Kiko Mendive

Por más de sesenta años, este peregrino del arte caribeño labró una carrera artística donde la gloria y los sinsabores se dieron la mano y que con motivo del centenario de su nacimiento hemos querido recordar.

Cecilio Francisco Mendive Pereira nació el 22 de noviembre de 1919 en La Habana, en el céntrico barrio Los Sitios. Su padre tabaquero de oficio, sería el encargado de velar por su bienestar, ya que a los cinco años de edad quedó huérfano de madre. Desde niño mostró sus inclinaciones musicales, ganándose entre sus vecinos, el apodo de “rumbita” por la manera de emitir sonidos guturales a modo de percusión, a la par que improvisaba pasos de baile mientras recorría las calles de su barrio.

Sin embargo, su padre intentó ahuyentar su pasión por la música, obligándolo a trabajar en áreas ajenas a esta, primero como repartidor de correos y luego como ayudante de mecánica en los talleres de la Ford Motors, para finalmente ganarse la vida como repartidor de comida, oficio con el cual conectó rápidamente con el quehacer musical, ya que mientras entregaba los pedidos en los teatros y cabarets de la ciudad, aprovechaba de ver los espectáculos y relacionarse con los artistas, siendo esta la vía por la cual realiza su debut sobre los escenarios, realizando una suplencia al cantante Vicentico Valdés, en el Edén Concert.

MÉXICO Y SU CONSAGRACIÓN

Para principios de los años 30, Kiko era un adolescente que ya había conformado junto a sus amigos del barrio un septeto al que llamaron Caribe, así como también realizaba esporádicas actuaciones en centros nocturnos de La Habana, no obstante  la oportunidad de su vida le llega a los quince años, cuando la compañía de danza a la que pertenecía es invitada a realizar una gira por México, partiendo del puerto de La Habana en el barco Monterrey, junto a figuras como el conguero Clemente Chicho Piquero.

Una vez en México las actuaciones iniciaron por las diversas provincias de la república, hasta llegar al Distrito Federal, donde debutaron en el Teatro Lírico, obteniendo un rotundo éxito, debido a que era la primera compañía afrocubana que visitaba al país azteca.

Finalizado el contrato, aquella compañía se disolvería, regresando a Cuba varios de sus integrantes, mientras que otros se quedaron a probar suerte en México, entre ellos el joven Kiko, quien por ser menor de edad estaba bajo la responsabilidad del director de la compañía y este por razones sentimentales extendería su estadía de manera indefinida.

Dada sus habilidades para entablar amistad, su conexión con el mundo del espectáculo mexicano fue rápido, actuando como bailarín en diversas carpas de la capital, hasta lograr debutar como cantante en el Teatro Colonial, donde debido a lo novedoso de su estilo logró calar en el gusto del público. Cuando yo llegué a México no había nadie, y si había, tenían la música tropical un poco atrasada. Cuando llegué a México, todavía se cantaba: Manicero, maniiiii… y ya había otras cosas. Entonces Cuba se identificaba por la maraca en la mano, la guarachera y el escenario era una palma, un cocotero. Entonces yo llegué con otra onda: movimiento, y brincaba, intranquilo, lo mío era distinto, relataba el propio Mendive en una entrevista de 1995.

Gracias a la popularidad alcanzada en estas presentaciones, el célebre compositor Agustín Lara lo recomendó con el empresario Vicente Miranda, dueño del cabaret El Patio, el centro nocturno de mayor prestigio de la ciudad de México y donde actuaría por once años y donde consolidó su nombre y su estilo. Mi carácter nunca cambió. El dueño del cabaret me decía: ¡mire señor Mendive! Le voy a agradecer cuando usted venga a trabajar aquí, no atraviese el salón, se va por los lados por donde pasan los artistas. Yo usaba unos sacos larguísimos, y unos colores, vestido de smoking, era horrible, el tipo nunca pudo dominarme, llegó un momento que no me decía nada.

Mientras se presentaba en este cabaret, su peculiar manera de bailar llamó la atención de varios productores cinematográficos, y en 1943 fue incluido en el elenco de cuatro películas del llamado cine de rumberas. La primera de ellas, Noche de Ronda, cuyo argumento estaba inspirado en la canción de Agustín Lara. Luego, Konga Roja, de Alejandro Galindo; Balajú, de Rolando Aguilar; y Cruel Destino, de Juan Orol, todas ellas protagonizadas por María Antonieta Pons, recayendo en Kiko la creación de coreografías para la vedette.

A medida que se incrementaba la popularidad de estas películas musicales, de tramas con tintes melodramáticos, entrelazadas con canciones románticas y caribeñas, el nombre de Kiko Mendive se hizo cada vez más frecuente en los elencos, compartiendo créditos con figuras como Pedro Armendáriz, Toña La Negra, Pedro Vargas, Luis Aguilar y sus compatriotas Ninón Sevilla, Amalia Aguilar y María Antonieta Pons, llegando a filmar 33 películas durante su estadía en México.

