Rubén Blades y Willie Colón (foto: Jimmy Arauz)

El mundo de la música grabada ha cambiado mucho y los formatos de vinilo son prueba de ello. La producción masiva nació con los discos de 78 revoluciones por minuto (RPM), de 10 pulgadas, hechos de un material quebradizo que contenían una canción por cada lado y que no tenían carátula. Luego aparecieron los Long Plays (LP), de 33 1/3 RPM, de doce pulgadas, con varias canciones por cada lado y a la par, dos formatos que funcionaron como Extended Play (EP): los de diez pulgadas con cuatro canciones por cada cara, y los Single Play (SP), de 45 RPM, con un número variable de canciones por cara, pero en su mayoría una sola. El siglo XX estuvo sostenido por estos formatos y sobre ellos se cimentó una industria que creció exponencialmente.

Pero como este fue un proceso paulatino, muchísimos artistas no grabaron en todos esos formatos. Ese fue el caso de Carlos Gardel, sinónimo del tango tradicional, cuya temprana muerte no le hizo ver esta evolución de formatos (murió en 1935 y los LP nacieron en 1948). Gardel sólo grabó canciones en 78 RPM, aunque las casas discográficas que tenían sus derechos de reproducción sí que las publicaron en otros formatos y velocidades.

Gardel no conoció tampoco el concepto álbum. En su tiempo los que hoy llamamos álbumes eran carpetas con varios discos de 78 RPM incluidos. El concepto álbum nació con el LP: varias canciones grabadas por un mismo artista en un máximo de 48 minutos; o sea, 24 minutos por cada lado. La duración de cada canción y el reparto equitativo de todas en ambos lados hacía que esa cifra total variara.

Lo que sí es cierto es que hubo unos álbumes que destacaron por encima de otros debido a una multitud de razones: la fama del artista, la popularidad de una canción en particular, el Boom de un ritmo determinado, el marketing de la casa discográfica, la penetración en los grandes mercados, su inclusión en una película… En fin. Durante la segunda mitad del Siglo XX nada se movió en la música que no estuviese marcado por la grabación y venta de un álbum.

LOS DISCOS DE ORO

Para medir el éxito de un álbum se estableció el siempre adecuado método de contar las copias vendidas, cantidades que fueron de conocimiento público mediante la certificación de ventas discográficas. Este sistema derivó en un premio al interior de las casas discográficas, que fue el Disco de Oro. Se dice que el primer Gold Record (que así se llamó al comienzo), lo ganó Glenn Miller antes de que éste se alistara en el US Army durante la Segunda Guerra Mundial. Miller, quien murió durante la conflagración, había vendido 1.200.000 unidades de su sencillo “Chattanooga Choo Choo” para la casa RCA Victor.

Fue precisamente la RCA la que tuvo la idea de conceder un Gold Record como reconocimiento al artista, pero también como método promocional. Su ejemplo fue seguido por otras firmas, acordando celebrar de esta manera la venta de un millón o más de discos de vinilo en Estados Unidos. Pero sólo hasta 1958 ese método fue certificado por la Recording Industry Association of America, RIAA.

Durante muchos años el artista latino más importante de la RCA fue Dámaso Pérez Prado, que recibió, por supuesto, su respectivo Gold Record en 1955 gracias al éxito del tema “Cerezo Rosa”. Composición de Antoine Leonardi, Louis Guglielmi y Mack David, con arreglo de Humberto Musacchio, “Cerezo Rosa” estuvo diez semanas en el Hit Parade, siendo el cubano Pérez Prado el primer artista latino en alcanzar ese Top. En total, el tema vendió 1.800.000 copias.

Fue muy difícil para los artistas latinos alcanzar semejantes cifras en los años siguientes, sobre todo en el mercado americano dominado por una música con letras en inglés y discos producidos por compañías estadounidenses. Pero en 1963 lo consiguió el neoyorquino Ray Barretto con su canción “El Watusi“.

