Hasta la Raíz #10
El último atajo del año a la nueva raíz.
Última excursión global que hacemos este 2021 con esta sección que inauguramos la pasada primavera y en la que, cada mes ininterrumpidamente, os hemos presentado algunas de las propuestas más singulares a la hora de utilizar códigos de la música tradicional de casi cada territorio del mundo desde una perspectiva contemporánea. Eso hacemos para cerrar el año en un viaje transatlántico en globo y barcos imaginarios que van desde Holanda a Sudáfrica, de Palestina a Alemania, de la frontera argentino-paraguaya a la afro-marroquí, de los cantes que van del flamenco a la salsa a las profundidades del folk vasco.
Synapson & Bab L’ Bluz – Waylalah (UN *DEUX Remix)
Existía un punto ciego entre el deep house más disco-funk y la raíz afromarroquí. Ese punto ciego ha sido la alianza a tres que han impuesto los franceses Synapson al beat y el combo Bab L’ Bluz, que han conseguido crear un imaginario tan cerca del espíritu setentero de Habibi Funk como del ñu disco más futurista y el groove más global.
YĪN YĪN – Nautilus
Ya podéis venir a hablar de apropiación cultural si queréis; pero hay una realidad que se impone cuando la música que haces consigue trascender cualquier mirada. Eso es lo que el combo holandés impone a la hora de recuperar el espíritu de la música del sureste asiático, combinándola con una psicodelia tan cerca de Khruangbin como de Frank Zappa, casi como en un ejercicio de Motown nipona pero en el Siglo XXI.
Web Web & Max Herre & Mulatu Astatke – Meskel Flowers
Desde la propia genética que los vio nacer hace ya casi ocho años, cuando el rapero alemán Max Herre y el pianista italo-alemán Roberto Di Gioia se juntaron por primera vez, se intuía por dónde irían los tiros de Web Web: en la deconstrucción del jazz y en el encuentro, desde las grietas, con tradiciones olvidadas, con una música de incidentes, de paisajismos transversales. Ya si encima se suma el rey del jazz étnico, el etíope Mulatu Astatke, al vibráfono, apaga y vámonos. Bueno, no, mejor enciende.
Laila Al Habash - Gelosa
Mitad italiana, mitad palestina, Laila Al Habash es una de las rara avis con las que el cada vez más versátil circuito pop italiano nos ha regado este año. El culpable es un álbum debut de pop con algunas inyecciones de música oriental, unas melodías absolutamente redondas y un imaginario en donde el r&b, la electrónica y el neo-soul de bajos más funkys elevan el proyecto de esta jovencísima artista de 23 años a revelación absoluta.
Pupy y Los Que Son Son – La Fiera
Icono del piano cubano, César Pupy Pedroso atravesó la época dorada del son y la salsa cubana: aquella que lo llevó a formar parte durante años de bandas fundamentales como la Orquesta Revé o Los Van Van. Sin embargo, fue a principios del corriente siglo, tras atravesar la segunda mitad del Siglo XX en aquellas célebres agrupaciones, que dio a luz a Pupy y Los que Son Son, con quienes ha firmado algunos de los mejores álbumes de son y salsa y con los que ha entregado este 2021 un ejercicio centrado en el ritmo: Re-Percusión, que guarda joyas como esta La Fiera.
BALTHVS – Solar
Manteniendo cierta conexión con el imaginario psicodélico de Khruangbin pero llevándolo a un terreno más cerca de la psicodelia tropical instrumental, el trío colombiano BALTHVS nació un par de meses antes de la pandemia pero eso no les impidió convertirse en uno de los proyectos más brillantes y transgeneracionales de los últimos casi dos años. Así lo han demostrado en 2020 con el cósmico MACROCOSM de su debut, y así lo están dejando claro en las nuevas canciones que han publicado este año, de vocación luminosamente oriental.
Kususa & Argento Dust & NaakMusiQ & Zahara – Abantu Bakho
Ni folktrónica ni neoafricanismo ni house negro ni todo lo contrario. Hay un poco de todo pero, sobre todo, hay un lenguaje absolutamente propio en la música del dúo sudafricano Kususa, que se alían con sus compatriotas Argento Dust, NaakMusiQ o la multipremiada Zahara, fenómeno de la música sudafricana, en un ejercicio en donde los pianos abiertos, el canto de raíz y las melodías pop se funden en un ritual colosal de ritmo épico.
