Vinyl: la serie de la que hablará todo el mundo
El espíritu del rock and roll es un pozo negro de dinero, drogas y fluidos corporales.
Vinyl es una de las series del año. Un viaje –en el sentido casi psicodélico del término- a través de la industria de la música, en una Nueva York de los 70 excitada por la droga y el sexo. El espíritu del rock and roll es un pozo negro de dinero, drogas y fluidos corporales.
En pleno amanecer del punk, el hip hop y la música disco, Richie Finestra, presidente de un gran sello discográfico, intenta salvar su compañía y su alma sin destruir a nadie en su camino. Los jefes de todo esto son el gran cineasta Martin Scorsese detrás de la cámara y Mick Jagger como productor, entre otros.
Un espectáculo llamativo y a menudo asombroso, Vinyl es la “serie”. El primer episodio piloto es casi una película en sí misma, lo mejor que ha hecho Scorsese desde The Departed.
Grande, ruidosa y brillante, Vinyl es el mejor espectáculo sobre la música de la televisión hoy. Con frecuencia asombrosa, definitivamente, tiene los movimientos de Jagger y la cabeza de Martin Scorsese y trata de la industria del disco de la década de 1970 con sus noches locas de cocaína, sexo y rock.
Con un presupuesto más que sobrado, en el intento de hacer una impecable y fascinante serie sobre música y los personajes de alrededores – en su mayoría repletos de narcisismo y enormes egos – son gente que crean problemas sin parar. Hay también criminales, propios de ese entorno de glamour, como no podía ser de otra manera.
Ninguna otra productora televisiva ha logrado nada tan brutal, sensual y placentero. Cuando HBO saca a relucir todo su potencial convierte las imágenes en una hoguera de fuego y belleza tan hipnótica como mirar un volcán ardiendo.
Después de su otra obra maestra Boardwalk Empire que relata la edad del jazz, cambia las destilerías y el aguardiente de contrabando por un sinfín de líneas aspiradas, que lo hace más espectacular si se puede.
En Vinyl vemos el mundo de Richie Finistra (Cannavale), un drogadicto que lucha: el fundador y director ejecutivo de American Century, un sello discográfico importante en Manhattan.
Es agosto de 1973 y finalmente los años 60 han expirado. Richie y sus socios están a punto de vender su participación mayoritaria a un grupo de alemanes que dirigen Polygram. Pero Richie rompe la sobriedad y en una borrachera de coca termina no vendiendo. En ese momento comienzan todos los líos y la historia de la música de los 70’s.
Los interludios musicales magníficos son escenas provocadas por las canciones que perduran en la memoria de los personajes, o conciertos meticulosamente recreados mezclados con los celebrados en los clubes en realidad.
Están todos, desde Robert Plant, Lou Reed, Andy Warhol y toda la peña. El efecto es casi como viajar en el tiempo. Vemos además la vida misma: una historia profunda sobre la traición y la decepción – así como el racismo inherente de la industria. Y no olvida reflejar las realidades brutales del negocio de rock and roll y la desvalorización de las mujeres y las minorías.
Y nos preguntamos: ¿por qué no puede alguno de estos espectáculos de primera categoría construir una narrativa en torno a la mujer en lugar del hombre? la testosterona sigue siendo claramente la sustancia más adictiva (y preferida) de las series de HBO, por mucho que nos gusten a las mujeres sus magníficas series.
En Vinyl, el macho lleva los pantalones ajustados y la camisa de poliéster abierta hasta el ombligo. Vinyl es la imagen de la HBO recordando al resto del mundo y de la televisión que tiene el pecho más velludo, y más atractivo de la todos, y pavoneándose de ello. Vinyl huele a macho, alcohol y sabe a coca. Mostrándonos el poder del rock and roll. Vinyl cuenta el momento de cuando la gente tenía colecciones de discos en lugar de listas de reproducción. Es un espectáculo que se esfuerza en señalar que aquellos tiempos eran cualquier cosa, menos inocentes.
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Es bien mala esta serie. Una colección exacerbada de estereotipos sobre la época en la que tantas cosas grandes sucedieron con la música y la sociedad en general. Usas la imagen de músicos y artistas reconocidos para reproducir los mismos dramas de siempre. Decepcionante.