Antes de la pareja ideal de los brangelinos, existió otra que concitaba la envidia de todos y todas. Mientras Brad y Angelina y su caravana Unicef son guapos todos ellos, los Gainsbourg – Birkin eran más llevaderos, es decir, menos perfectos.

En realidad eran la bella y la bestia pero sus amores fueron de esos épicos, turbulentos, apasionados. Él la adoraba y ella tenía que sacarle de sus excesos. Pero eran unos iconos de la moda y con un par de vaqueros y tres camisetas, siempre aparecieron de lo más aparentes. Y eso que Hermès, diseñó un bolso con el apellido de la chica que está en el armario de todas las que pueden permitírselo.

El descuidado cantautor francés y la inglesa que fue su musa vivieron un amor de esos que se llaman Burning Love y además tenían una encantadora familia con perros, un increíble estilo y cantaban el himno más caliente de todos los tiempos. El estilo de la pareja lo han heredado sus hijas.

Charlotte ya demostraba lo que dan de sí unos vaqueros de remiendo y una camiseta a rayas desde su más tierna infancia. Luego se desnuda y rueda escenas tórridas en Nymphomaniac porque como nana escuchaba el “Je t’aime moi non plus” y eso marca.

Engañan porque parecían una mezcla de estilo relajado, mezcla vagabundo y clásicos de campo inglés, con varias muescas de bohemia rock’n’roll. Serge tenía más malditismo y mucho talento que son los ingredientes básicos de lo “cool”. Es como una receta irresistible ahora como lo era hace 40 años.

Definitivamente eran una pareja inspiradora, que se complementaba y potenciaba: el carisma de Serge con la confianza de Jane, la actitud de él con el charme de ella, él hombre talentoso y la musa inspiradora. Su hija, Charlotte Gainsbourg, talentosísima actriz y cantante francesa, es el resultado de tan genial unión.

El hermano de Jane ha escrito sobre ellos -los hermanos siempre necesitan pasta-. Y dice “siempre pensé que la bestia era más atractiva que la princesa. Eran (Serge y Jane) una rara pareja para mirarlos. No intentaban ser nada. Eran simplemente ellos. Ella era su musa y pienso que él creó su mejor trabajo cuando estuvieron juntos”.

Las infidelidades, los cuernos, polvillos y otras cosas de inhalar, no aparecen y ni falta que hace. Es un libro de “familias super-encantadoras” De esas que no hay.

Y así se refiere Jane a él “Serge était un provocateur avec une âme follement romantique.” Se entiende perfectamente ¿o no?