Juanito Márquez y Omara Portuondo

Rehuyo los criterios absolutos al valorar el recorrido vital de un músico, pero en el caso de Juanito Márquez, la tentación a hacerlo se acerca a la justicia. Instrumentista virtuoso, arreglista dúctil y a la vez creativo, compositor inspirado, hombre de vasta cultura, moderno y sabio a la vez, de una pasión sin límites por la música; alguien que, muchos lo dicen, se empeña en esconder todo esto tras una modestia que se siente sincera.

Ya me dirías tú cómo lo llevarías, si en tu hoja de servicios a la música, pudieras exhibir hechos, de los cuales Juanito Márquez habla como si con él no fuera, cuando en realidad, lo hacen considerarlo, sin equívocos, como uno de los músicos cubanos más importantes del Siglo XX por las grandes contribuciones que ha aportado a la música cubana y latina.

La guitarra es su instrumento y es su vida, y en perfecto tándem con su privilegiado cerebro se convierten ambos en el verdadero instrumento que pulsa la creatividad y la imaginación de Juanito Márquez, junto a su capacidad para asimilar estilos y tendencias más actuales en cada momento, y llevarlos siempre, en sus composiciones y arreglos, a un estadío superior. Su vasta cultura musical, que comenzó a acumular desde sus años adolescentes le ha permitido imprimir a su trabajo un sello personal, donde se advierte vibraciones que pueden venir de cualquier parte: bebe lo mismo de las músicas populares o tradicionales de otros países, que del clasicismo más acendrado, pasando por el legado del jazz, el pop estadounidense y la canción francesa.

Siempre ha reconocido lo mucho que le valió nacer en Holguín, en una familia musical. Su padre –tocaba guitarra clásica, mandolina, violín y era director de banda–, sus cinco hermanos tocaban algún instrumento y la música nunca la sintió como una imposición, sino como parte del ambiente que propiciaba el carácter de su padre y sus métodos persuasivos para la exigencia. Holguín, ciudad en el norte del Oriente cubano, ha sido siempre tierra de cantantes y músicos. Todo esto debió influir para que en 1948, con escasos diecinueve años, Juanito comenzara como guitarrista y a hacer sus primeros arreglos en la orquesta insignia de Holguín: los Hermanos Avilés, una de las orquestas de música popular más antiguas de Latinoamérica.

En Holguín, en sus años en el instituto de segunda enseñanza, compone Alma con alma, un canto al amor juvenil que perduraría a su lado para siempre. Lejos estaba de imaginar que sería ese bolero su obra más grande y popular como compositor, primero en la voz de Tito Gómez con la orquesta Riverside, que la convierte en un clásico del bolero cubano; luego por cantantes tan disímiles como la intimista Elena Burke, el melódico Orlando Vallejo o los enérgicos Adalberto Santiago con Ray Barretto; en cuyos sonidos –tampoco lo imaginó Juanito–, llegaría a Hollywood décadas después, en 1993, en la banda sonora del filme norteamericano Carlito’s Way, de Brian de Palma.

Aún vivía en Holguín, era el inicio de los años 50 cuando Juanito escuchaba con mucha frecuencia el programa que animaba Bebo Valdés con una tremenda orquesta en la RHC Cadena Azul. Eran los tiempos en que Bebo experimentaba con el batanga y Juanito, entusiasmado, decidió compartir con Bebo un tema instrumental que había compuesto, inspirado en los carnavales holguineros: La feria de los siglos, que alineaba dentro del estilo de obras que ya venían escribiendo Mario Bauzá, Chico O’Farrill, el propio Bebo y otros compositores desde finales de los años 40 y que todavía faltaba por darle el nombre de latin jazz.

Bebo con su orquesta lo grabaría años después en el LP Cuban Latin Party (Everest), pero en ese momento leyó la partitura enviada, le gustó, y desde La Habana telefoneó a Juanito y lo alentó para que dejara el campo y viajara a la capital. Para el holguinero que comenzaba en la música, fue un gran estímulo que un músico ya establecido y famoso como Bebo valorara su trabajo.