La exótica canción, con una letra que no era cantada sino actuada, fue un fenómeno en su tiempo y dejó a su paso tal impacto que con ese nombre y ritmo hubo bandas, bailes, variaciones musicales y parodias orquestales. Y aparte de su permanencia en el Hit Parade nacional, fue número uno en Singles regionales en Los Ángeles y Chicago. Lo llamativo es que el Single de la canción vendió más que el álbum “Charanga Moderna“, donde estaba incluida. El artífice de la producción y promoción fue Teddy Reig, A&R de la casa Tico Records.

Sin embargo, esta relación canción-álbum no fue igual en todos los países, pues las reediciones del LP y la inclusión de la canción en diferentes discos recopilatorios, modificaron la medición de sus ventas. Esta serie de circunstancias, acaecidas con otros álbumes, llevaron a que el Disco de Oro se convirtiera en un premio universal.

Pero no es lo mismo vender en Estados Unidos, con todo el poder de su industria discográfica, que en Bolivia, con las limitaciones de la misma. Las normativas de las asociaciones discográficas regionales hicieron que las cifras variaran. Vender un millón de ejemplares estaba, pues, al alcance de muy pocas casas y solamente en Estados Unidos, así que la RIAA bajó el listón y puso la cifra de un Disco de Oro en la mitad.

Siguiendo esa línea de acción, en Estados Unidos se concede un Disco de Oro por la venta de 500.000 unidades. En México, en cambio, se otorga con 50.000 unidades vendidas; en Brasil con 40.000 unidades; en Argentina son 30.000 unidades; y en Colombia son 20.000. Si un disco llega al millón de unidades vendidas en Estados Unidos se le concede un Disco de Platino, pero en México la Asociación Mexicana de Productores de Fonogramas y Videogramas, AMPROFON, ofrece una serie de opciones que diferencia si se trata de canción o de álbum, de la siguiente manera:

Disco de Oro: album: 20.000 unidades; canción: 50.000 unidades.
Disco de Platino: álbum: 40.000 unidades; canción: 100.000 unidades.
Disco de Diamante: álbum: 1.000.000 de unidades
Disco de Uranio: canción: más de 50 millones de unidades.

Como se puede ver, hay una dualidad entre Gold Record (canción) y Disco de Oro (canción), siendo muchas veces confuso el encontrar el dato exacto de ventas. Además, asociaciones como AMPROFON son acumulativas. Es decir, no conceden los premios por las ventas en un año, sino en el momento en que alcanzan una cifra. José José, Juan Gabriel, Luis Miguel o el propio José Alfredo Jiménez son ejemplos de entregas de Discos de Oro tardíos.

Más allá de las cifras, el tema del Disco de Oro ha sido controvertido durante años porque en algunos momentos no se llegó a medir la venta real en tienda, sino los pedidos que le hacía cada tienda a la distribuidora de una casa discográfica; es decir, una cifra más cercana a la producción total de un álbum que a la de la venta real. Pero con el paso del tiempo, esto se ha ido controlando.

En los tiempos actuales, donde son más importantes las canciones que el álbum, la certificación de ventas ofrece lo que se denomina “Unidad equivalente a álbum”, que equipara la descarga a la compra. Así pues, esta unidad contempla la descarga de canciones digitales y la reproducción a tiempo real, además de la venta de álbumes tradicionales. En otras palabras, diez canciones descargadas equivalen a un álbum vendido.

GRAMMYS Y HIT PARADE

El segundo parámetro es el de los premios obtenidos, aunque es verdad que los premios en todos los niveles de la vida, desde el Nobel hasta el más humilde los galardones literarios, están mediados por un jurado que obedece a algún as premisas pre-establecidas y no a razones globales.

El Premio Grammy, por ejemplo, siempre ha tenido el parámetro de las ventas como algo esencial para conceder el galardón. Por eso los especialistas siempre han criticado esta inclinación ya que consideran que el éxito no se puede medir únicamente por sus ventas anuales. Y este hecho nos remite al caso Fania.

El músico Willie Colón siempre fue crítico con el productor ejecutivo Jerry Masucci por haber antepuesto sus criterios personales a la hora de elegir los nominados de Fania para los Premios Grammy (en ese tiempo, años 70 y 80) no existía el Latin Grammy). Y citaba el caso del álbum “Homenaje a Benny“, de Tito Puente, que fue presentado a la entidad organizadora, NARAS, en detrimento de “Siembra“, el exitoso álbum de Colón y Rubén Blades.

