Martín Lantigua y Adita Riera en la telenovela La Loba.

Fue en las poblaciones rurales, en los campos, donde durante muchos años las creencias populares se hicieron el pan nuestro de cada día. Latinoamérica y el Caribe están llenos de espantos y aparecidos, de ánimas que pelean, de personas que ayudan en las carreteras y luego desaparecen, de seres que pudieron ser reales o son solamente construcciones imaginarias. Es que los pueblos construyen sus símbolos y se narran a sí mismos.

En las poblaciones urbanas los medios de comunicación e ‘información’ construyen muchas de las  imágenes que reflejan las ciudades, pero las ciudades también tienen sus formas de construcción de imaginarios y, claro, sus formas de narración, (incluyendo las pintas y grafitis). La música popular no escapa a esas formas narrativas (rurales o urbanas) y va adquiriendo significados según el contexto en el que desarrollan las cotidianidades, la posición y el espacio social.

Una construcción narrativa plasmada en la música popular llama la atención: la violencia contra la mujer.

En el bolero, la canción ranchera, el tango, el joropo, el vallenato, la bomba y la plena, el merengue o el son montuno existe un amplio repertorio de vejámenes a la condición femenina. Tiene que ver precisamente con el tiempo histórico en el que se desenvolvieron los autores de tales letras, para los que la música tenía, repetimos, el significado de su cotidianidad. Esto deja, por supuesto, en mal lugar a un ritmo más moderno, el reggaetón, que no tiene ese antecedente histórico, pero que igual refleja un maltrato de género.

¿Y cuál fue esa cotidianidad histórica? No se pueden obviar ni la influencia europea, sobre todo de los colonizadores españoles con su carga de machismo y de violencia, ni a la iglesia católica ocupada históricamente de presentar el modelo de las vírgenes y de recordar a las mujeres la obediencia al hombre, y la docilidad.

Además de ello hay que volver a resaltar el papel de los medios de difusión y de comunicación en la multiplicación de los mensajes que finalmente consiguen eco… y se materializan dramáticamente.

Ahora saltan a la palestra temas que el público cantó y bailó sin darse cuenta de su contenido. En la actualidad, gracias al mayor alcance de la conciencia social tanto individual como colectiva las grandes audiencias se dan cuenta de lo peyorativo y ofensivo de algunas letras. 

Recordemos un tango muy famoso como Tomo y obligo, en el que Carlos Gardel cantaba: “No sé como pude contenerme y no la maté”. O recordemos un bolero, popularizado por Johnny Albino y su Trío San Juan, cuyo título lo dice todo: Cosas como tu.

Y como hemos dicho, el vallenato también abunda en letras de este estilo y la ranchera igual.

El paseo vallenato La celosa, de Sergio Moya Molina, tras contarle a la esposa que se va de parranda con unas amiguitas, le dice muy tranquilamente: “Cuando llegue yo a mi casa quiero verte muy alegre, cariñosa y complaciente, pero nunca me recibas con desaire, porque así tendré que irme nuevamente”.

La ranchera La media vuelta, de José Alfredo Jiménez, resulta contundente al respecto: “Te vas porque yo quiero que te vayas. A la hora que yo quiera te detengo. Yo sé que mi cariño te hace falta, porque quieras o no, yo soy tu dueño”.

Pero en este artículo tomaremos algunos ejemplos emblemáticos extraídos de la salsa, y una balada venezolana que fue llevada a la salsa.

Son temas compuestos y grabados, y además muy difundidos (ayer y todavía hoy) que han influenciado lamentablemente a muchas personas que terminan ejerciendo violencia (física, psicológica, financiera) sobre el género femenino, y hasta ven este accionar como normal.

Las Mujeres Son

Tema de la salsa compuesto e interpretado por el llamado “Niño bonito” de las Estrellas de Fania, Ismael Miranda, cuando contaba con 22 años de edad, para el álbum Oportunidad con la orquesta de Larry Harlow, en 1972. Sello Fania.

Oye mujer, tú naciste para servirle al hombre en todo lo que quiera, naciste pa’ laborar, tu dinero debes darlo sin ninguna discusión.
Y si por casualidad lo coges nadado en llano, él te dará un dinerito 
para que compres un traje a segunda mano. Tienes que lavar las medias, toda la ropa interior 
y tienes que cocinarle. Luego salir a lavarle el carro del año que hace poco compró.