Para 1944, Mendive debuta en el ámbito discográfico de la mano del Jibarito Rafael Hernández y su orquesta, grabando para la compañía RCA VICTOR las guarachas Mujeres celosas y Adiós Caridad, ambos temas del propio Hernández. Posteriormente pasaría a grabar con el sello COLUMBIA, empresa con la cual realiza la mayoría de sus grabaciones. Entre las que lograron mayor popularidad se encuentran: El caballo y la montura, con el Conjunto de Silvestre Méndez, la guaracha Chinito, chinito, junto a la orquesta de Ismael Díaz, El llaverito de moda con la agrupación de Homero Jiménez, y Macatalina y El baile del sillón, con Arturo Núñez y su orquesta, ambos temas con arreglos de Dámaso Pérez Prado.

PÉREZ PRADO Y UNA PROMESA INCUMPLIDA

Para finales de los años 40, Kiko Mendive se había consolidado en México como la máxima figura de la música afrocubana, posición que le permitió dar la mano a varios de sus coterráneos, entre ellos Dámaso Pérez Prado, el futuro Rey del Mambo.

La relación entre Pérez Prado y Kiko Mendive se inició en La Habana, en un viaje que hiciera Mendive para contratar a Prado como arreglista de varios de sus temas; oportunidad que aprovecharía el pianista para mostrarle su deseo de irse a México en busca de mejores oportunidades de trabajo. A su regreso a México Kiko movería todos sus contactos para lograr insertarlo en la escena mexicana, por lo cual tomó la decisión de llevarlo por cuenta propia, esfuerzo que no daría frutos. Sin embargo, meses después, en un tercer viaje promovido también por Mendive y con la ayuda de Ninón Sevilla, logró incluir a Prado, en la película Coqueta, dirigida por Fernando Rivero y estelarizada por la propia Sevilla.

Con el estreno de la película, Kiko sería requerido para realizar presentaciones en el teatro Puerto Rico de la ciudad de New York, momento que aprovecharía para llevar a Pérez Prado como pianista, siendo en esta ciudad donde, según los relatos de Mendive, surge a sugerencia suya la idea del mambo: Un día de descanso fuimos a ver al director de orquesta que se llamaba Stan Kenton… él metió mucho lo latino y las trompetas por allá arriba y entonces yo le digo: Mira Prado si tú agarras y sacas la palabra esa que tú pones abajo; mambo y metes un ritmo con ese nombre y a este estilo, ¿no crees tú que funcionaría?

Meses después de aquellas presentaciones en New York, Prado regresaría a México para participar en otra película, coincidiendo con una gira por varios países de América, a la cual no podía llevar al pianista por razones de presupuesto. Sin embargo, antes de partir Mendive conversaría con Pérez Prado pidiéndole que cuando formara su orquesta en suelo mexicano le avisara, para él integrarse a ella; acuerdo que quedaría sellado entre dos amigos y que nunca se cumpliría.

Estando Mendive por finalizar su gira en Curazao, escuchó casualmente un disco con un mambo, por lo que al conocer que la orquesta de aquella grabación era la de su amigo Pérez Prado, apresuró su retorno a México para conversar nuevamente con él e incorporarse a la orquesta. Pero para entonces Prado había incluido en su agrupación al cantante Aurelio Yeyo Estrada, decisión que desmoralizó a Kiko y lo llevaría a romper la amistad con Pérez Prado.

Sin embargo, meses después de aquella última conversación como amigos, por insistencia de Mariano Rivera Conde, director artístico de la RCA VICTOR, Mendive y Pérez Prado se unirían para grabar dos discos de 78 RPM, con los temas La camisa de papel y Apúrate, el 12 de diciembre de 1950; y México lindo, registrado el dos de enero de 1951.

Posterior a este inconveniente, la estadía de Kiko en tierra mexicana empezaría a resultarle insostenible y, según referiría el mismo, tomó la decisión de dejar el país, motivado por un conjunto de decepciones: Grabé con él (Pérez Prado) y estuve un tiempo en México, pero ya yo me sentía incómodo, porque me vino el problema del divorcio de mi primera esposa, después el desengaño con Prado, y ya yo no era el mismo. Yo salía con el carro y a cada rato la policía me estaba parando, me volaba los altos y llegaba tarde a los compromisos. Entonces me dijo el representante mío: Mi hermano usted tiene dos caminos, se compone, o se va. Y entonces en un lugar de los hechos, es muy difícil componerse, porque estás metido en el mismo ambiente donde te ha pasado todo, entonces pedí un permiso donde yo trabajaba, y entonces me fui.