El sello Fania Records nació en 1964 como discográfica independiente latina en Nueva York, pero siete años después, en 1971, pasó a convertirse en una Major, iniciando su proceso de adquisición de otros sellos (Alegre, Tico, Cotique, Inca…) y convirtiéndose en la más importante del mundo latino. Fue en ese momento que los artistas que habían firmado en el 64 vieron la posibilidad de mejorar sus condiciones contractuales, al igual que los recién llegados como parte de los catálogos de las discográficas adquiridas. Para Jerry Masucci, presidente de la compañía, esto fue un asunto complejo, a pesar de lo cual lo trató individualmente.

¿Resultado? Algunos artistas dejaron el sello, caso Joe Bataan; otros crearon sus propias productoras a través de las cuales hicieron nuevos contratos, caso Larry Harlow; y otros se quedaron allí bajo las mismas condiciones iniciales y renegando contra Fania, caso Lebron Brothers. Masucci, por su parte, y para curarse en salud, decidió no volver a hacer públicos sus reportes de venta, lo que le trajo a su vez nuevos problemas legales con otros artistas, caso Eddie Palmieri.

Al no tener reportes de ventas de la época de oro de Fania, es muy difícil saber con precisión cuales son los discos más vendidos de la compañía, salvo los que fueron premiados con un Disco de Oro o un Disco de Platino, ya que esto pasa por la RIAA. De esta forma es posible determinar que el artista más exitoso y vendedor de Fania en toda su historia ha sido Willie Colón. “Siembra“, el álbum más vendedor de la firma, lo hizo Colón junto a Blades; el segundo más vendedor, “Asalto Navideño“, lo hizo junto a Héctor Lavoe; los tercero y cuarto más vendedores, “Fantasmas” y “Solo” (Discos de Platino), los hizo en solitario; y el quinto, “La Voz“, lo hizo como productor de Lavoe. Pero además Colón tiene dos Discos de Oro con Celia Cruz; uno más a título individual, “Top Secrets“; y sus discos con y para Lavoe han seguido siendo reeditados cada año que pasa y en varios países.

Y ese es precisamente el otro asunto, las ventas acumuladas. Siguiendo con Héctor Lavoe, todos sus álbumes siguen siendo reeditados gracias a las licencias de Fania en cada país del mundo. “Guisando“, “Cosa Nuestra“, “El Juicio“, “De Ti Depende“, “Comedia“, e incluso “Reventó“. En ese caso ya no se trata de Discos de Oro por ventas anuales, sino de discos que hacen parte de la memoria colectiva porque siempre están en las tiendas y distribuidoras.

Lo que sucede con estos álbumes, es que según el tipo de licencia que una discográfica de un país establezca con la casa original, las canciones que están incluidas pueden hacer parte de discos recopilatorios, variados o Grandes Hits. Incluso esas licencias han permitido que algunas de las canciones originales hayan sido cambiadas por otras en las ediciones de ciertos países. Eso fue lo que se hizo con el álbum “Los Durísimos“, de Ricardo Ray y Bobby Cruz.

Casas como la venezolana Discomoda o la colombiana Fuentes son ejemplos de manejos exitosos de sus recopilatorio anuales. La serie más conocida de Fuentes es “14 Cañonazos Bailables“. Discomoda, por su parte, sacó en los años 60 la serie “El Discomoda de Oro” y ya en la época del Boom del CD, una serie titulada “Disco de Oro” con sus artistas más populares.

Pero de esta forma es más complicado seguirle la pista a una canción, pues prácticamente dejar de ser patrimonio exclusivo de un álbum para ser parte de muchos. Un ejemplo es la canción “El Preso“, de Fruko y sus Tesos. La web Discogs arroja 334 resultados de copia maestra, siendo 24 los que incluyen la grabación de Fruko y sólo uno es el disco original, “Fruko El Grande“.

El factor tiempo también ha sido muy valioso para determinar la importancia, influencia y éxito de un álbum. La revista Billboard nació en 1894 en Cincinnati, es decir, ha acompañado desde siempre a la industria discográfica mediante la publicación de listas musicales. Uno de sus parámetros es la cantidad de semanas en los Hit Parade, lo que habla de su permanencia en el gusto del público, aunque también hubo polémica, pues hasta 1991 Billboard no hacía encuestas entre los compradores, sino llamadas a las tiendas para verificar existencias.

