Yo estaba en un vacilón,
yo estaba en un vacilón,
fui a ver lo que sucedía;
cuando ya me divertía
y empezaba a vacilar,
no sé de dónde una voz vine a escuchar:
¡Qué expresión tiene tu rostro!
Se refleja la alegría
y está rodeado de tanta hipocresía.
Es El Nazareno,
que te da consejos buenos:
a quién, no mires a quién,
dale la mano al caído
y si acaso bien malo ha sido,
dale la mano también.
Hazle bien a tus amigos
y ofréceles tu amistad,
y verás que a ti lo malo
nunca se te acercará;
en cambio todo lo bueno
contigo siempre estará, ¡óyelo!

Así reza un fragmento de la canción El Nazareno, escrita por Henry Dávila Williams y que popularizó Ismael Rivera con su banda Los Cachimbos en 1974 para el sello Tico Records.

Poquísimo se sabe de Henry Dávila Williams, del que se dice que era panameño y que compuso otras canciones como La manía de tu mujer y San Miguel Arcángel, pero hay duda, incluso, que sea panameño. Del que se sabe bastante es de Ismael Rivera, conocido como “El sonero mayor” por su increíble capacidad para cantar la música del Caribe y para improvisar con un estilo inigualable. ¿Y de El Nazareno? Bueno, pues se saben cosas, pero otras las vamos a contar aquí.

EL ANTIGUO ENCLAVE

Para narrar esta historia hay que situarse en Portobelo, un puerto panameño que pertenece a la Provincia de Colón, donde hoy está el proyecto social de Gladys Palmera, La Escuelita del Ritmo, y que fue fundado como San Felipe de Portobelo el 20 de marzo de 1597 por Francisco Velarde y Mercado. Desde su fundación fue un enclave importantísimo para el comercio marítimo español y que reemplazaba al puerto de Nombre De Dios como terminal atlántico. La razón es que Nombre De Dios no se podía fortificar y Portobelo si.

La vida comercial era intensa. Relata Edgar Soberón Torchía que el arribo de los barcos generaba ferias que podían extenderse por cinco o seis semanas y que todos los españoles de la región acudían allí. Fue natural por ello que despertara atracción en corsarios y piratas que atacaron Portobelo en varias ocasiones. Francis Drake en 1596, William Parker en 1601 o Henry Morgan en 1668 fueron los más notorios antes de la salvaje agresión “oficial” del almirante británico Edward Vernon en 1739.

Se dice que aquella invasión y saqueo de Vernon, donde no tuvo casi resistencia porque la flota que comandaba era la más grande del mundo (195 naves y 30.000 soldados), fue lo que le llevó a pensar que podía hacer lo mismo en Cartagena de Indias, el otro gran puerto del Caribe continental, dos años más tarde. Sin embargo, allí sufriría una derrota humillante a manos del comandante español Blas de Lezo con un ejército diez veces inferior.

Lo cierto de todo esto es que tantos ataques obligaron a alterar las rutas comerciales y Portobelo fue alejándose poco a poco de la actividad comercial. Los españoles y mestizos que habitaban el puerto se radicaron en las ciudades y sólo la gente de raza negra quedó viviendo allí. Primero como palenque, quilombo o cumbe, al que llegaban esclavos negros fugitivos, los negros cimarrones. Luego, a partir de la llamada “Libertad de Vientres” de 1814 como cuna de nuevos habitantes americanos y ya desde 1851 como tierra de hombres libres tras la abolición de la esclavitud.

El aislamiento de Portobelo no lo hizo partícipe directo de los grandes cambios que se dieron en Panamá: primero cuando la Nueva Granada dejó de ser virreinato y se independizó de España en 1810, y luego cuando el propio Panamá se independizó de Colombia en 1903 tras el tratado Herrán-Hay y el conflicto por la soberanía del Canal. Y fue justamente la construcción del Canal y su actividad frenética, lo que acabó de alejar a Portobelo del centro de la acción.

ENTRE VIAJES Y LEYENDAS

Existen más de 20 Cristos Negros en el mundo, me refiero a tallas negras del Jesús Crucificado o Nazareno; y salvo el de Cáceres en España, el de Duale en Ecuador y el de Quiapo en Filipinas, todos son de la América de la cuenca del Caribe. Hay especialmente en poblaciones de México, aunque también en Maracaibo y Caracas en Venezuela y uno con muchas canciones (cumbias, valses, rancheras y guapangos) en su honor, en Esquipulas, Guatemala. Todos tienen puntos en común, como las leyendas que envuelven su origen y la razón del color oscuro de la madera o el barniz. Casi todos fueron tallas hechas en México a pedido de los padres dominicos y franciscanos en la época colonial.

