iLe

Demoré tanto en escribir un texto sobre Ileana Cabra y Milena Pérez Joglar que al final no lo hice. Tardé el mismo tiempo —en no hacerlo— que los meses que Ileana (sí) logró llegar de Odio a Tu Rumba.

En el verano de 2018 Ileana Cabra, más conocida como iLe, hace público el primer sencillo de un nuevo disco aún sin bautizar. No había nombre de momento pero sí un primer tema y era Odio. Tres años antes de componerlo, la joven puertoriqueña tomaba la decisión de seguir su carrera musical más allá de Calle 13 y meses después de esa decisión; ya estaba recogiendo un Grammy por iLevitable.

Me alegré mucho por la nominación y el premio pero los premios no suelen marcar el orden de mi repertorio sonoro. No fue hasta escuchar ese primer sencillo —Odio— que decidí llamar (rogar con prudencia) a Milena Pérez Joglar, amiga mía y hermana de Ileana Cabra, para que me concedieran una entrevista acerca del disco en ciernes, de cómo cada una acompañaba la nueva producción y, ya de paso, hablar también sobre el presente de Puerto Rico. Accedieron.

A partir de esa primera conversación marcada por generosa elocuencia y sinceridad, me comprometí a escribir algo inspirado en sus respuestas pero no pude hacerlo. No lo hice. Tuve claro cuando acabó la llamada que no había forma de transcribir la ternura firme de esa mujeres. Así que decidí robar sus voces boricuas y crear un podcast. Pasó el tiempo, ellas se olvidaron de aquello pero yo no de ellas.

A lo largo de los meses fui escuchando cada uno de los temas que de a poco iban publicando mientras esparcían un rico aire reivindicativo en la música popular contemporánea de calidad —y cuando digo un rico aire reivindicativo, me refiero a eso que suelen llamar con facilidad: un aire fresco. Cuando salió Temes, volví a llamarles. Me enamoré de ese bolero que sonaba a años 50 pero se sentía con la fuerza femenina del 2019. Les llamé de inmediato tras saber que Milena había dirigido el audiovisual de ese bolerón que hoy deberíamos cantar y bailar, llorar y sanar; sólo que para sanar hay que deconstruir y trascender un modelo lamentablemente repetido de entender el deseo, la pareja y esta sociedad aún patriarcal.

En esa segunda toma de contacto me atreví a confesar mi alevoso delito, les dije que no escribí nada —no, niña, no. No lo escribí, fui incapaz— que usé nuestra conversación para elaborar un podcast y que mi intención era hacerlo público si ellas así lo permitían. Fue escuchado en clan familiar. Accedieron.

Quizás he relatado la posibilidad de capturar una conversación privada y luego transformarla en un contenido público con demasiada ligereza. No hay nada ligero en lo privado y la confianza que se deposita en ello. Sucede que esta conversación privada estaba impregnada de cierto despertar de la conciencia dormida, impregnada de vigilia (por decirlo de alguno modo), si es acaso la vigilia un estado en que se pueda traducir el sentimiento colectivo que dejó a su paso el Huracán María. Y sí, se me hacía imposible llevar al papel el tono firme y dulce de Ileana y Milena hablando no sólo del nuevo disco sino de la persecución de ambas sobre su realidad y su historia nacional. Cuando lo personal se hace común, pasar de lo privado a lo público es posible.

En el verano del 2019, vísperas de publicar finalmente el audio de las hermanas, se hace viral por esos días un desafortunado tweet del exgobernador Ricardo Roselló y en pocas horas, como otro huracán, se pone en pie todo Puerto Rico. En medio de aquello que llamaron “El verano combativo” fue difícil contactar con las hermanas para decir que la publicación se aplazaba.

Cuando pude, por fin, dar con ellas, Ileana estaba en medio de la grabación de Tu Rumba; les comenté de la pertinencia de una segunda conversación a tres bandas para que me/nos contaran un poco acera de esos doce días de levantamiento popular. Accedieron.

Una entrevista cortesía de El Salto Diario

Aquello que llamaron "El verano combativo" de Puerto Rico quedó recogido por Alejandra Aguirre Ordóñez a través de los testimonios de Ileana Cabra, quien se dio a conocer con Calle 13, junto a su hermana Milena Pérez Joglar, artista y directora audiovisual. Sus voces ilustran, simplemente, cómo lo vivieron ellas pero no dejan de trasladarnos y meternos en una sensación colectiva.

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