La promesa cumplida de la psicodelia tropical
Nos visitó la banda peruana Hit La Rosa, que ha lanzado en vinilo su álbum clásico Ceres Entrópicos. Una entrevista de Tommy Meini con una banda estelar.
2024 casi se termina y pronto habrá que hacer el balance de los mejores discos del año que entraron en Colección Gladys Palmera. Hasta ahora, se gana el galardón el álbum Ceres Entrópicos, segundo álbum de la banda limeña Hit La Rosa. Se publicó en 2017 pero por fin, con motivo de su gira mundial, fue reeditado en vinilo. Un objeto ya de culto e inclasificable, indispensable tanto por los amantes del post-punk como por los de la chicha peruana. Hemos conversado con sus miembros, una tarde soleada en la sede de la Fundación. Ellos son Alfredo Coll “El Gringo”, guitarrista, productor e ingeniero de sonido; Martín del Prado, tecladista de la banda y productor; Lucero Páucar a.k.a. “Chaska” (estrella en quechua), cantante; Darío De La Cuba, bajista; y Rubén Guzmán, baterista y percusionista.
Tommy Meini: Con tanto material grabado disponible en las plataformas digitales, por fin habéis sacado un disco de vinilo. Una decisión acertada para vuestros aficionados, como lo somos en Gladys Palmera.
Martín del Prado: A falta del soporte físico del CD, que ya desapareció, el vinilo es parte de nuestra música que la gente se puede llevar a casa después de un buen concierto. Es verdad que hoy en día las bandas sacan su música en internet y en las redes, y que el soporte físico no es obligatorio, se ha convertido en un lujo. Pero si había que elegir, es más bacán tener un vinilo que un CD.
Rubén Guzmán: El vinilo tiene un valor nostálgico, de reliquia.
Chaska: Yo soy muy fan de los objetos culturales, para tenerlos en casa, como un cómic o un vinilo bien hechicito. Además este trabajo tiene tanto trabajo que me gusta la idea que esté plasmado en un soporte físico y que pueda trascender.
TM: Folk poptrónico, cumbia psicotrónica, chicha electro… os han puesto muchas etiquetas. Pero vosotros mismos, ¿cómo definiríais vuestra música.
CH: A mí me parece que psicodélica tropical abarca bastante de lo que hacemos.
RG: Por lo que significa psicodélia históricamente, y en general por la sólida raíz tropical en la que se basa nuestra música.
Darío De La Cuba: O sea, partimos de la cumbia, pero de ahí ya fusionamos con otra cosa.
El Gringo: No creemos en las etiquetas. Componemos de manera libre y siempre teniendo una influencia en las cumbias tradicionales, pero también en ritmos tradicionales cubanos, venezolanos o colombianos, entre otros. No nos preocupa las etiquetas, intentar encajar en un género. Por eso lo de psicodélica tropical, no es un género en sí, es un campo muy vasto, todavía para explorar.
TM: En este sentido, simbólicamente vuestra mejor carta de presentación es El Pongo, que es un río que fluye, como vuestra música, desde los Andes hasta la llanura amazónica.
CH: Sí, es una puerta que de alguna manera nos puede describir. Cada música o cada canción que componemos nos abre una puerta creativa hacia un mundo lleno de muchas posibilidades Componer es jugar, investigar y experimentar musicalmente. Sí, “El pongo” es todo esto, además de ser una hermosa canción.
TM: ¿Y cómo fue la colaboración con los míticos Mirlos?
MDP: Fue una experiencia increíble porque todos los miembros de Hit La Rosa seguimos a Los Mirlos. Son unas leyendas. Lo que me gustó es que nosotros compusimos el tema y se los mandamos, y ellos básicamente grabaron el tema con sus instrumentos, con su sonido de guitarra, con su sonido de percusión. Nosotros hicimos un tema y ellos le pusieron el subsonido.
EG: Ahí hay que resaltar la chamba de nuestro queridísimo manager. Él hizo todo el trabajo de gestión para poder colaborar con ellos. Hasta la grabación del videoclip, no hemos tenido contacto con los Mirlos. Siempre se había trabajado de manera virtual y entre managers. Un dato curioso de este proceso es que nosotros teníamos la canción ya hecha y se la mandamos para saber si les gustaba, qué opinaban de este tema, y tal vez, de manera muy eventual, si podíamos contar con su colaboración o featuring. Y la respuesta que recibimos de ellos fue su propia grabación, es decir su trabajo ya todo grabado. O sea, su respuesta no fue ni sí ni no, fueron los tracks. “Toma tus tracks”. Y algún trabajo de edición en cuanto a la estructura. Así fue.