Y el coro: Las mujeres son, son, son, ay mira, son traicioneras pero son

Cuando Ismael Miranda entona “Oye mujer, tú naciste para servirle al hombre”, está haciendo uso de la perspectiva de dominación inculcada por las religiones y las sociedades patriarcales. Miranda llama así a la mujer a asumir la norma para la que fue “educada” desde que nació: imitar a las anteriores mujeres de su familia (bisabuela, abuela, madre) en la mansedumbre ante el hombre y en la alegría de la servidumbre doméstica, además del chantaje emocional que supone algo como: “Y si por casualidad lo coges nadado en llano, él te dará un dinerito para que compres un traje a segunda mano”.

Todo un cuadro machista e insultante que además culmina cuando señala que las mujeres son traicioneras, pero son, son, son.

Si te Cojo

Tema compuesto inexplicablemente por Bobby Capó e interpretado por Ismael Rivera con Los Cachimbos, la agrupación conformada por el propio Maelo. Está incluído en el álbum De todas maneras rosas de 1977. Sello Tico.

Mira mami, si te cojo coqueteando, verás. Mira, ponte a lavar, yo quiero mi ropa limpia, mi pantalón, restriégalo, restriégalo, restriégalo, dénme una papa, si, deja ver; luego ponte a fregar, mira yo no como cuento, ¡ummm! Si te cojo coqueteándole a otro, ya verás que trompá’ te voy a pegar, si te cojo guiñándole a otro, un piñazo en un ojo te voy a dar. 

Yo me paso sudando por ti, pa’ que tu coquetees por ahí; si yo llego y no te encuentro aquí, ¡pau, pau, pau!, te voy a dar. Mira negra, y ponte a fregar, coge el trapo y ponte a limpiar; si yo llego y mi papa no está, ¡pau, pau, pau!, te voy a dar. 

Después no digas que yo soy malo, oíste; tú sabes que yo te llevo chévere, pero si no te pones al día, con todito y lo buena que estás, ya verás, que trompá’ te voy a pegar; si yo llego y mi papa no está, un piñazo en un ojo te voy a dar.

Machismo y patriarcado. Es recurrente la fórmula que ha utilizado también a la salsa para imponerse y penetrar la cultura musical del Caribe y de Latinoamérica. Asombra además que sea Bobby Capó el autor e Ismael Rivera su intérprete.  El colmo de la humillación está en: “con todito y lo buena que estás, ya verás, que trompá’ te voy a pegar”. ¿Hembra vs mujer?

Cierto es que Capó compuso temas para Rivera como Las tumbas, El incomprendido, Sale el sol, y Si yo pudiera, entre otros. Pero ¿Si te cojo?, ¿un tema donde se muestra la relación entre una composición agresiva y el posterior comportamiento violento de alguien susceptible a ella?

Tiempo después de publicarse la canción, Tite Curet Alonso escribió la bomba A la buena si para el álbum La ceiba y la siguaraya, de la Sonora Ponceña cantando Celia Cruz. Y “La reina rumba”, entonó la respuesta perfecta para Si te cojo: A la buena, bendito lo mío, llega y te lo doy. Pero si me das “la cañona”, así yo no voy, no voy.

Ladrón de tu amor

Tema compuesto por Luis Guillermo González con música de Enrique Hidalgo para ser interpretado por Gualberto Ibarreto en el álbum Gualberto Ibarreto como banda sonora de la telenovela Leonela en 1984. Sello Sonográfica. Venezuela.

Posteriormente tuvo dos versiones en salsa: la de Louie Ramírez y Ray de la Paz, y la de la orquesta La Solución, ambas de 1985. Bonny Cepeda hizo una versión en merengue.

Aquella noche un vagabundo cambió tu risa en amargura y sin permiso entró en tu mundo para robarte la ternura. Y desde entonces me condeno a que no vuelvas a ser mía, a estar perdida entre mis sueños, a que me niegues cada día.

Soy el ladrón de tu amor, tu mal recuerdo, soy el nombre que no quieres mencionar, y al saber de tu desprecio siento miedo que nunca, nunca me puedas perdonar. Soy el ladrón de tu amor y estoy confeso; yo sé bien que no estarás cuando me vaya, y aunque te duela más apréndete esto: que quien te hace llorar es quien te ama, que quien te hace llorar es quien te ama.

El absurdo comenzó con la obra escrita por Delia Fiallo, una mujer, y continuó con el tema de Luís Guillermo González para la voz de Gualberto Ibarreto.

La novela, si es que se puede llamar así, pone sobre el tapete como un hecho hasta normal la violación de una joven, efectuada por venganza, y el dolor del violador porque la víctima no lo acepta durante casi toda la trama; trama violenta y permisiva que paradójicamente logró gran aceptación nacional e internacional en tiempos oscuros para la igualdad de género.

Si la telenovela fue una apología de la violencia ejercida contra la mujer, el tema musical no se quedó atrás, por violatorio y denigrante: “Apréndete esto: que quien te hace llorar es quien te ama”. La frase de Luís Guillermo González se coloca acá sin comentarios.

