El rincón de Ava Gardner
Lo dijo La Chunga en la celebración de los 60 años del Corral de la Morería: “ese era el rincón de Ava Gardner” equidistante entre la puerta de entrada y el servicio, desde el que se vislumbraba a todos los asistentes al tablao.
Ava Gardner es, para mí, la mejor cronista del flamenco y la rumba. Solo tiene una pega: no escribió ni una sola crónica. Cerraba cada noche todos los tablaos de Madrid y luego se llevaba las juergas a casa y a muchos artistas a la cama. Vivió intensamente los años de nuestro blanco y negro, los años cincuenta y primeros sesenta. Esos años de un franquismo adobado en rosarios y en la promesa de un aperturismo que solo se hacía evidente en la vida de Ava.
De nuevo Marcos Ordoñez publicó un libro crucial Beberse la vida. Ava Gardner en España en el que hace un retrato de España y de Frank Sinatra, sin distinguir aparentemente a los flamencos de los rumberos. Sabemos que Frankie le cantaba al oído con el Atlántico y la telefónica por medio.
Cuando se apagaban las juergas y las palmas, y los palmeros caían rendidos. Ava se curaba la nostalgia y la resaca con los discos Capitol que Sinatra grababa para enviarlos a España. A veces no se aguantaba y se los cantaba antes de grabarlos y Ava se dormía arrullada por Frankie con un océano y la telefónica por medio.
@ Paco Manzano | Con Jorge Pardo; Manuel del Rey hijo, Chema García
La primera vez que entré en un tablao fue para ver a Jorge Pardo en el Corral de la Morería, en las paredes descubrí que Boris Karloff había estado ahí y se me quitó el miedo.