TM: Sois un grupo peculiar, con un sonido muy cosmopolita, preparado para la escena internacional. Y de hecho, habéis recorrido medio mundo. Pero, ¿cómo se os valora en Perú?
CH: Qué graciosa pregunta. Creo que desde la pandemia la escena musical no mainstream, digamos no de estadios, no se ha recuperado del todo. La movida es un poco lenta. Entonces realmente no es que podamos desarrollarnos mucho en Perú.
RG: Sí, es curioso como siempre, cuando hemos viajado hemos visto en otros países cómo valoran, no solo la cultura peruana, sino en general todo lo que es latinoamericano y en tierra no lo valoran igual. Está este dicho de nadie profeta en su tierra que creo que es bastante acertado.
MDP: Además de lo que dice Chasca, que en Perú la movida en sí ya es muy lenta, nosotros experimentamos un montón con géneros tradicionales y el público peruano no está muy acostumbrado a eso. Incluso yo siento que mucha gente no está lista para eso, o incluso critica eso y se queja de que nuestra música no es cumbia. Y afuera es todo lo contrario, siento que valoran eso; escuchan, aprecian la parte folclórica, y además están más acostumbrados a ese nivel de experimentación con la música. Por eso todos hemos sentido un poco que afuera nos han valorado un poco más, sobre todo en los últimos años.
EG: Yo me atrevería a decir que en el Perú no nos valoran, que allí somos una banda muy de nicho, muy pequeña. No tocamos en festivales grandes en nuestro propio país, a pesar de tocar en festivales grandes afuera. Hay bandas independientes que andan siempre en los mismos eventos y con la misma gente y que jalan decenas de miles de personas. Pues en esa movida de bandas outsiders, nosotros somos todavía más outsiders. Somos los outsiders de los outsiders. Y eso nos ha traído bastantes goces, como por ejemplo ser valorados afuera. O que ese pequeño nicho que nos sigue sea un nicho muy sólido y sobre todo muy interesante. Yo he conocido muchas personas que actualmente son amigas mías que han comenzado siendo seguidores del grupo. Y yo creo que ninguna música comercial, pop o pensada para vender nos puede quitar esas experiencias. Eso es lo más valioso.
TM: ¿Dónde está vuestro mejor público, el que os trasmite la mejor energía?
CH: A pesar de que cada lugar es especial, yo diría que en Francia. Nuestro primer gran concierto fue allí, en Les Escales, un festival en Saint-Nazaire. La mayoría de nosotros no habla francés, no entendimos bien qué pasó, pero fue un sueño hecho realidad. Cuando salimos del escenario había como unas cinco mil personas que nos pidió a grito en francés: “Autre, autre, autre”. Nunca habíamos tocado en un lugar tan grande, con tanta gente entusiasta.
EG: Yo personalmente creo que nuestro mejor público está en Lima. Como hemos dicho, allí no tenemos un público masivo, pero sí es una ciudad en la que hemos tocado desde el comienzo. Hay gente que nos sigue desde que tocábamos gratis en bares de mala muerte, y que todavía está a nuestro lado cuando tocamos en el festival Selvámonos y otros eventos importantes. Por eso en Lima siempre me siento cómodo; tocamos por la gente que nos conoce, muchos amigos, que se han vuelto seguidores, seguidores que se han vuelto amigos, gente que ni nos conoce, pero que corea nuestras canciones. Y es la ciudad en la que tenemos más tiempo, más oyentes en Spotify. Después de cada gira afuera tocar en Lima es como una vuelta a casa muy bonita.
TM: ¿A qué país sería un sueño llevar vuestra música?
Todos: ¡A Japón!
CH: Sí, a Japón sería interesante. Igual me encantaría ir a cualquier país de África, un continente que no conocemos todavía.
MDP: Pero en Japón siempre he escuchado que tienen mercado para todo. Les gusta el metal, la salsa… Por cualquier cosa que tú hagas va a haber gente que le guste. Parecen como muy abiertos. Y además, esto es curioso, siento que podrían atrapar rápido nuestras ideas.
TM: ¿De qué hablan vuestras canciones? ¿Cuáles son las temáticas que os tocan?
CH: Bueno, casi siempre habla de la naturaleza y de cómo la naturaleza nos refleja emociones o experiencias humanas. Es como observar la naturaleza y a través de eso entender algunas dinámicas humanas, que puede ser más refrescante que solamente vernos entre humanos. Pero tenemos canciones como Las ratas, que habla de algo más social, más contestatario. Usamos la metáfora de la rata como un animal sucio y urbano para hablar de toda esta gente corrupta de la capital que tiene las manos sucias y finge querer la justicia.
