Tomas Cookman

Tomas Cookman es una de las figuras de origen latino (nació en Nueva York, de sangre puertorriqueña) más influyentes de la música global como fundador del sello Nacional Records y la compañía Industria Works, además de impulsor de LAMC, el ciclo de conferencias de referencia de la industria latinoamericana que en 2022 regresa de forma presencial a Nueva York entre el 6 y el 9 de julio.

En esta conversación con José Fajardo habla sobre la explosión global de la música latina en sintonía con el trabajo que Gladys Palmera desarrolla desde 1999 para tejer redes entre América y España. 

José Fajardo: “Lo que antes era alternativo es ahora el mainstream”. Con ese lema se presenta la nueva edición de LAMC (Latin Alternative Music Conference). ¿Cuáles son los temas que os interesa abordar, hacia dónde va la industria?

Tomas Cookman: El interés tan grande que despierta LAMC demuestra la buena salud de la música latina. Vamos a hablar de temas contemporáneos como la salud mental y las redes sociales, o cómo la tecnología cambia constantemente la forma en que las canciones llegan a los fans, y además seguiremos explicando cómo es el trabajo en las distintas áreas de la industria, desde el A&R al marketing o la promoción.

JF: Hay un énfasis importante en la visión de la música como un negocio.

TC: Una industria que entiende el negocio es una industria con más salud. Hasta hace muy poco los artistas pensaban que era suficiente con escribir una buena canción, montar un show y salir de gira. Hoy eso ha cambiado: la mayoría son además expertos en redes sociales, en derechos de autor y en otras muchas áreas; saben, por lo menos, que es importante saber de qué va todo eso. Ahora parece obvio, pero cuando empezamos no estaba tan bien visto hablar así sobre la música.

JF: Vivimos un cambio de paradigma brutal: la representación de la cultura latina es cada vez más importante en la industria global del entretenimiento. Y va más allá de la música: de Rosalía a la nueva versión de West Side Story. ¿Cómo explica esta ola cultural latina y en español?

TC: La música latina es un fenómeno imparable. Rosalía es un fenómeno muy interesante. Recuerdo cuando la descubrí por primera vez, todavía no había sacado su primer disco y ya entonces pensé: “Guau, esta mujer es una estrella”. A veces hay artistas como ella o Bad Bunny que van más allá de la bandera de un país y representan un movimiento más amplio y diverso. Entre España y América Latina, en ese viaje de ida y vuelta, cada vez hay más conexiones a través de artistas como el argentino Trueno o el español C. Tangana que funcionan muy bien entre ambas audiencias.

JF: Esta explosión global de sonidos latinos, ¿ha tocado techo?

TC: Estas transformaciones en la cultura toman su tiempo, pueden tardar 20, 30 ó 40 años, pero cuando suceden tienen una fuerza tremenda. Hoy lo latino está por todo Estados Unidos, en cualquier lugar se vende comida mexicana, los intérpretes latinos han entrado en los sofás de todo el país a través de las plataformas, la música en español ya no suena como algo extranjero sino que es el pan de cada día.

JF: El reggaetón ha jugado un papel fundamental en esta mayor visibilidad global, pero también ha sido una ventana por la que asomarse a la increíble riqueza y diversidad de sonidos en América Latina.

TC: Un buen ejemplo son los corridos tumbados en la frontera entre México y Estados Unidos, con unas cifras muy potentes. Proyectos locales como Rancho Humilde recuperan las raíces y conectan con las nuevas generaciones: estos chicos escuchan rancheras pero el hip hop también suena en sus barrios. Es muy interesante cómo esas músicas se están mezclando y de repente ves a Snoop Dogg junto a Natanael Cano.

JF: Igual que en España los artistas más jóvenes están haciendo música junto a los migrantes de origen latinoamericano o del norte de África, en Estados Unidos es muy interesante esa conexión entre la comunidad negra y la latina.

TC: Estos chicos viven en los mismos barrios, van a las mismas escuelas, compran en los mismos mercados, viven las mismas experiencias. De ahí, salen alianzas. El reconocimiento masivo de la música negra en Estados Unidos, y de ahí a nivel mundial, es un ejemplo de lo que estamos viviendo ahora con lo latino, una conquista del mainstream que seguirá en el futuro.

JF: Cada vez es más importante la figura de los asesores culturales en el audiovisual y de la sincronización de la música en series, anuncios, películas y otros formatos, ¿también ahí está creciendo el negocio con las canciones en español?

TC: Totalmente, es una de las razones por las que estamos presentes en la vida de tanta gente ahora mismo, por películas como Encanto o antes Coco, donde Disney comprendió la importancia de contratar a un experto como Camilo Lara. Nosotros tuvimos un éxito tremendo con 1977 de Ana Tijoux para Breaking Bad cuando la serie era un fenómeno mundial; en estos casos suelen usar 30 segundos pero sonó casi tres minutos en un vídeo por el desierto, gracias a eso fue disco de platino en varios países, algo increíble. Estamos abriendo camino.

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