Ser Borges y ser bailable
Los flamencos sudan tinta para hacer una buena letra. Normal.
El dilema que propone Javier Krahe; “ser o Borges, o bailable” es de una intensa brutalidad metafísica:
Gracias a que mi musa se las da de cerebral
son pobres mis compases para expresión corporal:
no danzarán mis prosas las reinas de discoteca,
no vendrán los carrozas a hacer su gimnasia sueca.
Y es una pena, la verdad,
porque sería algo inefable
cambiar la torpe realidad
y ser, o Borges o bailable…
Echamos de menos a Javier Krahe y en el desconsuelo somos capaces de escuchar a Joaquín Sabina, cantautor de éxitos variados en lugares remotos y cercanos y contar que sí, que Krahe es el mejor. Por su parte Rosendo se retira discretamente y eso deja al rock en español huérfano. Javier López de Guereña hizo el arreglo sobre la vanidad y Rosendo no se pudo resistir, a Krahe le hizo ilusión escuchar sus versos en la voz de Rosendo y en la de Morente. En fin…
Los cantautores son esos tipos que cantan las canciones que escriben: y ya saben que aquí nos encantan las canciones de Fraskito. Amanecer es de las nuevas y tiene una guitarra que suena como si los heavys quisieran tocar flamenco.
El sábado 1 de junio celebramos a Peret en Hondarribia (Guipuzkoa) y escuchamos Los Ejes de mi Carreta de su disco póstumo Desde el Respeto. La canción es de Atahualpa Yupanqui, constructor de canciones que en una maravillosa entrevista en 1977 aún en blanco y negro, contaba que una tarde estaba en Málaga y el limpiabotas que le estaba lustrando los zapatos canturreaba su canción, la de la carreta y los ejes.
– Oiga usted, esa canción que usted canta, ¿de dónde es?, preguntó Atahualpa.
-¿Esa? Esa es de aquí de toda la vida.
Maui es de Utrera, como su tío Bambino. Ahora ha concluido un delicioso ciclo con vermú y potaje en el teatro Flamenco Madrid en Malasaña/de/la/frontera/con/la/GranVía. Maui tiene un disco nuevo Por Arte de Magia, que es como todo lo suyo: iluminaciones de sonrisas.
La zona de Elche está cambiando la percepción del flamenco, de allí es Fraskito, Amparo Velasco La Negra, La Gipsy y el que fuera cantante de El Bicho. Todos ellos son artistas peculiares.
Los flamencos sudan tinta para hacer una buena letra. Normal. Tienen que competir con versos que han demostrado su utilidad durante cien años. Así que saludamos a esos que, desde el rock o “lo bailable”, cuentan cosas de ahora, es el caso de Sweet Barrio o Lin Cortés. Miguel Flores El Capullo de Jerez tiene musas propias y acaba de editar un disco titulado Mi Música, en el que también cuenta su punto de vista. El Capullo participó en la última grabación de los Delinqüentes junto a otro genio, Tomasito.
Juan Carlos Romero es un guitarrista de enorme trayectoria que acaba de editar Río de Rostros, un álbum en el que canta Pepe Roca (Alameda). Hemos elegido Divino Tesoro, la composición que abre el disco y que tiene el raro privilegio de contar con la voz de Rosendo (hay que agudizar el oído para reconocerlo). Eso puede ser una ventaja o un inconveniente, según se vea. Uno prefiere al Rosendo que abre la sesión, el que canta a Krahe con el desparpajo de un tipo de Carabanchel y aunque no suenen a “leño” las guitarras, a Rosendo se le ve venir.
La muerte de Chano Pozo conmocionó al mundo de la rumba y el jazz. Turuta traduce al flamenco la más celebre canción (Rumberos de Ayer) dedicada al conguero. Así celebramos a otro Chano (Lobato) gloria de Cádiz y del cante que una tarde compitió en idas y vueltas con Compay Segundo.
El Tipo Este es uno de los grandes raperos de Cuba y en un ratito nos cuenta la gente que merece la pena. Coincidimos al 100 por cien. Cerramos con un clásico de Ketama, ahora reunidos y en gira. ¿Ser Borges y bailable significa que hay que bailar con la cabeza?