Avándaro, el Woodstock mexicano
Música, psicodelia, misticismo y revolución sexual. El Festival de Avándaro fue un escándalo de ayer y una leyenda de hoy.
En México el 11 y 12 de septiembre de 1971 se llevó a cabo el Festival de Avándaro, nuestro primer festival musical masivo, una versión mexicana del festival de Woodstock donde se reunieron más de 100.000 asistentes a disfrutar de la música, el amor libre, la paz, el uso abierto de las drogas y la comunión con la naturaleza en Valle de Bravo, Estado de México. Ese festival representó el clímax del movimiento de la onda, los hippies mexicanos conocidos como jipitecas, querían vivir fuera del establishment viviendo en comunas, explorando la sicodelia, el misticismo, la yoga, la ecología y la revolución sexual. En ese período la mayoría de los grupos cantaban en inglés canciones originales, muy pocos cantaban en español sus temas propios, algunos hacían covers con letra en español. La mayoría utilizaba metales y percusiones en su alineación. Era la época de las big bands de rock como Blood Sweat and Tears y Chicago. La industria discográfica le llamó “onda chicana” a esta camada de músicos mexicanos de fines de los 60 y principios de los 70.
Los empresarios Eduardo y Alfonso López Negrete, el promotor deportivo Justino Compeán Palacios y el productor de Telesistema Mexicano Luis de Llano Macedo fueron los responsables de la producción ejecutiva del evento. El músico Armando Molina fue el encargado de realizar las contrataciones con los grupos. Originalmente se realizaría una carrera de autos, pero al llegar tal cantidad de gente, tuvo que ser suspendida. Durante el pre festival tocaron La Ley de Herodes, Zafiro, La Sociedad Anónima, Soul Masters y La Fachada de Piedra. Estaban contratados doce grupos, pero los integrantes de Love Army tuvieron un accidente automovilístico y no pudieron llegar, así que se presentaron once grupos: Los Dug Dug’s, El Epílogo, La División del Norte, Tequila con su cantante Maricela Durazo, Peace & Love, El Ritual, Los Yaki con la cantante Mayita Campos como invitada, Bandido, Tinta Blanca, El Amor y Three Souls in My Mind.
Hubo una amplia difusión del evento en televisión por Telesistema mexicano a través de un programa que coordinaba el periodista Jacobo Zabludovsky. La estación Radio Juventud lo transmitió en vivo hasta que el cantante de Peace and Love gritó en medio de su show “Chingue a su madre el que no cante”. La transmisión se interrumpió y el apoyo al rock mexicano desde las radiodifusoras y discográficas se diluyó después del Festival. Los periódicos sacaron notas amarillistas donde describían a los jóvenes como irreverentes, “endemoniados” y en malos pasos. El gobierno no quería reuniones masivas de jóvenes. La matanza de estudiantes en 68 y la del 10 de junio de 1971 eran eventos frescos en la memoria colectiva.