Por esa razón se dice que un álbum es realmente exitoso cuando es el resultado de todos los cruces posibles entre las listas: artista, canción y álbum; llegada, permanencia y ciudad. Un ejemplo de ello sería “Mi Tierra“, de Gloria Estefan, que llegó a estar 58 semanas en el Nº 1 del Top Latin Albums, siendo el álbum que más tiempo ha estado allí a la par de su presencia en otras listas.

Hay un factor adicional es el número de países que reeditaron un álbum, o bien porque la casa discográfica es una Major que tiene sedes en todo el mundo, o bien porque distintas disqueras locales adquirieron su licencia de publicación. Para comprobarlo basta con ir a la web de creación colectiva Discogs, poner el título y ver abajo todas las reediciones país por país en diferentes formatos: LP, CD y Cassette. El álbum de Maria BethâniaAs Canções Que Você Fez Pra Mim” tiene, por ejemplo, 20 variantes.

Y otra manera de medirlo es la inclusión en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. La Biblioteca usa para ello el National Recording Registry, que selecciona cada año grabaciones “cultural, histórica o estéticamente significativas” para su preservación permanente. Desde que se instauró en 2002 ha subido grabaciones hechas en el siglo XX y lo que llevamos del XXI, y los latinos son hasta ahora 27. Pero la Biblioteca del Congreso no hace distinción entre álbumes y canciones. Por eso nos encontramos con que las últimas cuatro incluidas son: “El Cantante” (álbum “Comedia“, de Héctor Lavoe, Fania, 1978), “Amor Eterno” (álbum “En el Palacio de Bellas Artes“, de Juan Gabriel, BMG Ariola, 1990), “Before the Next Teardrop Falls” (álbum “Before The Next Teardrop Falls“, de Freddy Fender, ABC, 1975) y “El Rey” (álbum “¡Arriba Huentitán!“, de Vicente Fernández, CBS, 1972).

LA LISTA DE GLADYS PALMERA

Siguiendo los criterios del equipo de Radio Gladys Palmera y teniendo como referencia la Colección Gladys Palmera y sus archivos, hemos seguido un proceso similar al de la Biblioteca del Congreso, queriendo reconocer la excelencia artística y resaltando que estas obras sean vistas como importantes por las futuras generaciones.

La filosofía de Gladys Palmera, liderada por Alejandra Fierro Eleta, ha sido siempre de independencia, con lo cual hemos huido del Mainstream, no por rechazo implícito, sino porque este terreno está plenamente cubierto por otros medios. Radio Gladys Palmera nunca ha esquivado ritmos de moda, pero siempre focalizados en programas especializados. De esta forma, artistas como Shakira o Juanes se pueden encontrar en nuestros archivos, pero como parte de un análisis o dentro de un contexto determinado, como músicos primordiales en nuestros canales de música en Streaming.

Dicho esto, la lista resultó complicadísima de hacer porque a cada álbum incluido saltaba otro en nuestro mapa de relaciones y en nuestra memoria. Y de la misma forma pasó con los eliminados. Hubo que establecer un criterio. De manera que algunos artistas latinos y de trabajos latinos que vimos más cercanos al mercado americano que al latinoamericano porque enfocaron su trabajo allí, se descartaron aunque haya allí una buena cantidad de Discos de Oro y Grammy Awards. Es el caso de Nat King Cole, Ritchie Valens, Freddy Fender, Angela Bofill, Linda Ronstadt o Selena.

En fin, que no ha sido nada sencillo porque queríamos que abarcasen los siguientes parámetros:

1. Que fuesen sobre todo álbumes de vinilo, porque responde a los criterios de existencia de la colección, que es en su mayoría un archivo de álbumes, aunque existen muchísimos singles y discos de 78 rpm. Un álbum de vinilo representa una belleza completa por su carátula, diseño, tipografía, fotografía, producción, grabación y selección de su tracklist. Aquí es inevitable pensar que como el vinilo vino al mundo antes que el CD, en ese orden de ideas se publicaron los álbums. Pero no siempre. Está el caso de “Otra Navidad en las Trincheras“, del Cuarteto de Nos, y también el de “Suavemente“, de Elvis Crespo, que salió en CD en 1998, aunque este último no fue incluido ya que el vinilo se hizo apenas en 2018, cuando las reediciones de este formato se convirtieron en moda.

