La ida y la vuelta
IV Jornadas Hispanocubanas de Torrevieja. Una selección musical llena de historias habaneras-afro-españolas.
Este año Las Jornadas Hispanocubanas de Torrevieja (Alicante), De Ida y Vuelta, invitan a La Habana como puerto invitado aprovechando los 500 años de la fundación de la ciudad cubana. Radio Gladys Palmera es medio oficial y el magazine La Coctelera estará allí en directo el sábado 20 en un entorno idílico con la participación del investigador y creador Jesús Cosano y la música en directo del pianista cubano Caramelo.
2019, es el año en el que se cumplen 500 años de la Fundación de la ciudad de La Habana. No es casualidad. De Ida y Vuelta ha querido que sea precisamente La Habana el puerto invitado este año el que se hermane, nos visite, nos sentemos juntos de igual a igual en estos abrazos atlánticos, que desde esta plataforma queremos fomentar para el conocimiento, la fusión, el encuentro entre las culturas con raíces comunes y las personas que las desarrollan.
De Ida y Vuelta pone su granito de arena para tratar de hacerlo visible sabiendo que en nuestra España también somos depositarios de un rico legado cultural: una historia repleta de huellas de americanos, de africanos, de esclavos, de su lengua, de sus músicas, de sus cantos y de sus bailes. Esas aportaciones son necesarias conocerlas, reconocerlas y asumirlas para poder avanzar como sociedad, para poder comprender y entender las historias comunes de nuestras tierras, con limpieza, sin engaños, sin historias ocultas, sin historias silenciadas.
A estas historias habaneras-afro-españolas, con ilusión, alegría y el corazón en la mano, les recibimos en nuestro puerto torrevejense, y les invitamos a compartir en los 500 años del nacimiento de la ciudad de La Habana.
Continuando con lo iniciado en las jornadas del pasado año, con la selección que Raúl Rodríguez hizo para Radio Gladys Palmera en esa cantidad de “huellas de todos los colores” que nutren el “cancionero común” de Cuba y España, en esta edición voy a proponer una selección que llamo Melodías de la calle y los suburbios.
Fue en todos los lugares y aproximadamente en las mismas fechas, mitad del siglo XIX, cuando surgieron las músicas como el son cubano, el blues, el flamenco, el candomblé, el tango… Músicas nacidas en la marginalidad y los suburbios, prohibidas, censuradas y marginadas en sus inicios; hoy, todas, son patrimonio de la humanidad. Entre esas voces que se escuchaban por las calles andaluzas y cubanas, estaban la de los vendedores callejeros.
En esas calles cubanas y españolas se ofrecían los productos con tal arte que en ambos países esa manera de vender pasó a convertirse en género musical: Los Pregones. Y entre ellos uno muy popular, El Manisero. Aquí encontrarán tres ejemplos de cómo lo interpretan dos grandes de la música cubana: Antonio Machín y otro de los orígenes del flamenco, el gran Manuel Vallejo. Y para finalizar este bloque, un pregón flamenco de Macandé en la voz del gran Chano Lobato.
En la calle y los suburbios habaneros la población era mayoritariamente negra, y los negros eran los principales intérpretes de esas músicas en sus inicios marginales y prohibidas como dijimos. Muchas de esas músicas que hacían los mulatos y negras en Cuba, las cantaban en su totalidad o alguna parte en lengua original y mezclando sus culturas con las de los propietarios blancos. El sincretismo cubano comienza a aparecer en sus canciones. Aquí algunos ejemplos de cómo cuentan en sus lenguas los temas y cómo aparece el sincretismo religioso en sus canciones.
Comenzamos con Ignacio Piñeiro, que en esta canción afirma: “me encanta la música de los suburbios”. Y en las canciones de los negros de Cuba aparecen los diablitos, los ñáñigos, el abakuá. En esta, la gran María Teresa Vera comenta como la alta sociedad cubana quiere imitarlos cantando y bailando y no saben ni pueden.
En España también aparecen los ñáñigos en el flamenco. A principios del siglo XIX era famoso Lázaro El Negro, bailando el tango ñáñigo. (Ver: capítulo IV de Las negras de la Inmaculada, colección Los Invisibles, volumen II de Jesús Cosano).
Y para ir finalizando, otro bloque de grandes intérpretes: dos del flamenco, Pepe de la Matrona y Enrique Morente, que se inspiraron en viejos sones cubanos y en las poesías del gran Nicolás Guillén para hacer sus cantes de las dos orillas. Y el maestro Santiago Auserón, sin duda el músico que más trabaja para hacer visibles los lazos con los ritmos y las culturas africanas. En su continente de origen y en la diáspora.
Y finalmente El Negro Aquilino, un negro cubano que en los años 30 del siglo XX llenaba las plazas de toros de España haciendo temas flamencos con su saxofón y otros intérpretes negros en la banda, que se llamaba The Black Stars Band. Allí, por cierto, actuaba otro gran músico negro argentino: Óscar Alemán. (Las Negras de la Inmaculada. Ob. Cit.)