¿Qué está pasando en la música de Cuba?
Hablamos con diversos expertos para averiguar si es exagerado afirmar que la verdadera revolución en la isla será la de su música
“Ser cultos es el único modo de ser libres. Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras.” Dos grandes carteles propagandísticos anuncian la entrada a La Habana. La cultura fue uno de los emblemas de la Revolución y la música sigue siendo el alma de lo cubano fuera de la isla. Por primera vez en seis décadas, en 2018 ya no hay un Castro al mando del país. En esta época de cambios, ¿qué está pasando en la escena musical de Cuba?
“Apenas se está hablando de manera sistemática, rigurosa y divertida de la música popular cubana hoy y sus contextos” Rafa G. Escalona
Es difícil para un turista en La Habana escarbar mas allá de la superficie. El mojito en La Bodeguita de Hemingway, los paseos por el Malecón, el bullicio de La Habana Vieja, los grupos idénticos de músicos anónimos que interpretan clásicos de Buenavista Social Club y la Nueva Trova… Hay que arrimarse a algún cubano inmerso en la movida cultural para escapar de los tópicos de postal en la capital de la isla.
Rafa G. Escalona es la persona ideal. Melómano, agitador cultural y emprendedor en proyectos como 4C Producciones, pertenece a la nueva hornada de periodistas que han apostado por el universo digital frente a los medios oficiales. Junto a otros entusiastas de la música y profesionales (abogados, editores, productores, diseñadores, comunicadores) están a punto de lanzar el número cero del Magazine AM:PM, la primera revista consagrada a la música popular cubana.
“Apenas se está hablando de manera sistemática, rigurosa y divertida de la música popular cubana hoy y sus contextos“, dice Rafa. Bajo el nombre de AM-PM (América por su Música) lideran desde hace tres años un encuentro en La Habana de profesionales iberoamericanos del sector. “Lo hicimos motivados por la necesidad de conectar y actualizar la industria en nuestro país, ansiosos de generar confluencias que prendieran la chispa y dinamizaran las músicas cubanas alternativas“, argumentan.
“Una plataforma de suscripción hoy es ciencia ficción” Rafa G. Escalona
La iniciativa es posible por el contexto de apertura en la isla, donde cada vez más personas (en especial, los jóvenes) tienen acceso a Internet (limitado, los precios son altos) en los puntos públicos con WiFi, cuentan con computadoras y teléfonos móviles y a través de sistemas de distribución como El Paquete o los USB consiguen acceder a contenidos culturales de todo tipo. Para financiar la revista cuentan, además de su propia inversión, con patrocinios y donaciones. “Una plataforma de suscripción hoy es ciencia ficción“, dice Rafa. Sin duda, su vocación de servicio público debería atraer el apoyo de las instituciones.
¿Una explosión de nuevos artistas?
En los últimos años se han publicado varios trabajos de artistas cubanos que están renovando la escena hasta el punto de que muchos involucrados en el sector ya hablan de una nueva explosión musical en Cuba. Obras como Terapia (Cimafunk), 1989 (Héctor Téllez Jr.), Cubafonía (Daymé Arocena), Palabras manuales (Danay Suárez), El viaje (Harold López-Nussa) y ABUC (Roberto Fonseca) dibujan un nuevo horizonte donde la tradición se cruza con sonidos modernos y otros ritmos negros y caribeños.
“En AM:PM nos interesan todas las músicas: la hecha en La Habana y en el resto de las regiones del país así como la que defienden los músicos cubanos vivan donde vivan, la que hacen los jóvenes sin experiencia musical en las calles y la de los señores olvidados a los que sólo les queda la banda municipal, el bolero y el trapton“, explica Rafa G. Escalona.
Entre sus artistas jóvenes favoritos está Yissy García, una talentosa baterista que ha colaborado con la cantante y bajista estadounidense Esperanza Spalding y desde 2012 lidera Yissy & Bandancha, un original combo de latin jazz, hip hop, funk y electrónica que acaba de estrenar Universo, adelanto de su próximo disco.
“Es interesante cómo los músicos cubanos se han apropiado de las claves del reggaetón para fusionarlas con la timba y la rumba, el trabajo de los jóvenes jazzistas que están mezclando en Europa elementos de la electrónica, el funk o el flamenco, o cantantes como La Dame Blanche que también son resultado de mezclas excitantes”, opina Darsi Fernández, abogada y gestora cultural, con más de 30 años de experiencia de trabajo en la industria de la música local desde diferentes aristas y quien también forma parte del proyecto AM:PM.
“Canciones como ‘Bailando’ han puesto los ojos en lo que estaba pasando acá en la isla, han abierto de nuevo las puertas a Cuba” Osmani Espinosa
Para Osmani Espinosa, compositor y productor, además de creador del sello independiente de música urbana La Oficina Secreta y uno de los responsables de la internacionalización del reggaetón cubano, nombres como Gente De Zona, Jacob Forever, Diván y Chacal han propiciado que se vuelva a hablar de la música de su país en el mundo. “Canciones como ‘Bailando’ han puesto los ojos en lo que estaba pasando acá en la isla, han abierto de nuevo las puertas a Cuba“, dice.
Lamenta que ahora mismo los aires de cambio y apertura se hayan paralizado (él no lo menciona, pero la victoria de Donald Trump ha tenido mucho que ver), pero valora de forma positiva el interés creciente desde Estados Unidos por lo que están haciendo los artistas cubanos y la aparición en 2016 de la emisora especializada en reggaetón Cubatón y Más en Miami, donde viven más de un millón de cubanos exiliados.