Por esta razón a la existencia de Cristos Negros en Centroamérica, donde la leyenda sobre el origen de cada uno se la considera un fenómeno y es lo que ha marcado las plegarias y la devoción. Es el caso del Cristo Negro de Chalma, cerca de Cuernavaca, en México, que apareció en una cueva tras el inicio del proceso de evangelización por parte de los padres agustinos. Se dice que en la cueva donde apareció en 1539, había un totem consagrado al Dios mexica Oxtoteotl y que un día sin razón aparente quedó destrozado, quedando en su lugar un Cristo Negro conocido como El Señor de Chalma.

De 1560 data el Cristo Negro de Salamanca, en Guanajuato, México. La talla había sido venerada durante años en el pueblo de Jilotepec, pero durante uno de los tantos combates del período de evangelización en la Nueva España, un creyente la ocultó y el color ayudó a que no fuese encontrada y destruida antes de ser llevada al Templo Expiatorio de la Asunción y luego al Santuario Diocesano del Señor del Hospital en Salamanca. El Cristo está hecho en azabache, variedad de carbón húmico y muy usado en las joyas y adornos del sur de España en la época de la conquista.

De 1565 data el Cristo Negro de San Román de Campeche, en la Península de Yucatán. Cuentan que los padres franciscanos le encargaron al mercader Juan Cano de Coca Gaitán que llevase un Cristo hecho en ébano y tallado en Italia. Al parecer la travesía desde Italia fue una odisea, al igual que su último trayecto entre Veracruz y Campeche, pues hubo muchas tempestades. Eso aumentó la creencia en sus milagros.

De 1595 data el Cristo Negro de Esquipulas, que se encuentra en la Basílica de Esquipulas, a más de 200 kilómetros de Ciudad de Guatemala. La historia cuenta que Fray Cristóbal de Morales le pidió una talla de Cristo Crucificado al escultor Quirio Cataño a fin de difundir la palabra de Dios entre los indios Chortís. Según parece el encargo tardó en entregarse, haciendo que el barniz oscureciese la obra.

No era algo extraño y hoy tampoco es raro. Los barnices suelen tener una gama de color “para minimizar la acción de las radiaciones ultravioleta sobre la madera”. Pero si además, la madera tiene poros (y esto es algo frecuente en el roble por ejemplo), “el barniz penetra más y se modifica la refracción a la incidencia de la luz y se producen efectos de oxidación que tienden a oscurecer la madera, lo que se va haciendo más patente a medida que va pasando el tiempo”.

Pero el efecto químico obró un “milagro” y es que muchas más gente de la esperada se acercó a la imagen con la devoción que genera lo especial.

De 1597 data el Cristo Negro de Otatitlán, en Veracruz, también en México. Un Cristo que llegó en balsa por el río Papaloapan desde la población de Puctlanzingo, donde era venerado. Este Cristo está hecho en madera nacastle, un árbol que da sombra a los cafetales y cuyo color es oscuro. En 1931 el gobernador revolucionario de Veracruz Adalberto Tejeda, ordenó quemarlo y al no conseguirlo, lo decapitó. 19 años después le pondrían de nuevo la cabeza.

Todo lo anterior nos lleva al Cristo Negro de Portobelo, una figura diferente a todas luces porque técnicamente no es un Cristo sino un Nazareno.

¿CRISTO O NAZARENO?

Jesús nació en Belén, pasó parte de su infancia en Egipto hasta que su familia se estableció en Nazareth, hoy en día la ciudad más poblada del Distrito Norte de Israel, en la Baja Galilea. Pero hace 2.000 años, era un remoto poblado que fue mencionado por primera vez en los evangelios del apóstol Mateo en referencia al lugar de donde salió Jesús para convertirse en predicador de la palabra de Dios. Y aunque algunos historiadores de La Biblia han puesto en duda este nombre como gentilicio, es la explicación más comúnmente aceptada en el mundo católico.

