Reggaetón y flamenco. La remezcla ¿imposible?
Gufi revisa a conciencia lo mejor del año 2022 según los grandes medios y se topa con los enigmas de la modernidad.
Estoy leyendo el libro Reggaetón. Una revolución latina, de Pablito Wilson, un texto valioso sobre un estilo musical en el que se han invertido más chistes que reflexiones. Wilson habla con naturalidad del fenómeno y de Rosalía y de C Tangana. El autor es un argentino que vive desde hace 20 años en Colombia, así que mantiene cercanía y distancia con los fenómenos locales. El libro se ha editado en España por Liburuak y cuenta con un prólogo de Víctor Lenore, antiguo creyente en el indie que sufrió una súbita revelación que exorcizó con el libro Indies, hipsters y gafapastas (2014) y que desde entonces busca una nueva iluminación que guíe su camino. De momento ha entrevistado a Tego Calderón. Wilson habla con varios artistas españoles y con Fernando Navarro, crítico de El País que ha estado atento al ascenso de Rosalía a los altares de la música pop internacional. Navarro opina sobre la música urbana y Rosalía, aunque su gusto personal se inclina por la “americana”, es decir por el rock contemporáneo.
Wilson tiene algún error de bulto. En la inspiración de El gallo (de La Mala Rodríguez) sitúa el Ojos Chinos, de El Gran Combo de Puerto Rico, cuando es notorio que contiene un sampler de El Watusi, de Ray Barretto; un pecado venial, puesto que la letra de Ojos Chinos tienen algún verso en común con el Achilipú, de Dolores Vargas. Desafortunadamente Wilson no alcanza a vislumbrar la escena urbana gitana ni por el lado de La Mala, ni de Rosalía, ni por el lado de Omar Montes al que cita en varias ocasiones. Tiene lógica, en el libro colectivo sobre la escena urbana española “Making flus” (Penguin, 2021) tampoco aparece un párrafo sobre los gitanos.
Creo que ya he contado que un día me propuse lanzar una nueva etiqueta a la historia de la música popular: REGUETóN DE CALIDAD con un clamoroso fracaso. Desde entonces me dejo llevar por los que bautizan las tendencias. Pero no hay manera que nuestros escuchimizados medios de comunicación musical se hagan eco de la música urbana gitana. Desde Radio Gladys Palmera se lo hemos puesto fácil a nuestros colegas.
Hemos ido dejando pistas y estableciendo conexiones con el flamenco, la rumba y el hip-hop. Por razones que no se alcanzan a comprender, no quieren hincarle el diente. Parece que persiste la maldición rumbera, estupenda para tomarse unas copas de madrugada, pero poco adecuada para los análisis musicales cuando se pasa la resaca.
Aquí tengo que confesar que me equivoqué con Omar Montes en mi primer encuentro con el cantante en el que me pidió que no le preguntara sobre su paso por Telecinco. Luego se ha convertido en un habitual de la cadena y de los “realitis”. Un día descubrí que tenía un talento sin igual. Aquí corto y pego un pedazo de la hoja de promoción que he escrito sobre su disco Quejíos de un Maleante.
La estrella de la música urbana graba un disco con las grandes figuras del flamenco.
La música urbana ha revolucionado el panorama musical en muy poco tiempo. Omar Montes destaca por la naturalidad con la que se ha dado a conocer y por tener una carrera musical abierta a todas las tendencias y estilos contemporáneos. Además de sus composiciones y discos, ha publicado un libro Mi Vida Mártir, ha protagonizado una serie El Principito”(Amazon Prime) y ahora lanza el disco Quejíos de un Maleante con un puñado de figuras del flamenco: Farruquito, Israel Fernández, Duquende, Estrella Morente, La Tana, Juan Antonio Salazar y El Capullo de Jerez entre otros.
-¿Omar Montes ha dejado de cantar música urbana?
-No.
-¿Omar ha empezado a cantar flamenco?
-Mmmm, no exactamente.
-¿Y entonces?
