Los coleccionistas somos gente extraña, seres que tenemos una razón poderosa en nuestras vidas: recopilar pasiones. Mi pasión es la música y coleccionarla es una de las facetas que más disfruto. Los vinilos son mis favoritos. En una colección los detalles son lo que importan. Primero hay que intentar que la colección sea una especie de autobiografía, en la mía mis raíces latinas rebosan por cada surco. Hay que tener cuidado y perseguir las piezas que harán de la colección su diferencia y no caer en ser un vulgar almacenero, como explicaba Susan Sontag.

Con los años se adquiere una infalible capacidad para distinguir los detalles que lleven a encontrar el camino de la colección. Decía un escritor que “toda colección bordea el caos; la del coleccionista, se sumerge en el caos de los recuerdos”. Por eso los colecciono porque siempre la música son recuerdos muy gratos. Una colección te lleva avivar emociones indescriptibles, la vibración continua del descubrimiento, el conocimiento de personas que coleccionan más allá del capricho personal y con el tiempo llevan a buscar cada vez piezas más raras.

Antes de comprar una obra, lo primero que me viene a la mente es, ¿es algo que me gusta? Esa es la pregunta fundamental. Si la respuesta es sí, entonces existen una serie de preguntas que siguen: ¿cómo funciona esto, encaja en la historia de la música que estoy coleccionando? ¿Serán valiosos como historia en el futuro? Son preguntas necesarias. Otra formula básica del buen coleccionista es seguir tu instintos para los artistas menos conocidos. Es lo que diferencia una buena colección de otra que solo posee “lo mejor”.

En ocasiones al coleccionar, un error puede convertirse en un gran acierto. La diferencia está en el entrenamiento, conocimiento y dedicación. En ocasiones, en un primer momento me dejo llevar por la pasión, para más tarde depurar. En realidad ser coleccionista es una forma de vida, es ser un amante maniático –sin obsesión, no hay colección- delirantemente feliz, casado con sus posesiones… hasta que la muerte lo separe. En mi caso son ritmos que me provocan todos los estados de ánimo imaginables. Una pasión que comparto con vosotros en Radio Gladys Palmera. Y en eso estoy.