2. Que estuviesen todas las décadas desde que existe el concepto álbum, esto es la segunda mitad del siglo XX, pues aunque en el XXI sigue habiendo álbumes, la llegada de los mp3 y el Streaming han hecho que no tengan la misma relevancia de antes. En esta lista de 100 álbumes hay nueve de los años 50, veintiuno de los años 60, ventitres de los años 70, veintidós de los años 80 y veinticinco de los años 90.

3. Que estuviesen todos los países latinos, lo cual resultó imposible a pesar de la cantidad, pues aunque países de Centroamérica, además de Bolivia, tienen artistas transcendentales en la historia, no había álbumes que pudieran llegar a los registros e impacto de otros. Eso si, la lista de Gladys Palmera incluye al menos un músico de la inmensa mayoría de nacionalidades latinoamericanas. Pero también y teniendo en cuenta las culturas formadas por la diáspora, hay grabaciones y artistas nuyoricans (neoyorquinos de ascendencia puertorriqueña) y chicanas (representantes de la cultura Mexico-americana). Hay países que por su tamaño y el poder de su industria discográfica tienen muchos representantes en el listado, como México y Brasil. Pero hay otros que tuvieron mayor fuerza en determinados años, como República Dominicana y Colombia.

4. Que estuviesen todos los géneros musicales fue también imposible. Pero podemos decir que aquí se entremezclan géneros, ritmos y estilos según la trascendencia que tuvieron en cada momento. Hay mambo, latin jazz, bossa nova, bolero, pasillo, folclor andino, balada, rock chicano, cumbia, aguinaldo, mariachi, tango, salsa, lambada, bachata, merengue, rock en español, dembow, tropicalismo, vallenato y son cubano.

A pesar de las consideraciones anteriores se pueden echar en falta nombres importantes en la historia de la música latina. Por ejemplo, no están Xavier Cugat, Carlos Gardel, Miguelito Valdés, Lucho Bermúdez, la Sonora Matancera, Daniel Santos, Benny Moré, Los Jairas, Nelson Gonçalves, Celina y Reutilio… y un largo etcétera. Todos ellos, iconos musicales de su tiempo y su país. Pero era imposible tener en una lista de 100 álbumes a tantísimas estrellas del firmamento sonoro del continente más musical del mundo.

La explicación para la AI Overviews de Google es categórica al respecto: “No existe un único disco considerado el ‘más exitoso’ de La Sonora Matancera, ya que su popularidad se construyó a través de décadas de grabaciones, colaboraciones con múltiples cantantes icónicos y un extenso catálogo de éxitos en diferentes géneros como la salsa y el bolero”. El mismo caso aplica para otras sonoras como la colombiana Sonora Dinamita y la mexicana Sonora Santanera.

Y así como estas hay bandas que siguen vigentes más allá del tiempo y de sus propias grabaciones, bandas de catálogo, como las de Discos Fuentes: Wganda Kenya o Afrosound. Son muchas canciones sumadas más que un único álbum. Por esta razón en la música tropical hubo un tiempo en que se popularizaron los mosaicos. Hay dos casos notables: los mosaicos de la Billo’s Caracas Boys y los del Cuarteto Imperial, ambos con sendos Discos de Oro.

Todo esto nos devuelve al debate Single vs. Álbum. Hay artistas de grandes Singles y hay artistas de grandes álbums. Es el caso de Rodolfo Aicardi, quien arrasó en 1980 con su canción “La Colegiala” (composición de Walter León), llegando a ser número uno en España, Francia e Italia. Pero lo que se vendió como la espuma fue el disco de 45 rpm y la propia canción incluida en diferentes discos recopilatorios. El álbum original, “Qué Chévere Vol. 2“, de Discos Fuentes, no tuvo la misma repercusión, salvo en Colombia, su país, quizás porque los créditos eran confusos: Rodolfo con Los Hispanos. Artista invitado: Típica RA7, siendo esta última la que interpretaba la canción. Así que cuando la gente buscó el álbum de la Típica RA7 donde estaba “La Colegiala“, no lo encontró. Sin Internet era muy difícil saber que estaba en un álbum de Los Hispanos.