Sin embargo al Cristo Negro no le dicen El Nazareno por haber nacido en Nazareth. Se lo dicen porque lleva la cruz a cuestas camino del Calvario. En este caso, el nombre nazareno es asociado a la cofradía que desde hace cuatro siglos lleva en andas la imagen en procesión en diferentes países de Hispanoamérica. El nazareno cofrade expía sus pecados cargando con el anda, en honor de Jesús de Nazareth quien carga con la cruz. En resumen, Cristo es la imagen de Jesús crucificado y Nazareno es la imagen de Jesús andando.

Aunque sin duda hubo retablos de Nazarenos antes del Renacimiento, en el Paleocristiano y en el Gótico, y que se usaron en Semana Santa, la historia dice que las procesiones se remontan al siglo XVI, “donde los peregrinos realizaban un Via Crucis para imitar el dolor de Cristo en la cruz”. Para hacer más profundo ese dolor dichas procesiones iban acompañadas de penosas cargas, por lo general de figuras de los templos.

En un artículo para National Geographic, el historiador Fermín Labarga afirma que “La iglesia católica al verse amenazada por la Reforma de Martín Lutero (en 1517) pidió a los creyentes exteriorizar la fe. Es en este momento en el que las procesiones cobraron aún más fuerza, sobre todo, en la península ibérica, donde la monarquía hispánica se había erigido como el brazo armado de la fe católica. Entre el siglo XVI y XVII, el paso de Semana Santa, las imágenes religiosas que se pasean por las calles de las localidades, se consolida como un género escultórico propio”.

Y, por supuesto, se hacen más tallas de Nazarenos y en general de representaciones escultóricas en madera de los llamados Pasos del Calvario. Este hincapié en la fe católica llegó a América y se extendió rápidamente en todas las ciudades importantes. Las cofradías españolas dieron pie a cofradías de indios, negros y mestizos, y las procesiones se convirtieron en tradición. A pesar de los himnos marciales y fúnebres con que se acompañaban, estas eran para los habitantes las reales fiestas de cada población. Hoy en día hay 22 cofradías de Jesús Nazareno solamente en España.

Sobre la imagen el escultor Rafael Martín Hernández dice que es a finales del siglo XVI cuando la figura del Nazareno es tallada para que pueda ser vestida y que entre 1610 y 1615 la obra del escultor jienense Juan Martínez Montañés es pieza clave para entender la iconografía del Nazareno desde entonces hasta nuestros días. “La magistral imagen, anatomizada íntegramente, está marcada por un claro clasicismo. Su paso firme y equilibrado transmite una visión idealizada de Jesús carente de patetismo, que invita más a la reflexión e introspección que a la compasión”.

Pero añade algo definitivo: “Con la llegada de José de Arce a Sevilla en 1636 se introdujeron las nuevas fórmulas europeas de formas ampulosas y dinámicas”. De este modo es a partir de Arce que el Nazareno va ofreciendo diferentes alternativas de emoción.

Durante la época del realismo Barroco y Rococó, Jesús lleva a cuestas la cruz recargada sobre su hombro izquierdo, pero su rostro refleja o dolor, o esfuerzo, o meditación, o drama, o serenidad, como es el caso del de Portobelo. En cualquier caso su carácter es devocional e inspira el acercamiento de la gente. De modo pues, que sería a partir de 1636, cuando la influencia de Arce se hizo determinante, cuando las tallas del Nazareno empezaron a llegar a América.

Y no sólo las tallas llegaron a América, sino la propia escuela sevillana. Sus alumnos en América hicieron creaciones de increíble belleza. Por eso se piensa que el Jesús de los Afligidos que reposa en el Puerto De Santa Maria, en España, fue tallado por Mateo de Zúñiga en Guatemala y luego enviado a España. De Zúñiga es el autor también del Jesús Nazareno de la Merced que hay en Ciudad de Guatemala y que realizó en 1654. Dicen los historiadores que ese fue el primer Nazareno de Centroamérica y la similitud con el Cristo Negro de Portobelo es evidente en sus formas y gestos.

LA DEVOCIÓN DE PORTOBELO

No hay veracidad sobre la llegada de la imagen a Portobelo, sólo tres creencias populares. La primera dice que iba en un barco camino de Cartagena de Indias y que por culpa de una tormenta la caja que lo llevaba llegó al puerto quedándose para siempre. La segunda reza que esa caja apareció de pronto en el mar durante una epidemia de cólera y que desde entonces sus enfermos se curaron milagrosamente. Y la tercera dice que en realidad iba destinada a la isla de Taboga, pero que una confusión en la marcación de las cajas hizo que a Taboga llegara una figura de San Pedro y a Portobelo esta del Nazareno.

