Después de 13 años sin trabajar juntos, el dúo empezó hace más de un año a revisar una y otra vez el cancionero del compositor e intérprete cubano hasta seleccionar los temas que mejor pudieran encajar en el espectáculo y futuro disco.

“Esa manera de interpretar, esa manera de llegar profundamente a los sentimientos, sin alardes, sin purpurina ninguna, nos fascina. A mí como intérprete y a Chino como pianista…“, dice Martirio. “Ponemos nuestra Andalucía en medio de esa Cuba que tanto nos une y nuestra forma de llevar esas maravillosas canciones….para que la gente lo tengan mucho más en cuenta todavía y para que la gente se emocione “. 

El reto y verdadero homenaje a Ignacio Villa “Bola de Nieve” era encontrar entre pianista y cantante la fórmula mágica para reinterpretar su obra. Aunque Martirio y Chano son buenos conocedores de la vida y milagros de Bola, sobra decir que no ha sido tarea fácil. Es tan peculiar y única la manera en que el cubano tocaba el piano y cantaba, cuando le recordamos asociamos de una manera tan indisoluble contenido y forma, que no queda otra que estudiar, interiorizar y reinventar. 

“Bola de Nieve era un recogedor de los standards latinos“, dice Chano. “Es una maravilla cuando yo descubrí a Bola de Nieve, y tocaba y cantaba de esa manera. Es un material fantástico y que en la voz de Martirio queda espectacular“.