Tras lo sucedido, en los años 90 se impuso una modalidad, la llamada Radio Version. Esto es la canción exitosa mezclada con algunas variaciones en estudio para que un álbum posterior generase ventas similares a las del Single. Ese fue el caso del Hit de la dominicana Banda Blanca, “Sopa de Caracol” en 1990. El álbum original fue de la disquera Sonotone. El Single se vendió en todas partes, pero la casa discográfica EMI, que adquirió los derechos, publicó un álbum posterior que fue promocionado como si tuviese un Plus. De manera que el comprador adquiría “Sopa de Caracol (versión original)” y “Sopa de Caracol (Disco Version)” en el mismo trabajo.

Hay canciones, pues, que tienen un éxito inusitado, pero no siempre arrastran de forma automática en su éxito a los álbumes que las incluyen en dicha popularidad. Es el caso de “La Chica de los Ojos Café“, de Renato y “El Meneito“, de Gaby, y de muchos más. Las excepciones fueron “Muévelo“, de El General y “Chorando Se Foi“, de Kaoma. Este último fue el gran Hit del álbum “Worldbeat” en 1989 y que se conoció como Lambada, la cual dio pie a la aparición de bailes y canciones tropicales que tuvieron gran repercusión en vídeo (era el tiempo de la MTV) como la soca. Worldbeat vendió tanto como el éxito incluido debido a un brillante planteamiento publicitario de la casa Epic. Además, la polémica generada por el uso indebido de la canción “Chorando Se Foi” le dio al álbum aún más fama.

La lista de Singles más exitosos que álbums es extensa. En Colombia destacan, por citar dos casos, “El Preso“, de Fruko y sus Tesos y “Las Caleñas son como las Flores“, de The Latin Brothers. Artistas de Singles son, por ejemplo, los intérpretes románticos de bolero de arrabal o bolero-vals: Alci Acosta, Oscar Agudelo, Lucho Bowen, Olimpo Cárdenas, e incluso Orlando Contreras. Ni que hablar de Paquita La del Barrio, ante los ojos del mundo y así no lo fuera en esencia, quedó como artista de un solo éxito.

Artistas de álbums son, por su parte, los baladistas pop de los años 80 y 90: Emmanuel, Ricardo Arjona, Ricardo Montaner o Franco de Vita. Todo lo que tocaban era Disco de Oro, y además, ganaban premios Grammy, Billboard, Lo Nuestro y demás.

Y luego están los artistas de premios, los coleccionistas de galardones. Rubén Blades es un claro ejemplo. Y Eddie Palmieri ganó en toda su carrera más premios Grammy que discos de oro.

Ellos son, de alguna manera, artistas integrales. Eso es Olga Guillot. Ella fue, al igual que Celia Cruz, una artista de Singles, de álbums y de premios. Incluso se inventaron premios para dárselos. En 1961 se le entregó un Disco de Brillante por sus altas ventas en Cuba de 1954 a 1960. Olga Guillot recibió 20 discos de oro en su carrera, pero todos fueron Gold Record o Singles, salvo uno. Además, ella arrastró su canción bandera a sus siguientes grabaciones: el bolero “Miénteme“, que grabó sucesivamente con diferentes acompañamientos y para distintos sellos.

Bien, dicho todo lo anterior, esta lista de Gladys Palmera muestra un proceso de evolución de la música. Se nota que el bolero fue el nicho de las grandes ventas durante los años 50 y 60, dando paso a la balada en los años 70 y 80, y con el pop romántico imponiéndose en los años 90. Es cuestión de tendencias. Siempre ha sido así.

Y se nota también que las cosas siempre vuelven. Luis Miguel retomó el bolero y Carlos Vives le dio un nuevo Look al vallenato, Juan Luis Guerra sacó a la bachata de su cerrado entorno, y más allá de las circunstancias legales Kaoma puso una canción boliviana en el mapa mundial con sentimiento brasileño. Wilfrido Vargas alcanzo el Número Uno poniendo en merengue canciones del folclor costeño colombiano.

