Los entendidos de música aborrecen las listas donde aparecen los éxitos de masas. Porque ellos tienen sus criterios muy serios y son prescriptores de su alto nivel musical. Sin embargo, en las ventas de los listos están los más comerciales, que como siempre no serán de gusto de todos pero sí de los más. Miles de moscas comen… tartas.

En el grupo enrarecido de las superestrellas, en la tercera década de sus carreras y fama, Carey puede todavía competir en las grandes ligas. Madonna, Cher y Celine Dion figuran entre las artistas mejor pagadas de la cartelera por sus giras exhaustivas y también se posicionan en ventas masivas con algunos de sus álbumes. Carey, por su parte, nunca ha sido un gran “chica de carretera” (solo en 1993, cuando cantó en 10 teatros en apoyo de su tercer álbum, Music Box) debido a que se considera más “una rata de estudio.”

“Me encanta estar en el estudio, porque necesito estar cada vez más en casa, y ahora tengo además dos bebés. Me encanta estar en el escenario y la conexión con los fans es importante, pero ahora vivimos en la era de las redes. Ahora esto es posible con YouTube, que es muy inmediato, y puedo estar cuando ellos quieran”. Así que hasta que Carey esté dispuesta a hacer un road tour, tendrá que seguir produciendo éxitos para extender su legado vivo.

Mariah había atravesado una serie de romances problemáticos, como el que la unió al multimillonario Tommy Mottola, capo de Sony, o al latin lover Luis Miguel, que terminó con una publicitadísima crisis de ansiedad -como en cualquier desarreglo amoroso- en otoño de 2001. Pero entonces encontró a Nick, un cómico y actor de fama mediana en los Estados Unidos y once años más joven que ella que la conquistó y le dio gemelos. Es un acto de justicia decir que esta heroína de los brillantes y los posados- bastante hortera- es una productora y compositora de mucho talento cuyas ventas se calculan en 200 millones de discos.

Sus hijos se llaman Monroe y Moroccan. Monroe recibe su nombre en honor a Marilyn Monroe, uno de los ídolos de su madre. Moroccan recibe su nombre por el lugar donde Nick le pidió matrimonio a Mariah. ¿Fue en Marruecos? No, fue en Manhattan, pero la habitación donde estaban cuando ocurrió está decorada con estilo morisco. Y es que no hay nada como tener un gusto ecléctico.

Mariah además reivindica ser una niña. Y por ahora tiene como doce años. Eso es lo que dijo Mariah Carey dijo a un periodista, y en ello se basó  el director Bratt Ratner que dirigió el clip de Touch My Body, el primer corte de E=MC2 un título nada infantil por cierto. En el vídeoclip intenta burlarse de su imagen, pero no hace más que reunir elementos sueltos que colorean su perfil: peleas de almohadas, unicornios, movimientos torpes, mucho “bling” y sensualidad low en un marco de glamour, eso sí: carísimo.

Con esa actitud y titulando sus discos como Daydream, Butterfly, Rainbow y otras hábiles prácticas, se convirtió en la versión femenina e inocente de Michael Jackson, el otro niño forever del pop yanqui. Jacko pobló su rancho Neverland con referencias a Peter Pan y le implantó un parque de diversiones, un zoológico y más elementos de esos peterpanescos.

Mariah festejó su nuevo matrimonio con el rapero Nick Cannon -con quien se casó en secreto el pasado 30 de abril en Bahamas- en el parque de diversiones Six Flags de Valencia, California. Mariah a veces parece simple; pero no lo es. Ha conseguido pasar de patito feo a estrella rutilante, en ocasiones se ríe de sí misma y sus títulos tienen que ver con lo que aparenta ser su personalidad. Mariah con sus impulsos de princesita de ficción y diva sexy con pretensiones, milagrosamente parece no contradecirse en absoluto. Ella, declaró a la revista Allure, con el asunto Disney: “Es una dicotomía, lo entiendo. ¡Pero en realidad soy pudorosa! Soy como Mary Poppins.”

Además tiene sentido del humor. Y lo hace declarando cosas como esta: a día de hoy, yo sigo eligiendo un día en Disney World antes que una noche en Las Vegas.” También confirma que es una y es otra, cuando declara: “En ocasiones me siento como un cajero automático con una peluca puesta”.