Tori Amos: Rara y escasa como un diamante negro
Tori Amos es uno de los referentes de la canción femenina contemporánea.
Tori Amos es uno de los referentes de la canción femenina contemporánea. Sin duda, la mejor cantante y compositora de su generación. Barroca, disonante y capaz de enfrentarse a los tabúes, jamás ha estado ligada a las convenciones. En 1992 cuando apareció Tori Amos en el mercado con su disco Little Earthquakes que algunos críticos proclaman como el disco definitivo en la historia del pop.
Eran años en los que Nirvana y el grounge llenaron páginas y páginas en la prensa musical. Pero Amos supo ocupar su sitio, al revivir el espíritu de artistas como Joni Mitchell o Kate Bush, abriendo un nuevo camino en el ámbito musical de la década de los noventa, fundiendo talento y virtuosismo con impactantes letras y poderosas interpretaciones vocales. Ella es al piano lo que Jimi Hendrix a la guitarra. Así de espectacular es la comparación.
Aquellos eran tiempos en los que las cantantes femeninas aparecían siempre agarradas al mástil de sus guitarras. Que una chica lo hiciera con un piano provocaba algunos morbos.
Excéntrica, con unas canciones que son poemas o literatura musicada la carrera de Amos ha sufrido los vaivenes propios de las casas de discos que buscan éxitos inmediatos. Tras la sobredosis ‘tecnopop’ de los ochenta, los cazatalentos se volcaron en la difícil tarea de embotellar otra fórmula, la de las cantautoras solistas. Sarah McLachan acabaría por aglutinar a muchas de ellas en la gira “solo para chicas” conocida como Lilith Fair. Un nombre que señala a la primera mujer sin hombre y rebelde, en lugar de la Eva que todos conocemos.
Ella es una curiosidad en la música pop, comparte algunas de las señas de identidad porque es hija de un pastor metodista como algunas otras, pero se escapa a las definiciones al posicionarse lejos del patriarcado cristiano y ofrecer un mundo mítico y pagano. También cuenta parte de su biografía cantando sobre el abuso sexual que sufrió, y por otro lado se manifiesta como una diosa que ofrece curación. Canta con toda la fuerza de sus pulmones en cientos de conciertos en vivo. Posee un lado sensual, electrizante y casi poseído, sus fans inundan entre bastidores para tener acceso a su toque curativo. Si, Tori Amos es rara, pero a ella le gusta, y lo promociona.
En su momento las revistas musicales establecieron que era uno de los músicos más innovadores y no convencionales de su generación, una provocadora, cuyas letras inasequibles, así como su imagen -se permitía incluso aparecer fotografiada amamantando a cerdo-, era inusual. Podía permitírsele casi todo, porque sus composiciones eran inquebrantables. Amos comenzó a tocar el piano a las 2, componiendo a los 5 años, y asistió a una escuela de música, de la que fue expulsada por rebelde. Sexual, mística y feminista perteneció al club alternativo de los años 90 con Courtney Love y Björk.
La escritora Annie Zaleski señala, que fue en el álbum Cornflake donde exploró las “experiencias más universales de las mujeres: cómo se relacionaban con la religión, como negociaban la dinámica del poder, exploraban su sexualidad y navegaban junto con los hombres y otras mujeres“.
Su debut en solitario, fue una declaración sísmica, una artista que abandona su propio estilo original y renace sin disculpas a través de pianos salvajes y declaraciones personales muy audaces. Como lo hace repleta de autoestima escribiendo sobre al abandono y está revolcándose en “el agua negra de los océanos más negros“, si embargo, a medida que se asienta en el hundimiento, escudriña la situación, y piensa con claridad “si él era demasiado, es que no era suficiente.“
Tori Amos es tan buena que es demasiado para la industria. Pese a ello ha vendido quince millones de discos. Y en directo es el icono grande y atípico.
Su cabeza pasa de lo místico a lo terrenal con seguridad diciendo: “mientras mi padre pastor y sus colegas teólogos discutían en el piso de abajo sobre la luz divina, descubría mi propia “luz ” jugando con mi cuerpo en mi habitación.”
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Podrías modificar “en el álbum Cornflake donde exploró” por “en la canción Cornflake Girl” o en su defecto “en el álbum Under The Pink (el que contiene la canción)” y tu artículo sería de maravilla.
Saludos!!