Lo que si se puede afirmar es que no fue tallada allí, tampoco en Panamá, que llegó en un barco y que su llegada fue posterior a 1654 cuando Mateo de Zúñiga hizo el suyo, y nunca después de 1739 cuando Edward Vernon asaltó la población. Lo más lógico es creer que arribó hacia 1658 cuando el puerto era muy activo y los barcos iban y venían llevando consigo objetos valiosos y epidemias de todo tipo. Las enfermedades que se esparcen fácilmente fomentan la devoción y seguramente una de las tantas epidemias de cólera hicieron del Nazareno una figura adorada y venerada.

Destaca Juana Oller de Mulford en su elogiada obra Tradiciones y Cuentos Panameños que “como sagrada herencia de la Colonia, el pueblo de Panamá conserva con la mayor fidelidad sus tradiciones religiosas, las que practica valerosamente, no como una simple y grata recordación, sino como una necesidad ineludible de su espíritu”.

¿Pero porqué de color negro? Anota el investigador mexicano Rafael Castañeda García que “la devoción a los santos negros formó parte de un imaginario construido por la Iglesia para cohesionar y establecer lazos de identidad entre las comunidades negras esclavas y libres durante los siglos XVI al XIX”. La de Jesús no es tan notoria a pesar de los 20 Cristos Negros que hemos hablado. Pero los santos si que dieron más pie a la exaltación de la raza o reconocimiento de su labor evangelizadora. En el santoral “los más socorridos fueron San Benito de Palermo, San Antonio de Noto, San Elesbán, San Baltasar (el Rey Mago negro), Santa Ifigenia y más tardíamente San Martín de Porres”.

Lo cierto es que el color de piel del Nazareno encajó con el color de la mayoría de la población y acrecentó la devoción. La figura se encuentra en la Iglesia de San Felipe de Portobelo, cuya edificación también ha sufrido lo suyo.

La primera iglesia fue destruida en el asalto de Henry Morgan en 1668, tras lo cual se levantaría una iglesia provisional de madera que sirvió de parroquia hasta 1780, cuando las misas se empezaron a celebrar en el Convento de La Merced y en la Iglesia-Hospital de San Juan de Dios. En 1796 la iglesia provisional fue derrumbada para levantar el templo actual que tardó hasta 1815 en ser erigido. La torre del campanario data apenas de 1945. En 1928 fue declarada Monumento Histórico Nacional.

Teniendo esta iglesia como centro de acción cada 15 de octubre comienzan los rituales en honor del Nazareno. Cientos y a veces miles de devotos llegan desde diferentes parte de la región, incluso desde Ciudad de Panamá (a 96 kilómetros de allí) haciendo penitencia. Muchos arriban descalzos, algunos de rodillas e incluso a rastras. La procesión final es el 21 de octubre y las calles de Portobelo ven pasar el anda del Nazareno llevado por sus fieles al ritmo de la marcha afro-religiosa: de lado a lado con 3 pasos para atrás y 4 para adelante.

Al ser parte de la cultura, más allá de la devoción, el Nazareno recibe cada día festivo miles de flores. De hecho, la propia anda desfila con flores hechas con cera provenientes de cirios y veladoras. De la misma forma le llevan túnicas y cada año desfila con una distinta, aunque siempre guardando los colores morado que representa la sabiduría y la magia, y el color blanco que simboliza la pureza, la perfección y la creatividad. Se dice además que el Nazareno posee la mayor cantidad de joyas y de prendas de Centroamérica y el Caribe.

EL NAZARENO ME DIJO

Canciones de salsa dedicadas a Nazarenos hay unas cuantas: El Nazareno de San Pablo, de Ray Pérez y Los Dementes; Señor Del Nazareno (Señor De Monserrate), de Orlando y su Combo. Y en el caso del Nazareno de Portobelo, están Cristo Negro, una balada de The Beachers; Cristo Negro Panameño, de Rodrigo Escobar; El Cristo de Portobelo, del Combo La Revelación de Monchy Lucca. Además las menciones por parte de Pacho Alonso, del Conjunto Estrellas Panameñas, de Mario N. Grau con Los Shelterk de Colón y de Gladys De la Lastra en sus canciones a Portobelo, y la de Ismael Rivera, la gran referencia de una imagen muy venerada.