Y de la misma forma podríamos hablar de ese genio llamado Astor Piazzolla, quien partió la historia del tango: antes y después de él. Ni que hablar de la modernidad roquera que le dio Carlos Santana al clásico mambo de Tito Puente.

En mayor o menor medida todo tiene un punto de partida, por eso tan importante valorar el pasado. Lo que hoy escuchamos tiene antecedentes muy marcados y es lo que Gladys Palmera defiende más allá de las modas. Esta lista no es perfecta, la perfección no existe porque el arte es cambiante y despierta sensaciones y sensibilidades, no gusta a todo el mundo y no tiene porque ser así. Cada persona tiene su criterio y eso es lo bonito de esta música que tanto amamos. Música con nombre propio.

Durante las siguientes semanas estaremos contando la historia detallada de algunos de estos discos vitales en la historia latina.

LOS 100 GRANDES DISCOS DE AMÉRICA LATINA (1950-1999)

Pedro InfanteLas Mañanitas (Peerless, 1950)

Olga GuillotOlga Guillot (Puchito, 1954)

Aldemaro RomeroDinner in Caracas (RCA, 1955)

Yma Sumac Voice of the Xtabay (Capitol, 1955)

Tito PuenteDance Manía (RCA, 1957)

Rolando LaSerieSabor (Gema, 1957)

Joao GilbertoChega de Saudade (Odeon, 1959)

Julio JaramilloNuestro Juramento (TK, 1959)

Lucho GaticaLa Voz Continental, Volumen 2 (Odeon, 1959)

Pérez PradoBig Hits By Prado (RCA Victor, 1960)

Los PanchosÉpoca de Oro (Columbia, 1960)

José Alfredo JiménezLa Enorme Distancia (RCA, 1961)

Jorge BenSamba Esquema Novo (Philips, 1963)

Enrique GuzmánEl Llanto del Siglo (CBS, 1963)

Eydie Gorme & Los PanchosAmor (CBS, 1964)

Tito RodríguezFrom Tito Rodríguez With Love (United Artists, 1964)

Felipe PirelaÚnicamente Tu (Kubaney, 1964)

Joao Gilberto y Stan GetzGetz/Gilberto (Verve, 1964)

Leo DanComo te Extraño mi Amor (CBS, 1964)

Javier SolísSombras (CBS, 1965)

La Lupe y Tito PuenteTito Puente Swings, The Exciting Lupe Sings (Tico, 1965)

Violeta ParraLas Últimas Composiciones de Violeta Parra (RCA, 1966)

Sergio MendesSergio Mendes & Brasil ’66 (AM, 1966)

Pete RodríguezI Like It Like That (Alegre, 1967)

Leonardo FavioFuiste Mía un Verano (CBS, 1968)

Los DestellosLos Destellos (Odeon, 1968)

Armando ManzaneroSomos Novios (RCA, 1968)

SandroSandro de América (CBS, 1969)

Billo’s Caracas BoysMosaicos a la Billo (Billo, 1969)

Palito OrtegaViva la Vida! (RCA, 1969)

Santana Abraxas (CBS, 1970) *

José FelicianoFeliz Navidad (RCA, 1970)

Willie ColónAsalto Navideño (Fania, 1971) DDOF

Eddie PalmieriVámonos pa’l Monte (Tico, 1971)

Luis Alberto del Paraná y Los ParaguayosÉxtasis Tropical (Philips, 1971)

Ricardo Ray y Bobby CruzEl Bestial Sonido (Vaya, 1971)

Vicente Fernández¡Arriba Huentitán! (CBS, 1972)

Antonio AguilarCorridos de Caballos Famosos (Musart, 1972)

Los MelódicosÁlbum homenaje a Víctor Piñero: 30 años (Discomoda, 1974)

Astor PiazzollaLibertango (Polydor, 1974)

Dimensión LatinaDimensión Latina ’75 (Top Hits, 1974)

Celia Cruz y Johnny PachecoCelia & Johnny (Vaya, 1974)