-Ahí está el mérito, que Omar Montes sigue teniendo ese talento para construir melodías y canciones y lo hace al lado de algunas de las mejores voces de nuestra música popular y lo hace sin perder su flow característico, sin dejar de hacer música urbana y sin salirse del compás.
OMAR MONTES, O CÓMO PONERSE FLAMENCO
Omar es ese tío al que entrevistan antes de actuar en el Festival Marbella Starlite y van y le preguntan que si ese es su sueño, y dice que sí, que ahora tiene pa’ comer y que le ha quitado a su madre de fregar escaleras. Osea que sí, lo de Omar es un sueño y ese sueño brilla como un diamante.
No sé si tiene madera para ser un héroe de la clase obrera, el trabajo que más le había durado en la vida era el de repartir mamporros (fue boxeador antes que cantante). Parece que aspira a ser héroe de barrio, de su barrio, Pan Bendito. De momento, es el héroe de su casa y de su abuela.
Ahí en el barrio comienza a cantar con sus colegas Moncho Chavea y Original Elías con los que alcanza una repercusión notable, canción a canción en el YouTube. Nadie parece darse cuenta del potencial excepto algunos flamencos; y así Omar canta con la familia Camarón aquello de “Soy gitano… y vengo a tu casamiento”. Los historiadores del flamenco no se inmutan, eso no va con ellos y los que comienzan a guardar la memoria de la música urbana tampoco se dan por enterados. ¡Mecachis!
Omar entra en los programas de televisión como antes entraba en el cuadrilátero de boxeo. Con hambre y muchas posibilidades de que te partan la cara. Desde la esquina, el coro le grita que suba la guardia, que nadie ha salido vivo de ahí, que nunca se sabe de dónde vienen las cornadas. ¿Cornadas? ¿No era boxeo? Contra todo pronóstico sale vivo de la experiencia. En 2020 es el cantante más escuchado en España. A nivel universal es lo que ocurre con Bad Bunny.
LA REVISTA ROLLING STONE ENTRE ROSALIA Y BAD BUNNY
Uno mira la lista del año de la revista Rolling Stone y notas el cambio generacional. El Motomami está en el puesto numero 4 y en el numero 2 figura Bad Bunny, de la lista de mejores álbumes. En el capítulo de canciones Rosalía se queda en el quinto con su Despechá y Bad Bunny sube al primer puesto.
Un personaje que se supone que rejuvenece la audiencia, creo que esa es la estrategia de Radio 3. ¿Escucharemos reggaetón en la radio moderna española y pública? No tiene aspecto que El Niño de Elche se apunte a pesar de su gira junto a C Tangana. Los enigmas de la modernidad.
LA REVISTA TIME ENTRE BAD BUNNY O ROSALIA
La revista Time arrastra una leyenda de publicación seria. Mejor canción Titi me Preguntó, de Bad Bunny, y en el segundo puesto Delincuente, de la dominicana Tokischa junto a Anuel & Ñengo Flow. En el primer caso el machismo resulta evidente en el segundo apesta. Recordemos que Estados Unidos es el lugar donde mucha gente se toma en serio a individuos como Donald Trump, así que me pierdo la ironía. Prueben a imaginar a Rosalía cantando lo de Bad Bunny. En el capitulo de mejores álbumes Rosalia aparece en el puesto 10 y la lista la encabeza Bad Bunny. Pues eso.
APUESTAS DE CORAZÓN
Me atrevo a pronosticar que Omar Montes no va a aparecer en nuestras revistas y suplementos entre los mejores discos del año ni en la música urbana ni en el flamenco (aunque seguro que aparece como candidato a los Grammy latinos).
Veremos lo que dan de si las giras del año que viene. Parece que contraatacan los artistas anglosajones y que van a dejar pocos huecos en las grandes programaciones y muchos agujeros en los bolsillos. Nos gustaría que la giras de C Tangana, Rosalía o Cimafunk tengan continuidad y desarrollo y que los conciertos pequeños nos dejen grandes momentos y muchos agujeros en los grandes festivales que apuestan por los artistas anglosajones de siempre.
Y seguiremos hablando de flamenco, del clásico, del otro y del que está por venir.