Nada (o casi) queda al azar en el WOMEX
Nada (o casi )queda al azar en el WOMEX
Publicado el 24 de octubre de 2015
Alex García y Darío Manrique nos cuentan qué están viviendo desde Budapest
Es fabulosa la determinación y autoridad con la que se suben al escenario la mayoría de los artistas de la selección oficial de showcases del Womex. Los músicos llegan aquí con actuaciones perfectamente ensayadas y estudiadas, muchas veces, al milímetro y no solo en lo musical. El vestuario, las coreografías, las intervenciones habladas… Nada o muy poco parece quedar al azar. Es lógico porque estos artistas se juegan en 45 minutos de actuación parte de su futuro a medio plazo: la posibilidad de que los agentes de contratación que acuden a Womex cierren fechas de conciertos, por ejemplo. Los directos de Womex son, en muchos casos, el momento de “la verdad”, el instante del que puede depender una decisión final para un contrato con un sello, distribuidora, compañía de managment, festival, etc.
A lo anterior hay que añadir la exposición mediática. La prensa venida de todo el mundo está absolutamente pendiente cada noche de todo cuanto ocurre en los escenarios principales del certamen.
Esto es Womex. Aquí se dan cita profesionales y empresas de la industria musical venidos de más de 90 países. Después de 21 años desde su primera edición es la cita anual más importante e influyente de la World Music.
El rapero de São Paulo Emicida abrió las actuaciones de la noche del viernes en la carpa del Womex con un concierto rico en matices. Como ocurre con casi toda la música brasileña, da igual el género al que se adscriba el artista, el resultado es que siempre suena muy brasileño.
Emicida no fue una excepción, y entre momentos más puramente hip-hoperos (pocos) se filtraron la samba o el funk. Culpa, por supuesto, de la valiente formación con la que apareció en Budapest: un DJ y hasta tres percusionistas (uno de ellos también tocó la guitarra). Además, el paulista informó que en su próximo disco cuenta con músicos de Angola y Cabo Verde, e interpretó un tema como muestra de esa sonoridad africana que va a incorporar. Con una actitud de predisposición total hacia el disfrute y la conexión con el público, Emicida dio una lección de lo divertido que puede ser el hip-hop sin puertas ni barreras.
A-Wa son tres hermanas que provienen de una comunidad de judíos yemenitas del sur de Israel. La particularidad de sus orígenes permite que rescaten canciones folclóricas de Yemen (en árabe), interpretadas con la fuerza de sus armonías vocales y vestidas con fondos cosmopolitas: reggae, hip-hop, dub o rock. El de A-Wa fue un concierto que también celebró la apertura de miras, la falta de complejos y ese espíritu que tanto valoramos en Radio Gladys Palmera, el de la integración de la tradición en formas modernas.
Por otra parte hay que destacar la solvencia y pericia con la guitarra eléctrica de Moh! Kouyate. Otra actuación celebrada por los asistentes que fue una demostración de actitud del músico guineano. Se nota, y de qué forma, la veneración y respeto que profesa este joven por BB King, Hendrix y George Benson. Pero el triunfo es comprobar que Kouyate ha encontrado su propia voz, después de foguearse durante unos años con su anterior banda Conakry Cocktail, y lo bien que le sienta su nueva formación con la que rueda desde que se instaló en 2007 en París. Un encuentro emocionante y vital entre el oeste africano y el delta del Mississippi.
En otras latitudes se mueven los franceses Zoufris Maracas. Con un vocalista algo desgarbado y visiblemente cansado al frente, su peculiar receta a base de manouche, morna, cumbia mexicana y rumba no consiguió retener a la totalidad del público durante los escasos 45 minutos de rigor sobre el escenario. No asomó demasiado el espíritu de Brassens que se le atribuye al cantante, ni tampoco la diversión enérgica que se intuye escuchándolos en sus grabaciones de estudio.
Hoy Radio Gladys Palmera sigue en Budapest. Atentos a los destellos de algunas posibles estrellas que quizás brillen con luz propia en las siguientes temporadas en los festivales internacionales y las páginas de la prensa musical.