La historia de cómo Ismael Rivera llegó a ser tan cercano a Portobelo y acabó haciendo de El Nazareno, el himno de la localidad, tiene que ver con un deseo suyo de retirarse un tiempo debido a su adicción a las drogas. Maelo fue a la iglesia de San Felipe de Portobelo y le pidió al milagroso que le permitiera dejar las drogas y seguir cantando. Todo sucedió antes del primer domingo de cuaresma de 1969 (finales de marzo) y estaba acompañado por su amigo Pedro “Sorolo” Rodríguez, su guía particular en Panamá y, como se verá, su consejero. Rivera se iba a presentar en el Carnavalito de la ciudad de Colón, un evento muy popular y concurrido.

“El sonero mayor” ya era famoso en la zona por sus éxitos con Cortijo y su Combo, y una serie de canciones que hizo junto a Rafael Cortijo cuando salió de prisión: Lejos de ti, Calambre o La soledad, y también al frente de su flamante banda Los Cachimbos: De colores, El difícil fácil o Agitando. De manera que su participación era muy esperada.

Rivera no tenía pensado detenerse en Portobelo, pero durante el viaje en carretera, Sorolo lo convenció, a la altura de Sabanitas, de desviarse casi 50 kilómetros para conocer Portobelo. Así lo contó En La Hora Faniática el propio Sorolo:

“Yo le hablaba mucho del Cristo Negro de Portobelo y él me decía ‘¿qué es eso?’ Bueno, ya tú lo vas a ver. Y entonces un domingo de Carnavalito él fue allá a Portobelo, lo vio y… las cosas sucedieron tan rápido que todo lo que él pidió se le dio de una vez. Por eso fue que él tanto creyó en el Cristo Negro de Portobelo, que toda su vida cambió de repente. Te podría decir que de la noche a la mañana, brother, y todo para él fue felicidad, gracias a Dios”.

Contaba Gerardo Quintero Tello para el noticiero 90 minutos que “fue tal la huella que esa experiencia religiosa dejó en el gran artista “incomprendido” que al regresar al hotel en Ciudad de Panamá decidió entregarle a su amigo las jeringas y el mantel con los que Maelo evadía su dura realidad”.

El impacto de El Nazareno en las tradiciones de Portobelo fue descomunal, al igual que en la cultura popular de Panamá, que desde 1974 se ha rendido sin condiciones a la idolatría de Maelo. Su ex esposa Gladiola cuenta cómo lo adoraban en Panamá:

“Pues si, cuando llegaba Maelo a Panamá yo me erizaba porque la gente allí era una adoración especial que le tenía. Inclusive que yo vi con mis propios ojos que donde pisaba Ismael (lo llamaban “El brujo de Borinquen”), alguna gente se doblaba y besaba el piso. El se enfogonaba porque decía ‘yo no soy ningún santo, no me miren como un santo, yo soy un artista'”.

El amor de Panamá hacia él era retribuido. Maelo siempre reconoció que entre sus influencias estaba un sonero panameño muy importante: Camilo Rodríguez, “El gran Camilón”, tan influyente que a Camilo Azuquita, en realidad llamado Luis Argumedes, le pusieron Camilo por este extraordinario músico.

Y fue Sorolo quien encontró la canción de El Nazareno, de Dávila Williams, y se la entregó para que la cantara. La canción se incluyó en el disco Traigo de Todo, hecha para el sello Tico en el 74.

Que Ismael Rivera grabe el disco Traigo de Todo en ese año fue una idea del productor Joe Cain, y lo hizo en los Generation Sound Studios de Nueva York, unos estudios que tenían como ingeniero jefe al gran Tony May, responsable ese mismo año de las grabaciones de Ahmad Jamal (enero), Lou Donaldson (marzo), Sam Rivers (abril), John Abercrombie (junio), Gato Barbieri (julio), Anthony Braxton (septiembre), Keith Jarrett (octubre) y Steve Kuhn (noviembre). Como se puede apreciar, en su gran mayoría, jazz. Tras esa grabación, por cierto, Ismael Rivera se presentó en el Carnegie Hall, en el fastuoso concierto de la Tico y de la Alegre All Stars.

En la grabación de Traigo de Todo participaron 13 músicos. Fueron ellos: Javier Vásquez, piano; Ray Vásquez, bajo, Carlos Maicon, timbales, Frankie Malabé, congas; Víctor González, bongós; Chocolate Armenteros, trompeta; Harry de Aguilar, trombón; Manuel González, saxo; Ismael Rivera, voz; Yayo El Indio, Vitín Avilés y Adalberto Santiago, coros. También estuvo en la percusión y los coros, el gran amigo de Maelo, Sammy Ayala.