Sin embargo, más allá de las razones esgrimidas por Kiko, se encontraba una realidad paralela: el mundo artístico que lo había llevado a la popularidad, se desmoronaba poco a poco, a consecuencia de los cambios tanto en las temáticas del cine mexicano de los años 50, así como en el surgimiento de nuevas figuras de la música, que, en definitiva, lo habían puesto en una posición de vulnerabilidad, por lo que decide 1956 abandonar México para no regresar jamás.

VENEZUELA SU ÚLTIMA PARADA

La relación de Kiko Mendive con Venezuela, se inició en agosto de 1948 cuando visitó el país sudamericano contratado para una serie de presentaciones, que incluyeron actuaciones en Radio Continente, el parque de atracciones Coney Island y el salón del hotel Majestic, siendo acompañado por la orquesta de Filo Rodríguez y el Conjunto Rubalcaba.

En 1956 Kiko Mendive llegaría a Caracas para establecerse de manera definitiva. En aquella oportunidad cumplía un contrato para actuar junto a la orquesta de Luis Alfonso Larraín en el programa Media Jarra Musical, transmitido por Radio Caracas Televisión. En dicho espacio daría los primeros pasos como comediante.

El destino musical de Mendive en Venezuela, estuvo asociado a agrupaciones de alto nivel, como las orquestas de Jesús Chucho Sanoja, Aldemaro Romero, Eduardo Cabrera y Porfi Jiménez. Sin embargo, su presencia en el ambiente musical venezolano no logró alcanzar el brillo que ostentó en la escena mexicana. No obstante, varias de las grabaciones realizadas con estas agrupaciones, llegaron a calar en el gusto del público, como la guaracha Los monos, junto a Chucho Sanoja, y La calambrina, un twist interpretado junto al humorista Beto Parra y el respaldo de Porfi Jiménez. En lo personal, Mendive fue muy reservado para hablar de esa parte de su vida, por lo que solo se conoce que logró establecer un nuevo hogar junto a una dama venezolana, con quien procrearía cinco hijos.

Su actividad musical poco a poco fue cediendo ante su faceta como actor cómico, labor que desarrolló por más de treinta años en el programa Radio Rochela, transmitido por Radio Caracas Televisión. En 1987 publicó su ultimo material discográfico bajo la dirección de Carlos Guerra y el percusionista Luis Tata Guerra. Dicho disco fue editado de manera independiente, por lo que pasó desapercibido en la programación radial de la época.

El miércoles 5 de abril del año 2000, en un hospital público de Caracas, la vida de Kiko Mendive se apagó a consecuencia de un enfisema pulmonar, dejando como legado su alegría convertida en arte.

Playlist

1. Kiko Mendive y Orquesta de Silvestre Méndez - Negro bonito
00:00:14
2. Kiko Mendive y Conjunto de Silvestre Méndez - Hay que inventar
00:03:02
3. Kiko Mendive y los comienzos en Cuba
00:05:39
4. Kiko Mendive y Silvestre Méndez y su Conjunto - El caballo y la montura
00:06:30
5. Kiko Mendive y su llegada a México
00:09:36
6. Kiko Mendive y Orquesta de Silvestre Méndez - Pin Pon
00:10:15
7. Kiko Mendive y el cabaret El Patio
00:12:42
8. Kiko Mendive y Orquesta de Homero Jiménez - El llaverito de moda
00:13:30
9. Kiko Mendive y encuentro con Pérez Prado
00:16:31
10. Kiko Mendive y Orquesta de Arturo Núñez - El baile del sillón
00:18:15
11. Kiko Mendive y decepción con Pérez Prado
00:21:12
12. Kiko Mendive y Orquesta de Arturo Núñez – Macatalina
00:23:59
13. Kiko Mendive y grabaciones con Pérez Prado
00:26:40
14. Kiko Mendive y Pérez Prado – Apúrate
00:27:01
15. Kiko Mendive y la grabación de Camisa de papel
00:29:49
16. Kiko Mendive y Pérez Prado - Camisa de papel
00:30:24
17. Kiko Mendive y su salida de México
00:34:04
18. Kiko Mendive y Orquesta de Chucho Sanoja - Los monos
00:35:05
19. Kiko Mendive, Manolo Monterrey y Orquesta de Chucho Sanoja - Contrapunteo Manolo vs Kiko
00:38:42
20. Kiko Mendive y Orquesta de Tommy Sanoja - Cayetano baila
00:41:32
21. Kiko Mendive, Beto Parra y Orquesta de Porfi Jiménez - La calambrina
00:43:55
22. Kiko Mendive y Sonora Caracas - La gorda
00:46:02
23. Kiko Mendive y Sonora Guantanamera - Que buenas que malas
00:48:40
24. Kiko Mendive y Sonora Guantanamera - Buburú babará como está Miguel
00:53:15

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