Era blanca, de ascendencia noruega, nació en una pequeña aldea de Dakota y sin embargo, sus cuerdas vocales eran negras, muy negras. Su infancia fue también de ese color. Hija de un ferroviario alcohólico, su madre falleció cuando contaba 4 años y para que no faltase nada en el triste guion de su vida, vivió su niñez con una madrastra malvada. Dice en su biografía que la maltrató sistemáticamente. Su biografía se titula como su célebre canción ¿Esto es todo lo que hay?

Fiebre e infelicidad son los ingredientes básicos para interpretar bien el blues. Sentimientos duros, drogas, alcohol y noches muy densas e inacabables; las chicas de la música parece que no dejaran de sufrir nunca. Lee en el escenario aparecía glacial incluso cantado Fever en su vida privada, era una mujer tumultuosa que hacía uso de todos los pecados-placeres que convocan al derrumbe.

Se conocía su temperamento mercurial y la vida agitada que llevaba fuera de escena, y los que la conocieron dicen que esta pose sobre el escenario pudo haber sido una obra de arte aún mayor que todas sus grabaciones. Subida en la tarima hacía gala de un estilo vocal que pudiéramos llamar minimalista con una presencia escénica casi estatuaria que le llevaron a trascender y tener influencia. Gigantes como Louis Armstrong y Ray Charles admiraban su estilo y tono, mientras que pop-rockers como Paul McCartney a Madonna han adorado su intensidad calculada con algunos leves toques dramáticos.

A los muchos años de vivir a muchas revoluciones, Peggy Lee añadió un problema de sobrepeso y diabetes. Se casó cuatro veces: la primera con el guitarrista del conjunto de Benny Goodman con el que ella cantaba. En 1965 después de asegurarse que llevaba años sin probar el alcohol volvió con Dave Barbour pero él falleció antes de la boda.

Algunas investigaciones parecen demostrar que mentía mucho acerca de su infancia, dolencias etc. Su mayor éxito Fever –y tuvo muchos- era un tema sexual sorprendente para la época. Su biografía no autorizada cuenta que por su casa de California pasó la mitad de la población, que incluso era alcohólica y maltratadora y que su sobrepeso no consistía sino en un atiborramiento de calorías para calmar su angustia existencial. La verdad es que hay que contar las vidas desde dentro y fuera para llegar al punto medio.

Su carrera comenzó en una emisora local de Fargo y pasó unos años en el Doll Club de Palm Springs, en el que debido al ruido del público comenzó a cantar cada vez más bajo hasta que logró que le prestaran atención. Su carrera fue una sucesión de trabajo frenético e éxitos. Desde Benny Goodman a Quincy Jones, escribió música de películas, fue candidata a los Oscar’s y los Grammy, cantó la película Johnny Guitar, y dejó canciones para la historia.

Cantar y componer eran sus alegrías, y pasó décadas siendo adorada como la reina de los clubes nocturnos íntimos. Más tarde llegaron otros años de irrelevancia porque triunfaban el rock’n’roll y la música disco. Is That All There Is? una balada sobre la zozobra existencial sorprendió a casi todos al convertirse en un gran éxito en 1969.

Peggy surge como la típica niña de saga americana; comienza en la pradera de Dakota del Norte, donde Norma Delores Egstrom decidió a la edad de 15 años que era una cantante lo suficientemente buena como para dejar atrás una infancia de esas de película triste. Lee tenía una afinidad misteriosa con bandas negras como Count Basie’s, y fue descubierta por su asociación con Benny “King of Swing” Goodman, con cuya orquesta patentó lo que ella llamó su estilo “suave con sentimiento”, capaz de alternar blues turbulentos y baladas de gossamer.
La carrera de Lee alcanzó en los 50 numerosos éxitos, como su nominación al Oscar por actriz secundaria en Pete Kelly’s Blues; componiendo la música de Lady and the Tramp de Disney y una serie de éxitos icónicos que incluyen Lover, Fever y I’m a Woman.

En los 60’s las drogas, enfermedades y debilidades por los chicos, la apartaron de los escenarios, pero ella siguió cantando incluso sentada.

Peggy Lee hizo que cantar – y vivir – pareciera más fácil de lo que realmente era.