En 1952 se fue para La Habana y comenzó a recibir algunos encargos como arreglista, con los que tuvo éxito: gustó la versión de Tabú (Margarita Lecuona) que arregló para la Orquesta de la CMQ, dirigida por Enrique González Mantici. Una imaginativa versión de la ópera El Barbero de Sevilla (Gioachino Rossini) para la que escribió la letra y los arreglos, y se hizo muy popular y exitosa por la Orquesta Riverside. Los medios de prensa se encargarían que no dejar dudas que Juanito Márquez era el responsable de ese singular cha cha cha operístico.

En un momento en que en Cuba se distingue un grupo de importantes y solicitados arreglistas, Juanito Márquez hace parte de él, colaborando con varias orquestas y principalmente con la Riverside, para la que hizo arreglos durante varios años. Como compositor, escribió no solo boleros sino también guarachas y chachachás que se hicieron populares, y a la vez resultaron novedosos por sus avanzadas orquestaciones. Entre los que le grabara Tito Gómez con la Riverside en los años 50 se recuerdan Pituka la bella –el primer tema que le graban, en 1953–, Se fue mi ilusión, Es tu ternura, Ni tus piernas ni tus ojos, Naricita fría, El pellizquito, entre otros. Juanito experimenta también con el jazz y con ritmos latinoamericanos.

Fundó en 1958 la orquesta Alta Fidelidad y después entró en la moda de los combos y experimentó con este formato en el Siboney. En esa etapa final de los años 50 trabajó con Israel López Cachao, Nilo Argudín, Guillermo BarretoRafael Somavilla, verdaderos pesos pesados en el panorama musical cubano. Aquí comenzó una etapa importante y vital del trabajo de Juanito Márquez en Cuba: hizo arreglos para Pacho Alonso y Enrique Bonne, Julio Gutiérrez y los boleristas Blanca Rosa Gil y Luis García. Compuso temas para los cuartetos Voces Latinas y Las Hermanas Valdivia.

Grabaciones en Cuba. El ritmo pa-cá

A comienzos de los años 60 el guitarrista holguinero realizó grabaciones para el sello Rosy, que podrían significar su debut como artista principal en el mundo del disco. De ellas se conoce un raro disco de 45 rpm bajo el nombre de Juanito Márquez y su Descarga, con dos temas de su autoría: la bachata Ye que te y el montuno Estribillo.

A finales de 1960 grabó para el sello Velvet Cuba Sax Cha Cha, su primer trabajo como artista principal al frente de una orquesta de all-stars cubanos, con un repertorio de temas imprescindibles y algún standard de jazz. En la segunda mitad de los años 60 registró el LP Juanito Márquez y su Combo (Areíto), un trabajo experimental de latin jazz con este pequeño formato donde su guitarra es solista indiscutida. El sello Areíto publicaría también al menos dos extended-play de Juanito Márquez y su combo: Combo cubano y La comparsa.

Pero algo importante estaba ocurriendo con el guitarrista holguinero a finales de 1964: un ritmo que mezclaba joropo, merengue y mucho sabor a son oriental fue estrenado por la orquesta Hermanos Avilés, y luego replicado en versiones de la Orquesta Aragón, la de Neno González, Roberto Faz y su Conjunto y hasta Pello el Afrokán, en versión agitprop. Poco después en Nueva York, Roberto Torres la cantaría y grabaría con la Orquesta Broadway. Era el ritmo pa-cá, creado por Juanito Márquez, que fue bailado y gozado de un extremo al otro de la isla con el tema Arrímate pa’ca.

La noche habanera se rendía ante el encanto del ritmo creado por Juanito Márquez, quien por ese tiempo era el director musical del cabaret Caribe del hotel Habana Libre. Escribió la música del show Ven pa-cá, con guión de Silvano Suárez y la dirección orquestal en la batuta de Carlos Faxas. En ella daba preeminencia a la percusión con bongó, güiro, paila y tumbadoras en las que no solo utilizaba el parche, sino también el cuerpo del instrumento mediante golpes con las claves. Solo faltaba el modo de bailarlo y los conocidos bailarines Maricusa Cabrera y Orlando Beltrán se encargarían de diseñar los pasos y poner el ritmo en sus cuerpos.

