Tan grandes son sus insultos como grande es ella. Tenía que soltarlo y lo hizo y muchas maltratadas hicieron de esa canción “Rata de dos Patas” el himno de su vida. Paquita no se anda con chiquitas y además de despacharse con los hombres en un país machista por excelencia les grita: “¿Me estás oyendo, inútil?”. Lo extraño es que siga sin caer bajo las balas del enemigo.

Tan grandes son sus insultos como grande es ella. Tenía que soltarlo y lo hizo y muchas maltratadas hicieron de esa canción “Rata de dos Patas” el himno de su vida. Paquita no se anda con chiquitas y además de despacharse con los hombres en un país machista por excelencia les grita: “¿Me estás oyendo, inútil?”. Lo extraño es que siga sin caer bajo las balas del enemigo.

El despecho es su hábitat natural y conceptual. Se puede decir más alto pero no más claro. Paquita la del Barrio (Francisca Viveros Barradas) nació en Veracruz (México). Tenía 15 años cuando se dejó enamorar y embarazar de un señor de 44, se casó con él y después supo que el hombre ya estaba casado y tenía una numerosa familia. Aun así tuvo con él dos hijos. Su segundo marido, padre de su tercer hijo, el mismo con el que abrió el emblemático restaurante Casa Paquita, también le rompió el corazón varias veces. Paquita habla de lo que conoce. Conoce desaires, mentiras y cuernos, muchos cuernos.

Paquita odia a los hombres pero los ha aguantado hasta la muerte y quizás de ahí venga su odio y repudio. Su corazón roto recita insultos de tal calibre, en los que narra las vejaciones y abandonos que muchas mujeres ven en ella el portavoz de sus lamentos. La diva mexicana mantienen en alto la repetición por si el que la oye no se entera. Y su estribillo acompañado de un mariachi doliente y una voz aguardentosa forma parte de su éxito.

Clama feroz contra la ‘Rata de dos patas‘ su canción más famosa: “Rata inmunda, animal rastrero, escoria de la vida, adefesio mal hecho, infrahumano, espectro del infierno, maldita sabandija cuanto daño me has hecho…”. Si usted es hombre y le dedican este bonito tema, salga corriendo y lárguese lejos, porque según la del Barrio, en realidad usted no merece vivir. Y quizás los insultos se los tiene bien merecidos.