Danny Clinch se ha convertido en el fotógrafo de los grandes en la escena de la música. Viendo sus trabajos a mí no me importaría que me retratará. Nativo de Nueva Jersey, Clinch comenzó su carrera profesional trabajando como becario para Annie Leibovitz, su inspiración inicial.

Clinch además aprendió de los más importantes fotógrafos tanto fashion como de reportaje-art, trabajando de ayudante de Steven Meisel, Timothy White y Mary Ellen Mark.

Él ha captado a todos los rostros que nos emocionan con su música, desde Dylan, a Börjk, de Radiohead a Public Enemy, de Phish a Metallica. Su trabajo ha aparecido en la revista Vanity Fair, Spin, Rolling Stone, GQ, Esquire, The New Yorker, The New York Times Magazine, Mojo y P.

Es de los más requeridos a la hora de hacer portadas de revistas y cover de discos. Ha presentado su trabajo en numerosas galerías y ha publicado dos libros: Discovery Inn (1998) que es una colección de su trabajo realizado a lo largo de diez años y Flies (2000) libro que documenta los Freedom Concerts tibetanos, donde Clinch fue el fotógrafo oficial. También ha completado Placer y el Dolor (2002) una película documental sobre Ben Harper, un joven músico de rock, que tiene un apasionado grupo de seguidores. La película fue premiada en varios festivales de cine musical.

Mirando hacia delante, -que es a dónde debemos mirar todos- quiere seguir haciendo, revistas, publicando libros, y realizando películas. “Soy conocido como fotógrafo de la música y estoy muy orgulloso de eso”, dice, “pero quiero seguir haciendo películas y proyectos fotográficos  personales con temas que sean emocionantes para mi vida  y  ensayos personales que son buenos para el alma. Los fotógrafos que más admiro, como Robert Frank o Irving Penn, nunca se dejaron encasillar.”

Gran parte de su nuevo trabajo se centra en el momento de no estar siguiendo a los músicos. “Tengo tiempo para editar y pensar en algo nuevo que me motive. Me siento como si fueran los verdaderos momentos reales. Habitualmente para tomar una fotografía tienes que convencer al que posa que ya has captado lo mejor, entonces se relaja y es en esos momentos de descarte cuando la fotografía sale. Cuando alguien no está prestando atención, porque está en su postura natural, sus hombros están relajados y su expresión es verdadera. Para mí se convierte en una fotografía real.”

Siempre tiene una cámara alrededor del cuello. Otras veces tiene una cámara y, con suerte, una mujer. Para retratar a las cantantes lo hace cuando todavía no se han puesto el maquillaje y es entonces cuando les hace unas fotos para que ellas sepan que está preparado para retratarlas, generalmente es cuando ellas se dan cuentan y le dicen “espera no estoy lista todavía”. Danny Clinch ya tiene la toma y el que se mueve sí sale en la foto.

Esto en cuanto a la nostalgia. En declaraciones a The Observer antes de su exposición, Clinch dijo que estaba inquieto por el predominio de la imagen sobre la música en la industria hoy en día. Pensamos lo mismo que él, los artistas de hoy en día, tales como Lady Gaga y Myles Cyrus, operan principalmente como productos visuales en lugar de músicos creativos.