Pernett y Tengo Cada Día
Exclusiva Gladys: el nuevo álbum de Pernett, Tengo Cada Día, una perfecta mezcla de rock, acid jazz y música latina con invitados de lujo.
Tengo Cada Día es una combinación de fusiones entre folclor colombiano, música caribeña y música electrónica, pero además temas de rock, acid jazz y música andina. Todo esto con ese sello sonoro de Humberto Pernett, que tanto nos gusta en Radio Gladys Palmera y que se ha evidenciado en cada uno de sus seis trabajos anteriores.
El álbum se grabó y se produjo en diferentes partes de Colombia, por lo que cada canción ha recogido el ambiente de cada región, sus experiencias cotidianas y su espíritu sonoro. El trabajó empezó en Puerto Colombia, pasó a Barranquilla, su tierra natal. Luego se trasladó a Bogotá, más tarde a La Calera, su tierra de acogida, y en La Ñ Estudios tuvo su proceso de ensamblaje. El proceso finalizó en el estudio de Humberto Pernett, Pernett Records.
ASÍ NACIÓ TENGO CADA DÍA
El nuevo álbum incluye colaboraciones explosivas como la leyenda del rock británico Phil Manzanera, guitarrista de Roxy Music, con el guitarrista y compositor haitiano Wesli, y de la misma forma con los bateristas barranquilleros Jaime Alzate y Marlon Marañón, con el cantautor y productor bogotano Amós Piñeros (quien también es coproductor del disco), con saxofonista bogotano Iván Gardeazabal, con el grupo de Villa de Leyva Manigua Rock Mestizo (quienes aportaron la sonoridad andina), con los percusionistas Rodney Teherán y Pacho Cuadrado (que hicieron los sonidos colombianos y latinos), con el bajista bogotano John Bejarano, y con la inigualable participación de Alejandro Duque El Duque en la batería.
Tengo Cada Día es, además, el título del primer sencillo de éste álbum, una canción de rock latino, apoyado en la guitarra de Phil Manzanera, la batería de El Duque, los tambores de Pacho Cuadrado y el bajo de John Bejarano. Una formula explosiva que te invitamos a escuchar.
Su letra es una semilla de rebeldía que invita a la libertad, una carta de invitación a que nos apropiemos de nuestro tiempo y nuestra vida; todo esto narrado con humor, frescura y mucha alegría, como si la vida fuese un musical y cada uno de nosotros el protagonista.
MOMENTOS EN LA VIDA DE PERNETT
Todo comienza con El Cipote Caporal, un homenaje póstumo a su padre, Humberto Pernett Montaño, quien fuera en vida el director del grupo de danza folclórica del Carnaval de Barranquilla Cipote Garabato. El tema Canta en ritmo de tambora, nos muestra a un Pernett mucho mas orgánico y adulto, con letras mas humanas, pero haciendo énfasis en la música para bailar con herencia africana. Le sigue la champeta Oh Johanna junto a Wesli, y se siente el mar de forma muy nítida y cargada de erotismo en Cómo Lluvia Sobre el Mar, entre acordes de acid jazz y cumbia.
Estos sonidos afro-caribeños contrastan con otras facetas de Pernett. Por ejemplo, un tema inesperado cómo Magia Elemental nos transporta a un mundo de magos con pociones psicodélicas con la canción Cucarachas o Mariposas, que se pasea entre el rock y el reggae. La canción Mundo incluye amalgamas y hasta una flauta china grabada por Iván Gardeazabal.
Hay varios mensajes en este trabajo, pero se destacan dos. Uno es lógico, Mensaje de Orion, pero el otro es Cazadora Lunar, una suite de ritmos andinos, tiples y bambucos, integrados al elemento electrónico, donde sobresale la voz del bosque que clama que no lo maten entre samplers de litófonos y secuencias creadas a partir de ritmos ancestrales.
El espíritu viaje también está presente: En Del Monte Bajo Yo Pernett y Amós Piñeros nos muestran la magia que genera el agua a medida que hace su recorrido desde los gélidos páramos de las montas colombianas, un homenaje a la tierra y al campo, acompañados del tiple de Samuel Martínez en un vibrante bambuco electrónico. Y Ven Toma mi Mano y Vamos tiene una combinación de cumbia y bullerengue dentro de secuencias electrónicas, pero además respira bosque, río y aire puro en esta historia de un romance que busca refugio en la soledad y la paz de la montaña.
Y finalmente Pernett confiesa su refugio, el lugar que lo aliviado de sus cargas: la laguna de Iguaque, una reserva natural donde los antiguos indios muiscas decían que había nacido la civilización humana, y que para Pernett es un lugar cargado de una energía muy especial. Por eso le dedica Canción de Iguaque, acompañado del grupo Manigua Rock Mestizo. El grupo es de la histórica Villa de Leyva, vecina de la laguna. Pernett y sus amigos sacan a relucir allí sonidos de flautas ancestrales con ritmos electrónicos cuerdas andinas y sintetizadores.
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