EL SANTORAL DEL SONERO MAYOR

De alguna manera todo esta creencia y fervor religioso se ha transformado en una ritualizad especial en torno a Ismael Rivera. Es cierto que los artistas son adorados por miles de fanáticos y en el caso de la música del Caribe eso se percibe en Benny Moré, Celia Cruz o Héctor Lavoe. Hay una iconografía especial en torno a ellos demostrada en murales y grafitis, en pinturas y museos, en estatuas y estrellas del Paseo de la Fama. “El sonero mayor” no ha sido ajeno a ello.

En Puerto Rico su rostro con barba canosa engalana calles, esquinas, tabernas, bares, discotecas, casas, una Fundación y una casa museo. Un ejemplo es el trabajo en cemento con tinta negra del artista pictórico Rafael Trelles que se encuentra en la Casa Museo Ismael Rivera, en la calle Calma, callejón Concordia, en Santurce, Puerto Rico, donde creció. La pieza se titula “Maelo y las Heliconias” y fue hecha en 2017.

Hay casas de madera pintadas por Ron The Manzano, murales hechos por Joffre, figuras en miniatura hechas por Edwin Rojas, piezas de azulejos unidos, títeres, marionetas, pins, camisetas, litografías, ilustraciones, dibujos, caricaturas, cromos y todo tipo de imágenes figurativas.

Ismael Rivera nació el 5 de octubre de 1931 y murió el 13 de mayo de 1987. Su cuerpo está enterrado en el Cementerio San José en Villa Palmeras, Santurce, Puerto Rico. Tras su muerte se inauguró la llamada Plaza de los Salseros en inmediaciones de Villa Palmera, donde se le erigió una estatua hecha por el escultor Salvador Rivera Carmona. En 2000 fue incluido póstumamente en el Salón de la Fama de la Música Latina Internacional. En 2008 se estableció que cada 5 de octubre de celebre el Día Conmemorativo del Natalicio de Ismael Rivera. Todo ello resalta su importancia y su presencia acompañada por música.

Pero quizás la figura más simbólica de todo esto es la estatua suya en Portobelo, en pueblo donde Gladys Palmera tiene su obra social, La Escuelita del Ritmo, y donde bajo su torso están grabados los rostros de Sorolo, María Bonilla y dos niños que representan Las caras lindas, otro de sus éxitos. Sobre la forma de un pergamino también tallado se puede leer: “Que lindo mi Nazareno, que lindo mi Nazareno, el 21 de octubre, Panameño nos veremos y cargaremos”.

Hay pocas cosas unánimes en la música popular. El mejor cantante, la mejor canción, la mejor orquesta. Es imposible ponerse de acuerdo y sin embargo, parece que la salsa tiene esa cualidad porque hay un sonero al que se considera como el mejor sonero. De hecho, es llamado El Sonero Mayor, Ismael Rivera. Incluso está señalada cual fue su época de mayor madurez musical: 1974. Y a ese año nos vamos a ir en esta Hora Faniática para hablar de un disco mítico en la salsa y en Fania, Traigo de Todo, y, claro de una canción igualmente legendaria, una de las mejores. El Nazareno.

Playlist

1. Ismael Rivera – Traigo de Todo
00:01:57
2. Ismael Rivera – Satélite
00:07:02
3. Ismael Rivera – Witinila
00:11:52
4. Ismael Rivera – Sale el Sol Intro Live
00:16:18
5. Ismael Rivera – Sale el Sol Live
00:17:01
6. Entrevista: Sammy Ayala – Ismael Rivera
00:20:48
7. Ismael Rivera – Lágrimas Puras
00:21:22
8. Ismael Rivera – Colobo
00:25:12
9. Entrevista: Javier Vásquez – Maelo
00:29:09
10. Ismael Rivera – Yo no Quiero Piedras en mi Camino
00:29:41
11. Fania All Stars – El Nazareno
00:34:59
12. Entrevista: Sorollo – Ismael Rivera
00:41:10
13. Ismael Rivera – El Nazareno
00:41:45
14. Entrevista: Gladiola – Ismael Rivera
00:47:44
15. Ismael Rivera – Orgullosa
00:48:10
16. Ismael Rivera – Que te Pasa a Ti
00:52:35
17. Ismael Rivera – El Niche
00:58:02

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