RG: Sacamos el video en pleno contexto peruano de las protestas con la actual presidenta.
MDP: Tenemos crisis política hace como ya ocho años o más. No para y, es más, crece, crece, crece. Esta canción fue como un vomito de lo que sentimos hacia esa crisis, que nos afecta a todos.
EG: En general, a todos nosotros nos gustan mucho bandas conceptuales como Pink Floyd. Son una gran influencia para nosotros. Siempre hemos tenido esta idea de tener un álbum conceptual, que hable de estos problemas sociales. Por suerte tenemos a Chaska, que es una gran letrista y plasma muy bien todas estas ideas.
TM: ¿Y de qué vuestras canciones no hablarán nunca?
CH: Esa es una gran pregunta. Creo que nada que alimente ideas para mí obsoletas como el machismo o cosas frívolas. Otra cosa con la que no me identifico es el despecho. Es una emoción interesante que me han recomendado bastante, porque dicen que es lo que más vende, pero las peores decisiones de la vida se toman despechados. Alimentar eso tampoco me gusta tanto. Al mismo tiempo, yo canto canciones de despecho, por supuesto, así a corazón en mano, pero sí, me cuesta.
TM: ¿Cuáles son los discos que os han marcado o influenciado?
MDP: A mí me gusta la música africana y de adolescente escuchaba mucho a Ali Farka Touré, sobre todo su álbum Savane (World Circuit, 2006).
EG: Yo vengo de una escuela bastante punk. De hecho cualquier músico de mi edad en Lima o tal vez en el Perú te puede decir lo mismo porque en esa época, entre el 2002 y 2012, hubo una movida de punk bastante fuerte. Yo aprendí a tocar guitarra con esto. Pero para mí hubo un antes y un después cuando escuché el álbum The Roots of Chicha que compiló Oliver Conan de la banda Chicha Libre. Porque en Perú se escucha bastante cumbia, pero la que se escucha ahora es un poco más moderna, más pop. Entonces escuchar esas guitarras psicodélicas, instrumentales, riquísimas, me abrió la mente para seguir investigando. Hasta ahora yo diría que conozco tal vez un 5% de toda la música tropical peruana que ha habido en esos años 60 y 70.
DDLC: Yo no tanto discos en concreto sino artistas como The Police o Bob Marley, rock de los años 80.
RG: En mi caso, como “El Gringo”, también era panqueque, es decir punk. Pero estuve descubriendo discos de folklor gracias a un maestro percusionista que se llama Efraín Toro. Fue él que me abrió a este mundo. Partiendo de ahí, estoy muy impactado con todo lo que he visto en vuestra colección, en los discos de Gladys Palmera, como todas las raíces -lo caribeño, lo latinoamericano-, tienen sus tentáculos en el mundo. La salsa o la cumbia africana… ¿Cómo será escuchar algo así? Me habéis dejado con una tarea bien grande para investigar.
CH: Para mí ha sido importante Celia Cruz. Mi mamá la escuchaba bastante, tenía sus discos, entre muchos otros. Así que yo crecí con ellos, ponía los que iba encontrando. He escuchado muchísima música cubana. Entonces ver el vestido de Celia Cruz que tenéis aquí, para mí ha sido increíble.
TM: ¿Y en materia de música o de discos, cuáles son vuestros placeres culpables?
MDP: No es que me avergüenzo para nada, pero a mí me encanta Dua Lipa. Me gusta su disco Nostalgia. Me parece un discazo y de hecho lo escucho regularmente.
DDLC: Yo diría Coldplay.
RG: Para mí… Me da un poco de vergüenza, pero no tanto. Luis Miguel me gusta mucho. Su voz, como canta… Me da un placer auditivo. Muy prolijo.
CH: Me da pena que lo vemos como una vergüenza, pero la música pop siempre genera algo así en los músicos, por su sencillez. Pero Sam Smith, por ejemplo, es un artistazo. Pero no me avergüenza, es muy lindo.
EG: No los escucho habitualmente, sino cuando estoy con mis amigos, así en modo fiesta, pero a mí me gusta bastante lo que han hecho los Backstreet Boys y NSYNC. Una chamba excelente. Fue la última etapa en la que la música tenía estos cambios de armonía, todo estaba bien pensado musicalmente. También como músico experimentado presto bastante atención a sus videoclips, sus álbums, sus campañas de marketing. Me encanta, sobre todo los Backstreet Boys.
TM: Al final, ¿sexo, droga o rock and roll?
EG: Sexo.
CH: Sexo y rock and roll.
DDLC: Sexo y rock and roll también.
RG: Sexo.
MDP: No puedo elegir entre los tres… Pues, los tres al mismo tiempo.