Izzy Sanabria, el Dalí de la salsa
Una entrevista con el ilustrador que revolucionó las carátulas y el arte de la música latina en los años 70.
"De mí no esperes que hable de historia de la música, de eso no sé un carajo. Yo nunca he sido de las orejas, sino de los ojos. Y de eso sí que te puedo contar."
Buena parte del impacto que ha tenido la música latina ha sido a causa de sus carátulas. Grandes artistas han ilustrado, fotografiado y diseñado los discos de una industria avasalladora. En los años 60 y 70, hubo varios que destacaron pero entre todos sobresale la figura de Israel Izzy Sanabria. Nacido en Mayaguez pero radicado en Nueva York desde niño, quintaesencia del nuyorican y también eje de una generación que aprendió a convivir con las ideas del arte y la cultura estadounidense. Sanabria llegó en los años 40 y de su mano nacieron sellos, etiquetas, carátulas, fotos, revistas, posters, conciertos, películas, programas de radio y shows de televisión. La salsa se dio a conocer en en el mundo gracias a su empeño y su vocación.
Las carátulas inspiradas en cómics
“El cómic fue la primera influencia mía, porque ese fue el primer arte que yo vi… ciertos cómics de DC Comic, porque los ilustradores eran fantásticos. Ya en el segundo o tercer grado, por ahí, fue cuando yo descubrí la biblioteca. Los libros que yo sacaba eran de arte, pero no era una lectura de arte, sino maneras de dibujar. Yo estudiaba muchísimo esas cosas, pero la influencia de los comic-books fue gran parte de mi formación. Después fue que yo empecé a ir a museos y ver libros de diferentes artistas. Entonces yo dije: coño, esta gente está cabrón.”
Los sellos que no fueron Fania
“Yo hice trabajos para muchos sellos, como el de Chapottin y sus Estrellas para el sello Panart. Y eso no fue nada popular. Cuando alguien lo menciona entonces yo sé que esa persona sabe de lo que está hablando, como me pasó hace poco con un actor de Hollywood. También hice trabajos que no tenían nada que ver con la música, de publicidad y así.”
Las carátulas más existosas
“En el 71 ó 72 me dijo Walter Vélez, un gran pintor a quien yo ya conocía de tiempo atrás: “vamos a empezar una empresa de arte gráfico”, y ahí creamos la agencia WE2 (nosotros dos). Entonces con Walter, que era maravilloso, más las ideas mías, ilustramos muchas cosas, incluso afiches que yo ya estaba haciendo de tiempo atrás, y carátulas y eso. Entonces él se quedó conmigo hasta que a fines del 73 nos separamos. Es que yo estaba tan envuelto dentro de la música latina que me había hecho célebre, había empezado la revista Latin New York y tenía un show de televisión, y cada vez más y más fama; y esa no era la dirección que él quería seguir. Walter estaba más americanizado que yo. El fue una gran influencia y fue quien me introdujo a los Beatles y otra clase de música no latina a través de los años.”
El surrealismo
“Mi mayor influencia en el arte fue la de Salvador Dalí. Yo amo el surrealismo y le di ese toque a mi obra, a las carátulas, a los afiches, a la revista… Dalí era mi ídolo por varias razones, primero porque era español, era latino, tenía una locura y se daba muchísima importancia. Yo no llegué a ese punto, pero lo respetaba más que a nadie por su talento y su obra artística…. La influencia del surrealismo es como las caricaturas políticas, que tienen un mensaje gráfico.
Ese es el punto de las presentaciones que yo he hecho de arte gráfico. Nosotros somos comunicadores visuales y como comunicadores visuales, la cosa de nosotros es agarrar la atención del observador… En el principio la carátula que yo hacía era caricatura, era humorística, pero los títulos de Ray Barretto me dieron la libertad que yo pensaba, que era el surrealismo. Entonces yo sacaba las ideas de diferentes sitios. Por ejemplo, la primera que yo hice fue Power. El quería los músicos en la portada, esa fue la idea inicial, pero para mi todas esas carátulas que tienen las orquestas enteras en la carátula son una mierda. Pero era muy común. Entonces me saltó la idea de ir a la Biblia y como la fuerza de Sansón estaba en el pelo, pues puse a los músicos en el pelo de Barretto representando su poder”.
Momentos en el tiempo
“Yo tuve la oportunidad de experimentar en los afiches. Los posters tienen una gran importancia histórica porque enseñan a los músicos, quien va arriba, quien va abajo según la popularidad, y hay una experimentación, porque, por ejemplo, las separaciones de color todas fueron hechas a mano. Entonces son documentos visuales de un desarrollo en la música. Las carátulas no enseñan eso. Las carátulas son las primeras imágenes que se tiene de un músico, pero el afiche los ubica en el tiempo.”
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La revista Latin NY
“El acontecimiento más grande que yo hice en mi vida fue empezar la revista Latin New York… La revista se hizo bien importante porque empezamos a publicar caricaturas que eran reflejo del estilo de vida del nuyorican. Latin New York publicó historias originales, empezamos a documentar todo lo que estaba pasando en la comunidad, cosas sociales y la música. Mira que antes de la revista, las fotos que existen de los músicos, ellos están parados posando, pero como nosotros estábamos haciendo reviews, estábamos tomando y publicando fotos de lo que estaba pasando. Llegó la acción, el estilo documental. Entonces salieron de todos lados fotógrafos que no habían tenido chance de trabajar hasta entonces. Muy buenos fotógrafos, artistas, dibujantes llegaron a la revista Latin New York. Ya para el 75 teníamos nosotros cierta influencia y los periódicos americanos empezaron a enterarse de lo que yo estaba haciendo y del estilo de vida del latino nuyorican… Ese fue mi gran logro.”
“En la época que viví, yo estaba dando un mensaje al público. Yo era un comunicador, el mejor que pudo articular y expresar ese fenómeno que estaba pasando con el medio americano. El premio que yo creé, el Latin New York Music Award, después del 75 llegó al New York Times y llegó a todo el mundo y todo el mundo se enteró qué carajo era salsa, y la gente vino a Nueva York a buscarla y vinieron a mi, porque yo hacía la revista Latin New York.
Entonces yo les daba los contactos y gente como Jerry Masucci fue inteligente y les daba copias de la película Salsa y Nuestra Cosa Latina e iba creando internacionalmente el nombre de salsa”.