El ritmo pa-cá, en todo caso, no hacía más que reafirmar lo certero de las ideas de Juanito en torno a las posibilidades que ofrecían las músicas populares para, con arreglos contemporáneos, ser aceptadas, en particular por el público bailador. El LP Arrímate pa’cá (Areíto) recogería los temas que Juanito hizo populares en ese momento y otros que mostraban el trabajo con su combo, que gravitaba siempre entre lo tradicional cubano, el jazz y el incipiente pop cubano en el que Márquez, sin dudas, dejó huella.

De su trabajo junto a Juanito Márquez en aquellos meses del cabaret Caribe, hablaría siempre Juan Formell, creador de Los Van Van, reconociendo en Márquez no solo el aprendizaje y las enseñanzas, sino también la confianza que depositó en él, un joven y desconocido bajista, al aceptar los arreglos que le proponía y la posibilidad de ayudarle en ensayos de la orquesta. Formell siempre destacaría la influencia que en su obra ejerció su tocayo guitarrista.

Juanito Márquez salió de Cuba en 1969 y antes dejó grabados algunos discos de 45 rpm y un LP con la orquesta Hermanos Avilés, primer disco de la legendaria formación holguinera, que debió esperar 75 años para lograr un registro fonográfico y lo conseguía gracias a la influencia de su coterráneo.

En España su primer trabajo fue sustituir en un concierto al guitarrista habitual del cantante Raphael. Su amigo, el director y productor Ernesto Duarte le avisó, le llevó a una tienda y le proveyó una guitarra eléctrica (sus instrumentos le fueron incautados en Cuba, como requisito para salir del país). Después vendría una sesión de grabación de tangos con Carlos Montero, entonces representante de la RCA. No se le conocía como arreglista, y debió tocar en muchas sesiones como guitarrista y bajista. Y de inmediato, comenzaría su fructífera etapa de seis años en Hispavox, uno de los sellos más potentes en ese momento en España, donde reemplazaría al arreglista principal Waldo de los Ríos, que ya se adentraba en una carrera exitosa con sus versiones instrumentales de los grandes clásicos.

Su trabajo fue reconocido por Juan Carlos Calderón, uno de los grandes compositores y productores de la época dorada del pop español. Juanito hizo arreglos y tocó la guitarra en todos los álbumes que en la década de los años 70 grabaron Julio Iglesias y el grupo Mocedades; también con Raphael, Rocío Jurado, Alberto Cortez, Paloma San Basilio y muchos otros. En 1972 Hispavox le grabó dos disímiles LPs, que incluyeron la asimilación de géneros y estilos foráneos a ritmos latinos: Márquez Pa-Cá, Valses y Polkas, los únicos de su discografía personal producidos en España.

Fue una época muy fructífera para el cubano, pero por razones familiares, decidió radicarse en Estados Unidos, en 1977. Llegó en el momento ideal para hacer valer su experiencia y su asimilación de las cambiantes tecnologías que marcaba la record industry.

En Estados Unidos

Como arreglista y productor musical Juanito Márquez influirá en la música que se haría en Miami y que definiría su latin sound a partir de la segunda mitad de los años 70. En 1985, Miami Sound Machine lanzará su álbum Primitive Love (Epic), que revolucionará no solo el sonido de Miami sino el modo de percibir la música latina en la era del pop. La guitarra de Juanito Márquez sonará en el tema insignia del disco: Conga, donde participó también en sus arreglos y mezclas, y llevará al pianista cubano Paquito Echevarría a hacer el solo de piano, que define el inconfundible tumbao. Además, Juanito arregló los cortes Mucho money y Movies.

