Carly Simon: no era todo tan happy
Aquella chica de largas piernas y largos cabellos fue una degustadora de hombres.
Compleja, aguda y rubia con talento, no es como la gente ve a Carly Simon. Y como cantautora no solo tuvo su momento con You’re so Vain sino que vendió varios millones de discos. Aquella chica de largas piernas y largos cabellos fue una degustadora de hombres: desde James Taylor -su marido- a Warren Beatty, William Donaldson escritor, Kris Kristofferson, Mick Jagger y Jack Nicholson, y estos se dicen que solo eran unos aperitivos). Hija díscola del propietario de Simon & Schuster, posiblemente la editorial más potente de América, acaba de publicar su autobiografía.
Sus padres deseaban un hijo, el sucesor masculino para el papá, llamado Carl: “así que se limitaron a añadir una “y” al final de la palabra”. El padre muere en 1960, después de un período de depresión, y por si fuera poco su madre se veía secretamente con un hombre que hacía de niñero y vivía en la casa.
Sus inseguridades que continúan a día de hoy han desarrollo un tartamudeo y una sensación en su cabeza a la que denomina “la bestia”. Como en la vida de muchas chicas atractivas de adolescente sufre abuso desde la edad de ocho años. Ella habla de la experiencia con brutal honestidad.
El tono del libro es oscuro para quien aparecía como una chica sin preocupaciones. Sobre los asuntos del corazón, y su tumultuosa relación con su ex marido James Taylor, fue tan apasionada que al romper, jamás han vuelto a dirigirse la palabra.
Una pequeña venganza fue cantar en la banda sonora de Bond Nobody does it Better del que se vendió más de un millón de copias. Conoció a Connery con su hermana conviviendo en un barco. De aquél momento que pudo resultar un sándwich, el caviar fue para su hermana, que se llevó a Connery.
En su vida dos asuntos serios: un colapso en un concierto de Pittsburgh por ansiedad y una visita con sus hijos a las oficinas de Simon & Schuster, donde el propietario Dick Snyder les deja sin la herencia familiar diciendo : “Si su abuelo hubiera sido inteligente, esto todo podría haber sido el suyo.”
Su autoestima baja, cree que proviene de su educación privilegiada pero problemática, con sus tres hermanos; su padre Richard; y Andrea su madre, hija de una mujer que, como ella escribe en el libro, “puede incluso haber sido el hija legítimo del rey Alfonso XIII de España”. En esas casas privilegiadas de Greenwich Village y Connecticut, estuvo rodeada de invitados famosos como Albert Einstein, Eleanor Roosevelt y Charles Addams.
De James Taylor dice que antes de conocerlo, lo vio en la portada de la revista Time y decidió que se casaría con él. En el libro, recuerda que la primera noche que pasaron juntos, después de haber tocado en un concierto en el Carnegie Hall en 1971, que prefirieron simplemente para estar juntos en lugar de tener relaciones sexuales.
“La conexión de nuestra piel fue de algo más que centímetros”, escribe. “Él era más alto y su torso mucho más largo, pero sentía como si un diseñador de cuerpos nos hubiera copiado haciendo un duplicado perfecto.” Tuvieron dos hijos y como todos los cuentos, el final se publicó y tuvo una cobertura mediática que incluso eclipsó las aventuras de Elizabeth Taylor. Una tercera del libro está dedicado a su matrimonio de diez años a James Taylor, que según ella fue complicada por su adicción a las drogas y las infidelidades.
Siempre ha considerado You’re So Vain la canción más intelectual que ha escrito, ya que enfrenta a uno de los grandes debates terapéuticos sobre uno de los siete pecados capitales. Y sin embargo, yo era inconscientemente de que mis problemas largamente reprimidos que no he abordado.
De la canción vendió más de un millón de copias en 1973, llegando al número uno de la revista en el año 1973. No Secrets, su tercer larga duración, es su trabajo más reconocido y en él se incluye mucho del mejor material de su carrera; entre ellos, The Right Thing to do, que llegó al top 40. La calidad del disco le valió el Grammy por ser la mejor artista nueva de aquel año.
Su cuarto álbum, Hotcakes, la cantaba junto a su esposo. El sencillo se convirtió en oro, y detrás de él llegó Haven’t Got Time for the Pain, que llegó a estar entre las diez canciones más populares.
El resto de la década fue algo irregular en cuanto a éxitos, Carly Simon mostró una energía casi inagotable que la llevó a participar en conciertos antinucleares y por la paz, además de sus propias giras.
En 2003 graba la banda sonora de La gran película de Piglet para Disney, que da un impulso a su carrera.
Con humor Carly dice que su niñera le debía haber leído La interpretación de los sueños de Freud a la hora de dormir. En apariencia todo era “happy”, pero la cabeza estaba ahí con todos los problemas irresueltos.