Tina Turner, ¡gracias!
En 1981 Tina me firmó el disco con fecha. Ese era el compromiso: su regreso.
Hay artistas y canciones asociadas a la infancia de cada cual. Cuando me preguntan si me gustan más los Beatles o los Rolling Stones yo siempre contesto que la Credence Clearwater Revival. Hay artistas y canciones asociadas a la primera revelación musical de cada quién. La mía fue Tina Turner en una aparición en una serie de detectives cantando Proud Mary, la canción de la Credence que me llevó a otra dimensión, la de la música negra. Después de muchos años en esto uno nunca se acostumbra a tener revelaciones en todos los estilos. Cada noche, cada concierto.
En 1981 era un aspirante a periodista musical criado en la escuela del jazz y del flamenco del Johnny (Colegio Mayor San Juan Evangelista). Cuando apareció Tina Turner en el Palacio de los Deportes de Madrid me compré un carrete de diapositivas y me metí en el foso debajo de aquellas piernas. Hice migas con un fotógrafo y le pasé el carrete. Nunca supe su nombre, nunca publiqué las fotos, tampoco conseguí editar la revista con la que había conseguido la acreditación.
Pensábamos que Tina había desaparecido del panorama refugiada en un hotel de Las Vegas en un show para viejas glorias. Para nada, el concierto de Tina Turner fue volcánico sin concesiones, puro rock and roll. Aquel no era un concierto más, era una resurrección. Tina vestida con unas alas del ave Fenix resurgiendo del infierno matrimonial con Ike Turner.
El fotógrafo anónimo y yo fuimos a los camerinos donde Tina miró muy malamente la portada de un disco que le pedí que me firmase. En el primer instante pensé que era una grabación pirata, luego hizo un gesto de tachar con la uña la figura de Ike Turner, su exmarido, un maltratador según supimos más tarde. Tina le puso fecha a su firma. Ese era el compromiso, su regreso al mundo de los vivos.
TERREMOTOS EN LA PLAYLIST
Para la playlist buscamos mujeres que nos sirven de inspiración. Mujeres fuertes, independientes que hablan con la verdad en la garganta. Mujeres que están en nuestro entorno, que hablan nuestro idioma. Y entre medias se nos cuela Tego Calderón que regresa a la escena. Dolores Vargas recibió el alias en Nueva York cuando debutó con Sabicas en la tele americana, luego viajaba con canciones como La Piragua, de José Barros. Graciela Pérez, la hermana de Machito, se instaló en Nueva York y cantaba este Si Si, No No en las radios anglosajonas amparada en el exotismo de los afrocubanos. Fue a finales de los años 40. Un himno:
¿Qué es lo que tengo en la “chichi”?, ¡ay, mi chichi!
¡Está Frozen!
Mi cerebro es lo último,
mi cintura es lo último.
No me digan que lo último no sirve pa’ gozar.
Concha Buika estuvo en la Vegas en un show en el que hacía el papel de Tina Turner. Cuando la conocí en el Suristán de Madrid cantaba una de Nina Simone, pero ya estaba claro que había decidido no ser otra persona que ella misma. Ahora ha descubierto la música urbana a través de Rafa Pabón. ¡Hummm!
Me salen grabaciones históricas como Las D’Aida con la participación de nuestra querida Omara Portuondo. Reaparece Rosalía de visita en estos días. Recordamos a La Lupe con Mongo Santamaría y la recreación que hizo Nina Simone de la canción que Tina Turner puso en la cara B de Proud Mary. Nina se lleva la canción a otro lugar gracias a las congas de Don Alias. Recordamos la voz de Ike Turner y a Las Grecas proclamando No No, Nanay y los versos más demoledores de la noche interpretados por Fernanda de Utrera:
¿Qué quieres de mí?
Si hasta el agua que yo bebo
te la tengo que pedir.
¿Os acordáis del Malamente de Rosalía? Pues sigue hablando de eso, de violencia machista. Si no saben quién es Celeste Mendoza, están en el sitio correcto para conocer a la reina del guaguancó que en su primer disco también hace vibrar por dentro y por fuera:
No te voy a querer… para que sufras.
Llegan Bernarda (con Fernanda) y canta una de Manuel Alejandro que escribió para Rocío Jurado. La Mala Rodríguez levanta la voz sobre un sampler de El Watusi, de Ray Barretto. Llega María Jiménez y brama: Se Acabó, y parece que nunca se acaba el horror.
La africana Angelique Kidjo grabó recientemente un homenaje a Celia Cruz en la que incluyó un clásico de la música afro peruana con Tony Allen (el constructor del afrobeat), y lo encadenamos con el montuno de Celia Cruz en su primer concierto con la Fania All Stars. Ya saben que ese concierto apareció como Live at the Yankee Stadium, aunque en la letra pequeña se avisa que lo de Celia se grabó en el Roberto Clemente de Puerto Rico. Más detalles en La Hora Faniática de José Arteaga.