Pasatiempo, de Marta Rivera
Recorrer el mundo con tu imaginación y tus deseos. La banda Marta Rivera apuesta por un novedoso sonido indie travel.
Hacer que tus canciones se vean como una road movie no es nada sencillo, pero es la idea de Marta Rivera, una banda bogotana que se guía por las historias sencillas y cotidianas que te permiten soñar con lugares lejanos. Marta Rivera, sonido indie, contemporáneo y moderno, ha supuesto un re-descubrimiento de la música interiorista y reflexiva, y una nueva forma de moverse por el tiempo y el espacio.
El sello In-Correcto, siempre atento a los talentos emergentes colombianos, saca a flote el primer álbum de la banda, Pasatiempo, que te adelantamos en Radio Gladys Palmera y que es el manifiesto oficial de esa ideología particular: pensar el mundo exterior a partir de un estar dentro. Es lógico que el confinamiento y la pandemia han puesto nuestros viajes más intensos en nuestra mente, como si tuviéramos unas gafas de realidad virtual.
Por eso se habla de martariverismo, de dentrismo, de domestiquismo, o de melancolismo radical de la tercera ola. Como dicen en su casa discográfica, un grupo así sólo podría existir en medio de la pandemia. Perdón por hablar más de este tema, pero soy de la convicción que un grupo así sólo podía surgir del espacio de la casa, del encierro y de recordar el mundo exterior como lo que es hoy en día: un lugar perdido.
Marta Rivera no es una sola persona, ni tampoco una banda, sino una familia; esto es lo que dice Bibiana Rojas: su voz, creadora y espíritu. Pero esto, también, lo dice su música que –en algún sentido extraño– es doméstica; es una pared de una casa o un armario. Es familiar porque es íntima, cercada por los muros que protegen de los chismes de los vecinos o de las incursiones de la policía. No sé qué es: si las guitarras brillantes que parecen amanecidas, trasnochadas o recién levantadas en una cama protegida de la luz del sol, o la voz simple que cuenta de viajes hechos en la infancia o en el colegio.
Su primer sencillo, Fronteras, demuestra plenamente esa intención. Si antes las bandas y la música nacían del salir a parchar, del estar en los parques, o de ir a ensayar en los ensayaderos (valga la redundancia), o de ir a tocar en un bar; hoy día, la música –desencantada de lo que hicimos con el espacio público– sólo puede nacer de un cada-vez-más-adentro: de la casa del corazón. Punk íntimo, o lo que sea, peguen la oreja y juzguen ustedes.
En Fronteras se escuchan sirenas en la calle al tiempo que charlas en la sala de una casa. Ambientaciones del día a día, psicologías musicales de la época que tocó vivir. Ahora en Pajaros, el segundo sencillo que te presentamos en Radio Gladys Palmera, se habla de ese deseo de escapar volando hacia el mar cuando la tierra empiece a temblar.
Pasatiempo no es un viaje físico, sino un viaje temporal. En vez de viajar con los pies de las piernas, viajamos con los pies de la memoria a algún lugar que ya no existe como existió en nuestras distintas edades. De hecho, como nos indican los martariveristas, hay canciones cuya composición se remonta a diez años atrás, cuando esa ideología ni siquiera existía. Es un viaje temporal dentro de la nave de la casa.
Marta Rivera está integrada por Bibiana Rojas (composición, voz, guitarras), Mateo Rudas (bajo) y Santiago Rudas (batería). Colaboran Alejandro Araújo, Alejandro Forero, Andrea Hoyos, Daniel Piedrahita, Maria Mallol y Eblis Álvarez. Su nombre proviene de todas las tías Martas que hay en el mundo y las historias que todos hemos escuchado desde niños con toque indie, sonidos pop, rock psicodélico y balada latinoamericana.
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