Tanxugueiras – Terra
Ya va siendo hora que las diferentes lenguas cooficiales de España estén representadas en todo el mundo. De todas ellas, la gallega ha hecho méritos suficientes en los últimos años gracias a proyectos musicales cuya internacionalización está confirmando su escena como una de las de mayor riqueza musical y cultural del estado. La última prueba de ello la tienen Tanxugueiras, una de las agrupaciones más importantes de la nueva música tradicional ibérica, y firmes candidatas a ser las representantes de España en Eurovisión. No hay fronteras.
Orquesta Galega de Liberación – E Agora, Algo Completamente Diferente
Parece un caos… y lo es. ¿Cómo llevar la idea de free jazz a una orquesta de más de quince músicos en las que el pálpito y la intuición va llevando de un lado a otro la música? Hay mucho de ciclotimia, de música incidental, de verso libre, de colisión entre jazz, música melódica, canción popular latinoamericana y banda sonora de película imaginaria. Como muestra, una de las canciones más adictivamente caóticas del álbum en directo que acaban de presentar, el segundo que publican este año.
Olumo Soundz – Chasin
El afrobeat no entiende de fronteras, y de ahí que sea precisamente desde Suecia desde donde emergen Olumo Soundz, un combo de doce músicos que recuperan el espíritu de la música highlife de Fela Kuti pero desde una óptica más cercana al jazz fusión y a la música progresiva. Así lo han dejado claro en U.N. (United Nonsense), un debut que exporta gemas como la acelerada y bailonga Chasin.
Masilva – Aguaepanela Fantástica
Se define como un electrovador que compone canciones bailables y espaciales inspiradas en la tradición folclórica latinoamericana y los sonidos globales, y no le falta razón a este colombiano que acaba de poner en circulación Entre Bacanería y Barbarie, un álbum en el que el pop de autor se funde y confunde con la tradición del currulao, el son, el bullerengue o la cumbia, como demuestra en Aguaepanela Fantástica que nos bebemos de buena gana.
Monstruos del Mañana – Pensacola
La música introspectiva y oscura se puede bailar. Así lo demuestra el quinteto mexicano Monstruos del Mañana, que con un empaque oscurantista casi post-apocalíptico, entremezclan garage-pop y música tropical con secuencias electrónicas y una psicodelia espacial reverberantemente bailonga. Una suerte de música latina de ciencia ficción para secuenciar los bailes rituales más oscuros.
Dos Santos – A tu lado
Latinoamericanos en Chicago. No es el título de un programa de DMAX o Divinity, es la genética del quinteto Dos Santos que consiguen empoderar el concepto de música latina transfronteriza en un proyecto con muchísimo poso de la música popular de la América Latina, pero guardando gran relación con un imaginario que se mueve entre Radiohead y Santana, entre Quantic y Tame Impala, entre Lucha Reyes y Stereolab.
Miguel Poveda & Alain Pérez – Triana, Puente y La Habana
La voz masculina más importante del flamenco de las últimas dos décadas con la voz más importante de la salsa cubana de las dos últimas décadas. El catalán Miguel Poveda y el cubano Alain Pérez no sólo se dan la mano: se dan el cante de ida y vuelta en esta Triana, Puente y La Habana que viaja de un lado al otro del Atlántico para este flamenco-salsa-fusión espectacular.
Korrontzi – Lurra (feat. Aziza Brahim, Stefano Saletti, Kristina Aranzabe & Leire Berasaluze)
Pilar fundamental de la recodificación de la música tradicional vasca, Korrontzi es el proyecto que, desde hace casi dos décadas, lleva comandando Agus Barandiaran con la trikitixa (el acordeón diatónico vasco); pero también sirviéndose de una amplia instrumentación tradicional y de un imaginario que ayuda a actualizar el sonido de la música tradicional euskaldún. En su nuevo EP hay maravillas corales como esta Lurra.
Yacaré Manso – Muchacha (ojos de papel) (feat. Enzo Demartini)
Gestor cultural, divulgador musical radiofónico, director de un sello que edita música callejera y, por sobre todo eso, uno de los símbolos del nuevo chamamé, un estilo popular argentino centrado en el acordeón que bebe de la tradición fronteriza con Paraguay y que conecta con códigos de un lado y otro de la frontera de Corrientes con el país guaraní. Su nuevo álbum lleva junto a ilustres músicos como Ricardo Mollo, Loli Molina o Hilda Lizarazu, entre otros y otras, parte del cancionero fundamental del rock argentino a los códigos y la sonoridad del chamamé. Entre esas canciones, clásicos de Sui Géneris, Moris, Fito Páez, Virus o esta Muchacha (ojos de papel), el hit más trascendental e influyente de Almendra, la primera banda de Luis Alberto Spinetta.