la normalidad, aunque en Madrid no tenemos Casa Patas y el tablao Villarrosa ha perdido su denominación porque un listillo se ha ido a una oficina y ha registrado el nombre como si fuera su patrimonio.
La Suma Flamenca comenzó en el Ateneo madrileño, vetusto lugar sede del librepensamiento que anda en la renovación. Su galería de personajes retratados en las paredes es intimidante y muy del siglo XIX. Ya saben el Ateneo nació cuando a la constitución la llamaban Pepa y el rey (un indeseable al que apodaron “el deseado”) se trajo a los cien mil hijos de “san-no-sé-quién” para reponerse en el trono. El camino de la renovación en el Ateneo comienza por subir a las paredes a un montón de retratos de mujeres de méritos contrastados, y unas jornadas dedicadas al flamenco y a la memoria de Mario Pacheco. Suena bien la guitarra en el ateneo. La ecuación entre madera vieja y sabiduría le pega a la estética y la acústica del lugar.
LA ÉTICA Y LA ESTÉTICA
Escribí una vez que Mario Pacheco y Cucha Salazar proyectaban la ética y la estética a través de su sello Nuevos Medios. En una promo del documental Revelando a Mario yo proclamaba que “hoy mataríamos por tener a medio Mario Pacheco”, la razón es simple: hay discos en los que falla la estética, o no queda suficientemente clara. Por ejemplo en el de David Palomar, 8 Miradas, hay canciones que podrían sonar en Cadena Dial (música en español) otras en Radio Olé -¿folclor se escribe así?-. Incluso alguno podría colarse en Radio 3, pero tendríamos dificultades para encontrar una canción que encaje en un espacio de flamenco clásico. Estamos hablando de David Palomar que posee una carrera cien por cien flamenca. Creo que con Mario Pacheco, David hubiera tenido toda la libertad del mundo y además no se preocuparía en qué radio va a sonar.
VIVIR Y SONAR EN LA RADIO
Vivimos en el prejuicio y en los compartimentos estancos, clasificamos y reclasificamos y no nos gusta que nos cambien las reglas y mucho menos cuando hemos cumplido una edad y no estamos para que nos rompan los esquemas. Nuevos Medios nunca sonó en las radios comerciales, nunca pasó por ese aro. Por eso los artistas se sentían libres. Por eso les echamos de menos a Mario y Cucha. Ese es el legado. Ver a nuestros mejores músicos emocionar y emocionarse en el concierto del Ateneo madrileño es un privilegio y una luz que ilumina, tenue y clara, en la oscuridad que nos recuerda que lo pequeño es bello.
MADRID EN LA SUMA FLAMENCA
Madrid es el lema que conduce este año la Suma Flamenca y hay un montón de artistas por descubrir. Aunque también están los consagrados a los que siempre apetece escuchar. Mención especial al disco Canciones al Oido de Sandra Carrasco y José Luis Montón. Al regreso de Mayte Martín, El Pele, Paco del Pozo, Carmen Linares o Capullo de Jerez, por nombrar algunos. Hay que elegir que los horarios se solapan. Afortunadamente la guitarra de concierto se abre camino con el nuevo proyecto de Rafael Riqueni titulado Nerja, hay indiscutibles como Tomatito, Chicuelo, Josemi Carmona, Dani de Morón, Pino Losada, Jose María Bandera (con Diego Amador), Dúo del Mar, Juan Habichuela “Camborio”, Alejandro Hurtado o Melón Jiménez (con el trío de Tino Di Geraldo “A Kalí Canto” con la flautista Lara Wong).
En el baile destaca el homenaje a La Tati en el que confluyen los flamencos principales Mercé, Gerardo Núñez y un larguísmo etcétera con la protagonista al frente de las bailaoras del mundo. Dice José Manuel Gamboa: Ahí está, ahí está, más chula que la Puerta de Alcalá, La Tati, la bailaora de la capital, un prodigio de la naturaleza flamenca, castiza y cabal como ella sola, que merece un trono por haber sabido llegar y mantenerse juncal…