La huella de Juanito Márquez estará también en el crossover que hace Willy Chirino en 1985 con San Zarabanda, de la que fue co-autor y arreglista y muchos menos que en el pop, dejará algunos trabajos en el ámbito de la salsa, como es la producción del LP Ay, se pasó Laserie, del cubano Rolando Laserie (Caiman Records), Cheo Feliciano y otros.

Como guitarrista, apareció en discos de Celia Cruz (Azúcar Negra, RMM Records); Paquito D’Rivera (Paquito D’Rivera Presents 40 Years Of Cuban Jam Session, Messidor ), donde compuso, dirigió y tocó la guitarra, con un solo espectacular en el tema Fifty-Fifty; Frank Sinatra (Frank Sinatra ‎– Duets II, Capitol Records), en el dúo con Antonio Carlos Jobim; Arturo Sandoval (Dance-on (Danzón), GRP) donde tocó el tres en el corte Guaguancó; Cachao (Masters Sessions. Vol.I, Crescent Moon) en los cortes El son no ha muerto, Mi guajira y A gozar con mi combo; entre otros muchos.

Su trabajo con el binomio Estefan continuó durante estos años, y su punto culminante lo tuvo en la producción del álbum Mi tierra (Epic ), de Gloria Estefan y producido por Clay Oswald, Emilio Estefan Jr. y Jorge Casas. Juanito Márquez fue decisivo en los resultados alcanzados por este disco, en el que sus arreglos alcanzan a once de los doce temas, además de guitarrista en todos y de ser el autor de los cortes Ayer, ¡Sí señor! y Montuno.

Uno de sus más recientes trabajos, le devolvió a sus años juveniles, al vínculo inicial en la música con Bebo Valdés, cuando Fernando Trueba y Nat Chediak le invitaron a escribir la letra de la canción Lili, sobre el tema instrumental compuesto por Bebo para el filme Chico y Rita (2010).

En cualquier caso, a sus 91 años, la vida musical de Juan Rafael Márquez Urbino, Juanito Márquez, resulta impresionante: abordó todos los géneros posibles, desde el clasicismo hasta los géneros más autóctonos cubanos y latinoamericanos, pasando por el latin jazz y el pop. Su nombre está asociado a momentos cruciales de la música cubana y de Iberoamérica. Su contribución a la guitarrística en estos géneros es relevante y si esto no bastara, figurar entre los más notables compositores y arreglistas cubanos, hace sentir que sin su nombre, la música latina estaría incompleta.

Juanito Márquez "bebe lo mismo de las músicas populares o tradicionales de otros países, que del clasicismo más acendrado, pasando por el legado del jazz,  el pop norteamericano y la canción francesa".

Playlist

1. Miami Sound Machine con Gloria Estefan - Conga
00:00:10
2. Tito Gómez y Orquesta Riverside - El barbero de Sevilla
00:04:22
3. Juanito Márquez y su Combo - Llavimaso
00:07:05
4. Elena Burke - Alma con alma
00:09:18
5. Bebo Valdés y su Orquesta - La feria de los siglos
00:12:26
6. Omara Portuondo - Como un milagro
00:15:50
7. Orquesta Broadway canta Roberto Torres - Arrímate Pa'cá
00:19:12
8. Ray Barretto canta Adalberto Santiago - Alma con alma
00:21:43
9. Juanito Márquez y su orquesta con Germán Piferrer - Sax Cha Chá
00:25:55
10. Willy Chirino - San Zarabanda
00:28:59
11. Juanito Márquez y su Combo - Guita Nova
00:34:44
12. Paquito D'Rivera ft. Juanito Márquez - Fifty-Fifty (Llavimaso)
00:37:12
13. Gloria Estefan - Montuno
00:40:19
14. Cachao ft. Juanito Márquez - A gozar con mi combo
00:45:13
15. Bebo Valdés con Estrella Morente - Lily
00:51:30
16. Arturo Sandoval ft. Juanito Márquez - Guaguancó
00:57:10
17. Súper All Stars ft. Juanito Márquez - La cáscara
01:02:55

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