Al año siguiente de ser puesta en pantalla televisiva dos orquestas de salsa hicieron sus versiones para popularizar aún más y hasta bailar la desgracia. Los músicos agregaron más aberración al tema. Por ejemplo el vocalista de la orquesta La Solución en su soneo dice: Confieso que hice mal (al) robarte un beso, pero existe otra realidad, y tú lo sabes: tú también gozaste de eso.

En la versión efectuada por Louie Ramírez, el vocalista Ray de la Paz canta: Yo te quiero tanto vida mía, mi corazón a ti te llama, pero que mira yo espero, que me puedas perdonar por robarme tu ternura.

La violencia de género fue transformada en moda y banalizada para el consumo.

Detrás de autores, orquestas y vocalistas está un entramado social, la historia de pueblos, de sociedades, de clases. Y viene de atrás.

Carlos Argentino con la Sonora Matancera cantaba un guaracha titulada El novio celoso: Yo le digo a mi novia que no se pinte, que no se arregle y que no me salga, porque el único que tiene que mirarla ese soy yo.

En esa misma tesitura de la mujer como propiedad, Ismael Miranda dice en No te voy a dejar ir: No te voy a dejar ir sola ni al cine, ni a la iglesia, ni a la esquina. Otro tanto ese apunta Ismael Rivera en Mi jaragual, donde se hace un recuento de las “propiedades” del hombre de la casa, incluyendo su mujer.

El oficio de la mujer, obligada durante siglos solamente a hacer tareas de hogar, “mientras el hombre trabaja”, es reflejado en la canción No me dejes solo, de Rolando Laserie con la orquesta de Johnny Pacheco: Si tu te vas qué pasará?, ¿quién lava la ropa, quien va a cocinar, quien friega los platos, quien cuida los niños, quien tiende la cama que va a trabajar?.

Pero hay canciones agresivas, que aluden directamente a la violencia de género, un término jurídico moderno y bienvenido, que por décadas no tuvo visibilidad en la cultura latina.

Bandolera, cantada por Héctor Lavoe, dice lo mismo que la canción de Maelo: Pau, Pau, Pau, te voy a dar, te voy a dar una pela. Miguel y Oscar con La Fantasía, expresan en Voy a tener: Voy a tener que darte un par de palmadas a ver si de esta forma tu recapacitas. Y la Sonora Matancera llega al súmmum con Mala mujer: Matala, matala, matala, no tiene corazón, mala mujer.

Hay un álbum, Los Dos Mosqueteros, de Johnny Pacheco y Pupi Legarreta, que está lleno de estas alusiones. El programa La Hora Faniática de Radio Gladys Palmera lo resume así: “La mayoría de canciones de este álbum eran canciones misóginas, donde las alusiones a la mujer respondían a parámetros machistas afortunadamente cada vez más en desuso. Por ejemplo, En No vales nada dice “quisiera matarte para que no sigas engañando”. En El penado dice “con el veneno de tus lágrimas, ramera”. En Fin de semana dice “es una jeva que está rica como un melocotón”. Y en Necia dice “porque te empeñas obviamente en molestarme cuando debieras tratarme como a un rey”.

Esta relación de canciones de una cultura machista que llegó a ser visto como algo normal, se completa con Picunina, de Pupi y Pacheco; Picarona, de Rolando Valdés y La Sensación; y Piraña, de Colón y Lavoe; aunque estas hablan de mujeres en concreto. No generalizan sobre lo femenino.

Estos temas muestran la urgencia de desaprender roles de violencia y de sometimiento aprendidos, que precisamente por aprendidos, se pueden transformar positivamente desde la Perspectiva de Género. Tarea que sigue siendo urgente.

Playlist

1. Carlos Argentino con la Sonora Matancera – El novio celoso
00:00:02
2. Ismael Miranda - No te voy a dejar ir
00:02:31
3. Johnny Pacheco & Pupi Legarreta – No vales nada
00:07:23
4. Héctor Lavoe - Bandolera
00:11:57
5. Louie Ramírez - Ladrón de tu amor
00:21:26
6. Miguel y Oscar con la Fantasía - Voy a tener
00:26:24
7. Rolando Laserie & Johnny Pacheco – No me dejes solo
00:31:48
8. Ismael Rivera - Mi jaragual
00:36:07
9. Ismael Miranda con Orquesta Harlow - Las mujeres son
00:39:47
10. Ismael Rivera - Si te cojo
00:44:47
11. Sonora Ponceña feat. Celia Cruz - A la buena si ("respuesta a Si te cojo")
00:47:54
12. Willie Colón - Talento de televisión
00:53:09

Deja tu comentario