Christina Aguilera: The latin queen del pop
Hija de padres militares provenientes de Ecuador, Christina Aguilera es una de las estrellas pop con una biografía escrita sobre los escenarios
Hija de padres militares provenientes de Ecuador, Christina Aguilera es una de las estrellas pop con una biografía escrita sobre los escenarios, con una gran voz, con millones de discos vendidos y también por sus escándalos y por tropezones con las letras, en actuaciones importantes. Por si fuera poco, la prensa “viperina” recoge su oscilar en la balanza y en su posición vertical. Ese conjunto de cosas, hace de ella una las más admiradas por su público, y si no tiene disco, siempre tiene una foto que nos hace recordar que ahí está con cinco victorias en los Grammy’s, y su presencia en el teatro y televisión.
Se convirtió en madre de 31 años y es una superviviente de malos momentos. Eso, le permite hablar libremente con el conocimiento de las biografías de estrellas femeninas de otros tiempos. En ellas busca su tesitura musical y no la emocional o mental, porque fueron mujeres que acabaron solas, abusadas o adictas. Tenacidad y renacimiento dos palabras que canta convencida de los valores que desea, en su álbum Lotus.
Sus antecedentes musicales están – según dice- en el viejo soul, el blues y el jazz, que son la raíz de toda la música. Ya a la temprana edad de 8 años, solía escuchar aquellos viejos discos de Billie Holiday, Sara Vaughn y Dinah Washington.
Eso con respecto a su voz. Cuando habla de cómo deseaba presentar su imagen se retrotrae a iconos visuales de las antiguas actrices de Hollywood, estrellas glamorosas con sus labios rojos y pelo platino. En su video de Ain’t no Other Man hay referencias a Marlene Dietrich, a Betty Page, a Marylin Monroe, Jean Harlow y Veronica Lake”. Demasiado arroz del que en ocasiones no sale una buena paella.
Christina Aguilera está actualmente promocionando su quinto álbum de estudio, y su imagen, ha pasado por muchos cambios y oscilaciones desde su debut en 1999. Y ella le ha sacado de zonas más oscuras: La música para mí es como una forma de terapia, fue así siempre, desde pequeña. Por eso me tomo tiempo entre álbum y álbum, para desaparecer y vivir un poco»
En una entrevista con el último número de la revista Billboard, cuenta como tuvo que parar los comentarios de los hombres de la industria discográfica “les dije, estais grabando con una chica gorda. Necesitan recordarles a veces que no les pertenezco, es mi cuerpo, y mi cuerpo no pone a nadie en peligro de no ganar más dinero, es mi voz la que les permite el “money”.
Su dinero le sirve para algo más que para contratar un entrenador personal, ir al salón de belleza o comprar compulsivamente. Christina Aguilera es una de las artistas más completas de la última década; ha vendido más de 25 millones de copias y ha colocado cuatro temas en el número 1 del Billboard Hot 100; además, dos discos llegaron al Top 5 en Estados Unidos. Ha colaborado con otras grandes figuras de la música como Herbie Hancock, Andrea Bocelli y Sean Diddy Combs. Y por supuesto con sus coleguis amadas y odiadas: Spears, Timberlake, Rihana, etc.
Es una de las más grandes contribuyentes en la lucha contra el sida; en 2004 se convirtió en una de las caras para la marca de cosméticos MAC y en portavoz de la MAC AIDS Fund. Además se involucró activamente en las campañas preventivas de YouthAIDS y ALDO. También participa con el Women’s Center and Shelter de Greater Pittsburgh, dedicado al apoyo a las mujeres y niños maltratados. Y por si fuera poco donó parte de las ganancias de sus discos a los familiares de la matanza de Orlando.
Porque no solo de una vida Disney viven las chicas que empezaron ahí; se hacen mayores y se convierten en “chicas malas” que hacen “cosas buenas”.
Dice buscar en sus canciones letras irónicas con la fórmula mágica pop-club. Y suena con eficacia; cada latido y cada ¡ooh! en el lugar correcto. Pertenece a esa nueva serie de cantantes, que juzgan en televisión a alevines que se atreven a poner sus voces- más bien, sus corazones- en un triunfo que se atisba cerca, pero que queda muy lejano. En The Voice, Christina enjuicia pero sobre todo se lleva un sobresueldo de millones de dólares. Y luego están los recopilatorios y el momento “navidad”.
En el año 2010 Aguilera tuvo su annus horribilis, se divorció, se equivocó cantando en una gala, lanzó una película mala, Burlesque, fue arrestada por aparecer bebida en público y su disco Bionic solo consiguió vender medio millón de copias. Por si esto fuera poco engordó bastante, que es el drama más importante en la vida de una mujer. Aguilera se enfrentó a todo. De ahí que sus fans estén con ella, además de cantar es valiente. Pero el fracaso según la crítica es muy relativo, porque la película Burlesque con Cher, ha recaudado la suma de $110.098.054, además de diversos premios y nominaciones.
En cualquier caso, después de más de una década está un poco lejos de su aparición de los años 90, cuando se unió al New Mickey Mouse Club en 1993. Entonces era una adolescente cándida. Su carrera pop comenzó con un álbum cuyo sencillo principal, Genie in a Bottle, fue el mayor éxito de 1999 en Estados Unidos. La canción vendía esa mezcla peculiarmente americana de “buena chica” con líbido de “chica mala”. En ella repite un mantra “ mi cuerpo está diciendo vamos a ir / pero mi corazón está diciendo que no”. Quiso hacer un escándalo con un vídeo, pero se quedó en poco ya que Lady Gagá se había adelantado y pasado un poco más.
Contradicciones todas, para eso es un estrella del universo pop. Y los “tarareos” siempre en las estrellas de las grandes compañías, tienen una retroalimentación incorporada. El éxito, a este nivel, tiende a mantenerse como en el teorema de Pitágoras.