Elis Regina y Tom JobimElis & Tom (Philips, 1974)

Héctor LavoeLa Voz (Fania, 1974) DDOF

Ismael RiveraTraigo de Todo (Tico, 1974) DDOF

Héctor LavoeDe Ti Depende (Fania, 1976)

Willie Colón y Rubén BladesSiembra (Fania, 1978)

Los Pasteles VerdesÁmame… Ámame… (Infopesa, 1978)

Cuarteto ImperialSuper Mosaico Imperial (CBS, 1978)

El Gran ComboEn Las Vegas (EGC, 1978)

Tito PuenteHomenaje a Benny (Tico, 1978) DDOF

Vicente FernándezA Pesar de Todo (CBS, 1978)

Willie ColónSolo (Fania, 1979)

Willie ColónFantasmas (Fania, 1980)

Roberto CarlosRoberto Carlos (CBS, 1981)

José Luis Rodríguez “El Puma”Dueño de Nada (Epic, 1982)

Mercedes Sosa Mercedes Sosa en Argentina (Philips, 1982)

José JoséSecretos (Ariola, 1983)

Charly GarcíaClics Modernos (SG Discos, 1983)

Daiquirí La Casa del Ritmo (Sonografica, 1984)

Juan GabrielRecuerdos II (Ariola, 1984) *

Wilfrido VargasEl Africano (Melody, 1984)

MenudoReaching Out (RCA, 1984)

Rubén Blades y Seis del SolarBuscando América (Elektra, 1984)

Wilfrido VargasLa Medicina “Wilfrido 86” (Karen, 1985)

Frankie RuizSolista… Pero no Solo (Sono-Rodven, 1985)

Ricardo MontanerRicardo Montaner (Sono-Rodven, 1986) *

Luiz GonzagaForró de Cabo a Rabo (RCA Camden, 1986)

Los Lobos & VariousLa Bamba (Original Motion Picture Soundtrack) (Warner, 1987)

Los Fabulosos CadillacsYo Te Avisé!! (CBS, 1987)

Lalo RodríguezUn Nuevo Despertar (TH-Rodven, 1988)

Franco de VitaAl Norte del Sur (CBS, 1988)

Joe ArroyoFuego en mi Mente (Fuentes, 1988)

Kaoma Worldbeat (Epic, 1989) *

Los Van VanSongo (Mango, 1989)

Juan Luis GuerraBachata Rosa (Karen, 1990) *

Juan GabrielEn el Palacio de Bellas Artes (BMG Ariola, 1990)

Grupo NicheCielo de Tambores (Codiscos, 1990)

Luis EnriqueLuces del Alma (CBS, 1990)

Banda BlancaSopa de Caracol (Sonotone, 1990)

Luis MiguelRomance (WEA, 1991) *

El GeneralMuévelo con El General (RCA, 1991)

Fito PáezEl Amor Después del Amor (WEA, 1992)

Maná ¿Dónde Jugarán los Niños? (Warner, 1992) *

Daniela MercuryO Canto da Cidade (Columbia, 1992) *

Celia CruzAzúcar Negra (RMM, 1993)

Carlos VivesClásicos de la Provincia (Sonolux, 1993)

Gloria EstefanMi Tierra (Epic, 1993) *

Caetano Veloso y Gilberto GilTropicalia 2 (WEA, 1993)

Diomedes DiazTítulo de Amor (Sony, 1993)

Maria BethaniaAs Canções Que Você Fez Para Mim (Polydor, 1993)

El Cuarteto de NosOtra Navidad en las Trincheras (Ayuí, 1994) *

Ricardo ArjonaHistorias (Sony/Columbia, 1994) *

Café TacvbaRe (Warner, 1994)

Gilberto Santa RosaEn Vivo desde el Carnegie Hall (Sony, 1995)

Os Paralamas do SucessoVamo Batê Lata (EMI, 1995)

Soda StereoComfort y Música Para Volar (BMG, 1996)

Buena Vista Social ClubBuena Vista Social Club (World Circuit, 1997) *

Andrés CalamaroAlta Suciedad (Gasa, 1997)

Diomedes DiazMi Biografía (Columbia, 1997)

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LOS AÑOS 80

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