Tendencias: Japón pasa del sexo
Japón y sexo han estado unidos a los excesos de El Imperio de los Sentidos.
En Gladys Palmera siempre estamos al loro de las nuevas tendencias, tanto musicales como sociales. Y ya conocemos que Japón es un referente en marcar tendencias. Japón y sexo han estado unidos a los excesos de El Imperio de los Sentidos.
Casi todos adoramos el sushi y la moda japonesa de sus calles apuesta por el colorín colorado; con las nuevas “lolitas” hemos topado. Adolescentes iguales a la película de seducción y aquella niña que volvía loco al hombre maduro. Pero resulta que en Japón se trabaja mucho y a las mujeres les cuesta estudiar como posesas para acceder al trabajo, así que la tendencia ahora es ahorrar energía y no tener sexo.
¿Seguiremos aquí esa moda? Cuando en Occidente la tendencia es la de “más es más”. El problema por estas tierras es el contrario; casi ningún joven encuentra trabajo y en algo tienen que ocupar su tiempo. “Ligar es cansado, tener pareja conlleva demasiadas exigencias y el sexo está sobrevalorado. Mi carrera y mis amigos son lo único que me satisface de verdad”. Este sería el retrato robot de los jóvenes japoneses.
Hace años que Japón se ahoga debido al llamado “síndrome del celibato”. La situación es la siguiente: la tercera economía mundial y uno de los países más avanzados del mundo está viviendo una rebelión sexual, amorosa, familiar y reproductiva por parte de sus ciudadanos más jóvenes. El 50% de la población está soltera y un 25% parte no tiene, ni desea, ningún tipo de relación.
La situación es grave y las autoridades hablan de catástrofe nacional porque la tendencia va a más. Los políticos plantean medidas desesperadas para incrementar la natalidad, se va a prohibir el aborto de seguir así, la población de Japón se reducirá en más de un 30% para 2060.
Me cuesta creer que por mucho wasabi que coman, tengan solucionado uno de los principales problemas que da sabor a nuestras aburridas existencias, además de la excelente comida japonesa, que al igual que el sexo es algo que está en “boca de todos”.
¿Se están haciendo los jóvenes japoneses el harakiri amoroso?