Sammy Figueroa: Busco tu recuerdo
En un nuevo álbum en el que participan músicos estelares, el percusionista abraza la música del padre que nunca conoció.
En su nuevo álbum, el percusionista Sammy Figueroa canta.
El conguero, célebre por la imborrable huella que sus manos han dejado en el jazz latino contemporáneo y, para cualquiera que le conozca, por su contagiosa risa, hace su debut como bolerista con Busco tu recuerdo (Busco tu recuerdo dentro de mi pecho, de nuestro pasado que fue de alegría. Pero sólo llegan a mi pensamiento. Grandes amarguras para el alma mía). La canción fue un éxito para su padre, el cantante de boleros puertorriqueño Charlie Figueroa, cuando la grabó para un álbum publicado en 1958 por Discos Fuentes.
Charlie Figueroa, un hombre delgado con pello engominado y pajarita que sonríe con desgano en las fotos de las portadas de sus discos, era descrito muy a menudo como un bohemio. Era una forma educada de decir que le gustaba beber.
“Tenía 32 años y murió de cirrosis hepática”, dice Sammy, que no recuerda haber conocido a su padre. “Estaba demasiado ocupado viviendo dentro de un club”.
Charlie Figueroa dejó tras de sí un notable testimonio de clásicos del bolero de culto, muchos escritos por el compositor colombiano José Barros, interpretados con La Sonora Malecón Club, la Orquesta de Rafael Muñoz, el Septeto La Playa, el Conjunto América, el Conjunto Guanabacoa, el Conjunto del Tropicana Club, Daniel González y su Trío y el Trío Alberto. Su hijo, que ahora tiene 74 años, dice que nunca los escuchó hasta hace poco.
“Lo descarté en mi mente”, reconoce Sammy. “Estaba muy enfadado con él. Estaba en una negación increíble”.
Fue la productora de Sammy, Rachel Faro, quien le animó a hacer las paces con su padre. Le sugirió que empezara por escuchar sus discos.
Él escuchó.
“Dije, este tipo sabe cantar”, relata Sammy. “Escuché más y más. Cuanto más escuchaba, más me daba cuenta de lo profesional que era. Nunca desafinaba”.
Y cuanto más escuchaba, más se daba cuenta de hasta qué punto era hijo de su padre. El viaje de Sammy para abrazar el espíritu de su Charlie queda plasmado en el álbum, también llamado Busco un recuerdo (Searching For A Memory). Grabado en los estudios Criteria de Miami y que saldrá a la venta en primavera a través de Ashe Records, el sello de Faro, cuenta con una formación que incluye al pianista Gonzalo Rubalcaba, Ricky Rodríguez al bajo, el baterista Ludwig Afonso y el saxofonista Felipe LaMoglia, así como la cantante Aymée Nuviola, el saxofonista Miguel Zenón y el trompetista John Daversa. Rubalcaba también ha coproducido este bello y multitexturado álbum conceptual.
La música rebosa sentimiento puro, evocando los altibajos del estilo de vida bohemia de Charlie Figueroa, al tiempo que traza un mapa de las emociones de Sammy cuando reconsidera el papel de su padre en su vida. La suavidad nocturna de las baladas de jazz latino cantadas por Nuviola se ve interrumpida por los inquietantes solos de piano de Rubalcaba en un álbum que es un homenaje a cada uno de los músicos-storytellers participantes, así como a los Figueroa, padre e hijo.
Sammy nació en Nueva York, producto de una corta relación que su madre mantuvo con Charlie, quien según Sammy, nunca vino a verle.
“Él sólo hacía lo suyo”, dice ahora Sammy. “Siendo tan joven y estando en el ojo público, especialmente en los años 50, las cosas eran una locura. Cada día era más famoso”.
Cuando Sammy tenía nueve años, su madre lo envió a vivir con los padres de su padre a Puerto Rico, buscando un entorno mejor para un niño que su duro barrio en el Bronx. Aterrizó entre familiares músicos, incluida su tía Carmencita, quién había actuado con Charlie cuando eran jóvenes, haciéndose llamar Los Hermanos Figueroa.
“Era un niño cuando murió mi padre”, dice Sammy.
“No tenía ningún interés en hablar de ello. Nadie lo mencionaba. Supongo que no querían ser como él”.
Aún así, Sammy se hizo músico. Empezó a cantar con tríos y cuartetos en hoteles de San Juan.
“Cantaba en todas partes”, recuerda. “Y no sabía por qué. Tenía cierto talento para cantar y tocar. Pero no lo relacionaba en absoluto con mi padre, porque nadie hablaba de ello”.
Sammy cambió de marcha. Fue a la universidad y empezó a tocar la percusión en serio, encontrando el éxito después de mudarse a Nueva York para un contrato de actuación de tres meses cuando tenía 20 años y se quedó. Su primer grupo allí, una “banda brasileña de jazz funk” llamada Raices, grabó en Atlantic Records y una vez fue telonero de Miles Davis.
A lo largo de los años ha publicado varios discos en solitario y ha sido dos veces nominado para un Grammy Award. También ha sido solicitado como “side man”, grabando y actuando con John McLaughlin, Michel Camilo (que escribió para él la canción And Sammy Walked In) y John Pizzarelli; y Luther Vandross, Ashford and Simpson y Chic, entre muchos otros.
Actualmente vive entre Miami, donde desde los años 90 se ha convertido en una leyenda local, y su Nueva York natal.
Fue en 2020 cuando grabó por primera vez una canción de su padre, cuando John Daversa le invitó a colaborar en un disco pandémico llamado Cuarentena: Family at Home. Daversa tuvo la idea y le pidió que interpretara el éxito de Charlie El último suspiro.
Busco tu recuerdo se grabó en 2022, con una beca que Faro recibió para financiar la realización del disco.
“Raquel fue la que dijo que tienes que perdonar a tu padre porque tienes su ADN musical”, dice Sammy.
Y lo ha perdonado. En una nueva versión de El último suspiro grabada para el álbum, Sammy se une a Nuviola cantando parte de la canción.
Al final se le oye hablar en voz baja: “Charlie Figueroa, te quiero”.