Más allá de Gente De Zona, propuestas con sangre cubana como la del dúo Ibeyi afincado en París o la cantante Camila Cabello, desde Miami, han vuelto a poner a la isla en la mirada de la crítica y el público internacional. Al mismo tiempo, como explicaba Haydée Milanés en una entrevista con Gladys Palmera, hay muchos talentos que siguen viviendo en la isla, ya sea como resistencia o porque simplemente no quieren irse de su país.
La curadora y gestora cultural Natalia Algarín, que nació en el Caribe colombiano y es una apasionada de la música cubana, habla de una fascinante escena local en torno al jazz y la timba que pasa por uno de sus mejores momentos. Cita locales donde hay toques en directo como La Zorra y El Cuervo, Jazz Café, Café Miramar, Bertolt Brecht y El Gato Tuerto y a músicos como Yissy García, Harold López-Nussa, Alain Pérez, Alexander Abreu, Gastón Joya, Alfredo Rodríguez, Enrique Plá y Osain del Monte, este último dentro del género de la rumba.
Además sigue viva la llama del hip hop que prendieron bandas como Orishas (quienes regresaron hace poco tras su parón a finales de la anterior década) o Los Aldeanos, que siguen activos por separado, tanto Aldo Roberto Rodríguez Baquero (Al2) como Bian Óscar Rodríguez Galá (El B). A ellos hay que sumar propuestas actuales como Papá Humbertico y Golpe Seko, un dúo de Santiago que mezcla rap con la herencia afro.
Un espacio para la escena alternativa
La Fábrica de Arte Cubano (FAC) en La Habana es el espacio que ha aglutinado esta explosión musical en la isla. Fue creado en 2014 por Equis Alfonso, un personaje clave en la escena alternativa local que participó en la banda sonora de Habana Blues (por este trabajo ganó un Goya) y que ha colaborado con múltiples bandas internacionales en sus viajes. Sus padres formaron Síntesis en los 70, una banda icónica en la fusión de sonidos en la isla, y su hermana Eme Alfonso es una de las artistas más interesantes de la escena actual por su talento y originalidad.
“No hay lugares para el tipo de música que yo hago, los que existen tienen pantallas para que la gente baile y se olvide de las penas”. Haydée Milanés
El lugar se construyó en una antigua fábrica de aceite y acoge conciertos de todos los géneros (además de exposiciones de arte, talleres, proyecciones, teatro) con un cover en torno a los dos dólares. Los habaneros lamentan que cada vez hay más turistas y menos locales. Todos coinciden, en cualquier caso, en la importancia de que existan espacios como este en la isla.
“Ha funcionado como proyecto porque, ante todo, está dirigido por artistas y los curadores son especialistas de mucho prestigio. Todos queremos impresionarnos en primer lugar a nosotros mismos. Es nuestro aporte a la cultura cubana. Si con 18 años yo hubiera entrado a un lugar como este, me hubiera encantado. Y creo que ponerme en la piel del público es lo que ha permitido que siempre supere las expectativas”, dice Equis Alfonso en una entrevista con Cuba Ahora.
La aparición de FAC puso de relieve una realidad de la que artistas y público venían quejándose: no hay suficientes espacios donde escuchar música en directo en Cuba. Haydée Milanés me contaba con pena que en La Habana, su ciudad, es difícil encontrar sitios donde tocar. “Es un problema grande. Hay que pagar el sonido, las luces, todo. Yo no vivo de hacer conciertos en Cuba, al revés: toco fuera para invertir las ganancias y poder actuar en mi país. No hay lugares para el tipo de música que yo hago, los que existen tienen pantallas para que la gente baile y se olvide de las penas.”
“Necesitamos más información, más capacitación, más flexibilidad en las estructuras y los modelos de gestión de nuestras músicas” Darsi Fernández
“Habría que hacer un análisis de lo que la gente quiere escuchar. No hay espacios en directo ni en los medios de comunicación que coincidan con los gustos de las nuevas generaciones“, opina Osmani Espinosa.
Rafa G. Escalona habla de un circuito más allá de la Fábrica. “Existen clubes como el Olalá (antiguo SARAO) y el Corner Café que programan a varios de los artistas del momento. En el barrio de El Vedado funciona un pequeño bar que es el hogar por defecto de los cantautores: La casa de la bombilla verde. Y el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes destaca por lo exquisito de su curaduría. Los templos de la música popular siguen siendo las grandes plazas de baile y los teatros de gran formato: el Salón Rosado de la Tropical, el Karl Marx y el Mella.”
Por su parte Darsi Fernández coincide en que se está viviendo poco a poco una apertura en la música, por algunos cambios internos, las oleadas migratorias e internet, pero cree que es necesaria “una verdadera profesionalización” de los distintos actores. “Necesitamos más información, más capacitación, más flexibilidad en las estructuras y los modelos de gestión de nuestras músicas“, dice.
El cambio se asoma en Cuba a través de eventos multitudinarios como el concierto de los Rolling Stones en 2016 en la Ciudad Deportiva de La Habana ante casi medio millón de personas o el festival Musicabana organizado por Fabien Pisani (hijo de Pablo Milanés) que trajo a la capital a Ibeyi y al DJ estadounidense Diplo, ese mismo año. Propuestas afianzadas y tan interesantes como Havana World Music hacen creer que la verdadera revolución en Cuba en el siglo XXI será la de su música.
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Gladys En Escena
Una de las misiones de RGP es descubrir las escenas musicales más emocionantes del planeta, allá donde se encuentren. Para ello, contamos con un servicio de agentes inflitrados que recuperan datos en el terreno, interrogan a los protagonistas y nos mandan informes minuciosos. El primero, como no podría ser de otra forma, llega de La Habana, con esta misiva escrita por José Fajardo.